Que conste que quien lo dice es el procurador de Justicia de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, quien como un “cochinero” calificó el estado en el que recibió la dependencia de parte de su antecesor, Amadeo Flores Espinosa.

Entrevistado por la reportera Ángeles González Ceballos, además de referirse a las deplorables condiciones de higiene en que se encuentran varias oficinas adscritas a la Fiscalía estatal –“si así tienen la oficina, cómo tendrán un expediente”, habría sentenciado-,  Bravo Contreras reconoció algo por demás grave: tras una reunión con integrantes del Instituto Veracruzano de las Mujeres y organizaciones civiles, cayó en la cuenta de que no tiene datos, ni una sola estadística, acerca de delitos como los feminicidios que se han cometido en la entidad.

Y no sólo eso. Admitió que la Procuraduría no cumplía con sus obligaciones de transparencia, tales como hacer público el manejo de los recursos financieros de que dispone, situación que se comprometió corregir en breve actualizando el portal de la dependencia en el apartado referido a ese rubro, de lo cual el funcionario debe ser un experto, pues fue Presidente del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información.

No fue éste el único cochinero destapado en Veracruz este martes 11 de marzo. Temprano por la mañana, en el puerto jarocho, el empresario Claudio X. González Guajardo, presidente de la Fundación Mexicanos Primero –la principal impulsora de la “reforma educativa” promovida por el gobierno de Enrique Peña Nieto-, soltó un obús que debe haber calado profundo en el ánimo del gobierno estatal.

En un desayuno ofrecido por el empresario Antonio Chedraui Mafud para celebrar el 19 aniversario del programa “Sé tu amigo”, con el que se busca alejar a niños y jóvenes de las adicciones, Claudio X. González espetó durante su discurso, según consigna el portal de noticias Al calor político: “perdón que diga esto, me puede. Veracruz es el número uno en irregularidades en el uso de los recursos públicos para la educación en el año 2010 y 2011”, dijo, haciendo alusión a las observaciones que la Auditoría Superior de la Federación realizó al gobierno veracruzano sobre el particular, que ascienden a más de seis mil millones de pesos sin solventar correspondientes a ambos ejercicios fiscales.

“Seis mil millones de pesos en dos años”, enfatizó González Guajardo, quien inquirió de manera directa a la subsecretaria de Educación Básica del estado, Xóchitl Adela Osorio Martínez, presente en el evento. “Maestra Xóchitl, ¿qué haría usted con seis mil millones de pesos? Maravillas, ¿verdad? Ni nos imaginamos esa cifra. Esa cifra que se perdió aquí es un chorro”, aseveró el potentado.

Estos botones de muestra nos dan una idea sobre lo que ha sucedido en distintas áreas del gobierno estatal en los últimos tres años. Si de verdad el gobernador Javier Duarte de Ochoa quiere mejorar su imagen dentro y fuera de Veracruz, y entregar una administración saneada que no le traiga dolores de cabeza después de 2016, es imperativo que desde ahora tome cartas en el asunto y castigue a los responsables de éstos y otros “cochineros”. De lo contrario, muy seguramente lo lamentará después.

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