Cuando menos tres de la casi decena de obras de infraestructura que el gobernador Javier Duarte de Ochoa dio a entender que realizará su gobierno, no serán efectuadas por éste, sino que serán por la Federación a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), e incluso ya existe licitación de las mismas.

La autopista Cardel-Poza Rica y la Tuxpan-Ozuluama ya han sido entregadas a la empresa portuguesa Mota-Engil Engenharia e Construçao SA y su subsidiaria Mota-Engil Mexico SA de CV la cual es señalada de problemas financieros en Portugal, que ha provocado caída en la bolsa de valores en dicho país. También es una empresa que estará a cargo de suministrar  varios servicios a la extinta Luz y Fuerza del Centro por costos superiores al mercado en una concesión de la cual no ha querido informar el gobierno federal.

Esto se desprende de los actos de fallo que la SCT otorgó desde el año pasado a dicha empresa y sus subsidiarias para llevar a cabo tales proyectos, por los cuales cobrará poco más de 8 mil millones de pesos.

De igual forma en lo que se refiere a la carretera Minatitlán-Coatzacoalcos, en el programa de obras de la SCT ya tiene contemplada la rehabilitación de esta vía para extenderlo a un bulevar, por lo que parte de las obras anunciadas por el mandatario estatal no serán llevadas a cabo por su gobierno, sino por la Federación.

Desde el 26 de septiembre de 2014, hace casi un año, la SCT anunció al ganador de la licitación de la obra denominada autopista Tuxpan-Tampico, tramo Tuxpan-Ozuluama, la cual se realizará exclusivamente con recursos federales y donde el gobierno estatal no tiene ninguna intervención.

En dicho concurso de licitación participaron cinco compañías, cuatro de origen mexicano y Mota-Engil de capital portugués y fue la ganadora con una propuesta de 3 mil 477 millones de pesos más IVA.

Lo mismo ocurrió con la autopista Cardel-Poza Rica, tramo Laguna Verde-Gutiérrez Zamora, donde la empresa portuguesa Mota-Engil ganó la licitación con una propuesta de 3 mil 470 millones 5 mil 288 pesos más IVA.

En dicha licitación participó sólo otra empresa más de origen mexicano, pero la SCT tampoco la benefició al considerar que su propuesta económica estaba por encima del margen previsto.