Veracruz, Veracruz.- Por una disputa política entre el alcalde Marcos Isleño y el diputado local Magdaleno Rosales, el Salón Social de El Tejar, en Medellín de Bravo, ya no se pudo convertir en una sucursal de Chedraui. A casua de ello, el inmueble quedó abandonado, con estructuras que se caen a pedazos y unas instalaciones que se convirtieron en baño público.

Durante las noches el lugar resulta peligroso para las familias de la localidad de El Tejar ya que el edificio no cuenta con puertas, ventanas ni ningún tipo de protección, lo que genera que personas desconocidas entren y salgan sin ningún problema.

El salón social huele a orines y a heces fecales pues se convirtió en un baño público utilizado día y noche. Con el paso del tiempo quedó desmantelado por dentro, personas desconocidas se llevaron los ventanales y los marcos de las puertas.

A decir de José Quevedo Murillo, agente municipal de El Tejar, el salón social quedó en el abandono desde inicios de la actual administración municipal que encabeza el alcalde Marcos Isleño.

Dijo que él, en su calidad de agente municipal, pidió la rehabilitación del salón para que los pobladores de El Tejar lo rentaran y le dieran mantenimiento, sin embargo el Ayuntamiento les negó esa posibilidad.

“El salón está abandonado en todo lo que es esta administración, nosotros lo pedimos, sin ningún afán de lucro, lo que queremos es echarlo a andar para que la sociedad lo ocupara porque hace falta un salón de usos múltiples para eventos de escuelas y familiares, hay muchas cosas para las que el salón sirve pero desgraciadamente nos lo negaron el querer echarlo a andar”.

Recordó que el municipio intentó impulsar un proyecto para convertir el inmueble en una sucursal de Chedraui, sin embargo un sector de la población de El Tejar se negó.

En enero de 2024, con 753 votos a favor, 99 en contra y tres nulos, ciudadanos le dieron el "sí" al proyecto que buscaba convertir el salón social de usos múltiples de la localidad de El Tejar de Medellín de Bravo en una sucursal de Chedraui.

En sus redes sociales, el alcalde de Medellín de Bravo, Marcos Isleño, destacó que el domingo 14 de enero de 2024 se celebró la consulta ciudadana a través de la cual se buscó conocer la opinión de las y los ciudadanos medellinenses en relación a la construcción del supermercado.

Días después, otro sector de la población, impulsados por el enemigo político del alcalde, el diputado local Magdaleno Rosales, se manifestaron en contra de que la cadena de supermercados de apropiara del edificio.

Para evitar algún conflicto entre ambos sectores de la sociedad medellinense, Chedraui se echó atrás y decidió no invertir en el proyecto. Al final el salón social quedó en el abandono.