“A los hombres y mujeres mafiosos: por favor, cambien de vida, conviértanse, dejen de hacer el mal. Nosotros rezamos por ustedes. Conviértanse, se lo pido de rodillas, es por su bien. Esta vida que viven no les dará felicidad, alegría.

“El poder y el dinero que tienen ahora de muchos negocios sucios, de los crímenes mafiosos, son dinero ensangrentado, poder ensangrentado, no podrán llevarlo a la otra vida. Conviértanse, todavía pueden no acabar en el infierno, que es lo que les espera si no cambian de camino. Ustedes tuvieron un papá, una mamá; piensen en ellos y conviértanse”.

Así lo expresó el papa Francisco el viernes pasado al participar en una vigilia de oración con más de 900 familiares de las víctimas de la violencia en Italia, la cual se celebró en la Iglesia romana de San Gregorio VII.

De acuerdo a la Arquidiócesis de Xalapa, “con actitud de padre y hermano” escuchó algunos testimonios y siguió la lista de 842 nombres de víctimas inocentes de la mafia italiana.

Con esta vigilia de oración el papa ha querido sumarse a la memoria de las víctimas de la mafia, las cuales se recuerdan en Italia el primer día de primavera, desde el año 1996, señala el comunicado dominical.

“El acercamiento espiritual del papa Francisco a las víctimas de la violencia en Italia se convierte en un gesto que se hace extensivo a las miles de víctimas de la violencia en el mundo y particularmente en nuestro país”.

La iglesia católica confió en que “este llamado a la conversión no sea estéril y alcance a todas las personas, particularmente a los que le han dado la espalda al bien, a la paz y a la justicia”.