Anticipa el Ciesas caída en picada de Veracruz por minigubernatura
Pese a que algunas figuras políticas e incluso expertos han minimizado la transición democrática en la llamada minigubernatura, Ernesto Isunza Vera, director de la Unidad Golfo del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), indica todo lo contrario, advierte que de no tomar medidas pertinentes la crisis financiera y de gobernabilidad en Veracruz podría agravarse en sólo dos años.
“Una gubernatura de dos años no es secundaria, puede ser el tiempo en cual caigamos en picada como estado si no se pone freno al dispendio de recursos y no se detiene la falta de gobierno, yo creo que es clave porque puede acelerar para uno u otro lado las cosas”, dijo.
Manifestó que de no frenarse el uso instrumental de la violencia y de no incluir decisiones de Estado, sin siglas partidistas, dos años serán suficientes para una debacle profunda o por el contrario, un periodo durante el cual se lleven a cabo resoluciones necesarias para reencausar el rumbo de la entidad.
Recordó que luego de lo previsto en materia electoral para los subsecuentes años, con miras a empatar los comicios estatales con el proceso federal, la disputa por el poder político sufriría una transformación más acentuada.
Reconoció que lo que ha acecido en las pasadas contiendas por el gobierno estatal ha traído consigo varios meses de confrontación y uso personalizado de recursos públicos para legitimar un cargo que no se logró por medio de elecciones.
Enfatizó que un panorama optimista sería emparejar y reconducir una gubernatura en 2018 para que iniciara con el terreno equilibrado y con la legitimidad de la que han carecido los últimos gobiernos.
“Pero el escenario posible, que no es muy alejado, sería una caída en picada del estado, una doble disputa y una doble elección en términos de tres años es una locura, el dispendio que se hace no solamente legal sino ilegal en cada elección si se reproduce ahora y dos años después puede ser que las arcas públicas no lo soporten”.
Por ello remarcó que será determinante el actuar del centro-izquierda, “qué va a pasar entre Morena, PT, MC y el PRD de Veracruz es muy importante incluso en la lógica nacional por el peso del padrón de la lista nominal veracruzana en el conjunto nacional, pero también porque es una anticipación de escenarios políticos de alianzas o no en el ámbito federal”.
Todo esto recaerá en consecuencia de los resultados en las próximas elecciones, la forma en cómo se traducirán en proyectos públicos, aportes a la educación, la relación gobierno-Universidad Veracruzana (UV), en investigación, políticas y compromisos concretos con los distintos poderes.
Isunza Vera expuso que el gobierno del estado y la sociedad se encuentran en un punto álgido donde distintos actores están planteando cambiar de tácticas, “algunos para profundizar sus estrategias de robo e impunidad y otros para no dejar que esto suceda, creo que hay muchos actores hartos”.
La disputa de 2018 se define en cinco entidades, una de ellas Veracruz, de modo que “no es cualquier cosa lo que se está disputando en el periodo bianual del 2016”.
Aunque descartó que fuerzas emergentes tengan promisorio horizonte, “son poco repetibles las causas de victoria o derrota de cada partido, esto tiene que ver con situaciones regionales y locales que pueden permitir alternativa en 2016, pero si no es el escenario optimista me parece que estamos en serios problemas”.
Rechazó que tanto las arcas públicas, como el crimen organizado, ciudadanía y la clase política tengan extenso margen de maniobra, “si no hay cambios en el timón en estos dos años podremos llegar a una situación aún más grave de la que estamos viviendo”.
“Tenemos que ver si el gobernador Duarte tiene la estatura de estadista o no, la grandeza para no meterse a las elecciones por ningún candidato, mantenerse neutral y cumplir con un blindaje financiero respecto a los poderes fácticos, sean o no criminales, y lograr que la seguridad implique cada vez más tomas de posición a favor de una ciudadanía activa”.
Según Isunza así se reflejará hasta qué punto es capaz Javier Duarte de contender las fuerzas internas de su partido y en qué medida legisladores y funcionarios locales desenvolverán un rol histórico.
Próxima silla estatal, “juego de futurología”; Morena rompería voto de no alianza
Si bien algunos personajes ya se perfilan como aspirantes al Poder Ejecutivo estatal, de los cuales destacan el “proyecto” Pepe y Héctor Yunes, además de Miguel Ángel Yunes Linares, Isunza indica que adelantar un ganador es un juego de futurología aventurado, empero allí radica el actuar crucial de la izquierda; por otro lado estimó que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) podría quebrantar su voto de no alianzas en la pelea por la estafeta nacional.
Puntualizó que considerando el preámbulo de elecciones convencionales (de seis años) en Veracruz se observa un estado segmentado en tres fracciones, cuyo escenario, dijo, puede replicarse en los próximos comicios.
En entrevista para La Jornada Veracruz, estimó que es posible vislumbrar un Yunes fuerte por el Revolucionario Institucional (PRI), otro Yunes consolidado por Acción Nacional (PAN) y un tercer candidato, si es que se logran hacer coyunturas sólidas.
Sin embargo insistió en que es necesario observar con detenimiento factores como la irrupción de Morena en el clima político y el revés del Partido del Trabajo (PT) por el porcentaje mínimo que consiguió para seguir sus actividades ante el Instituto Nacional Electoral (INE), además del actuar del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) en el planteamiento de otro tipo de alternativa.
“Hay diferentes formas en las cuales la configuración de las candidaturas no sólo depende de los Yunes, yo creo que también depende del papel que va a cumplir el actual gobernador y su equipo”, comentó.
Isunza advirtió que la mitad de la elección se relaciona con la apuesta o no de unidad por definir del centro-izquierda y la otra mitad variará en cuanto al cómo se ajuste el actuar de los tres niveles de gobierno, “tiene que ver en cuanto al arbitrio de unas elecciones limpias y hasta dónde no va a suceder eso”.
A su vez cuestionó el margen de imparcialidad del plebiscito ya que Veracruz no sólo disputa a la tercera entidad de la República con más población sino que es uno de los estados importantes donde no ha cambiado la hegemonía priísta, “simbólicamente puede ser algo en lo que las direcciones nacionales de los partidos jueguen un mayor papel que el que se ha jugado en otros estados”.
Por otra parte, a propósito de Morena y cuestionado ante la posibilidad de actuación de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el hipotético de lograr la Presidencia, dijo que sin duda existen múltiples variables en juego, pero en su opinión descartó que la promesa de prescindir de pactos con otros partidos se cumpla a cabalidad.
“No creo que eso vaya a pasar, yo creo de aquí al 2018, si bien fue un gran inicio de historia por disputa de puestos de Morena, no fue del tamaño que hubiera sido necesario para pensar ‘vamos solos’ con una candidatura victoriosa, necesitan definir estrategias”.
Entre éstas, acotó, fortalecer al partido a lo largo del país, no permitir que fuerzas consolidadas con sus propias clientelas se apropien de su aparato interno y vigorizar sus estructuras locales así como las delegaciones que tienen en la ciudad de México; asimismo, activos políticos petistas podrían recaer finalmente en Morena.
Previó que lo que acontezca en el Distrito Federal a partir de la mayoría de Morena “será analizado con cuchillo” con el modo de gobierno que tenía el sol azteca y las delegaciones duras de los otros partidos.
Lastres en Veracruz, la herencia de Duarte
Ante el entorno de inseguridad sumado al severo endeudamiento y crisis económica para el próximo gobierno, el investigador señaló que es diáfano el nivel de la desarticulación de las funciones del estado y estimó que sacar a Veracruz del atolladero no es imposible pero sí apremian cambios.
Comentó que podrían ser implementadas medidas radicales de lucha contra la corrupción, la profesionalización del servicio público y el estado de derecho de cara a la aplicación del nuevo sistema de justicia penal acusatorio; aunado, disposiciones contra la evasión fiscal.
“Sanear las finanzas públicas sin que implique pegarle a los programas sociales, que sean incontrovertibles, es decir, que tengan un padrón de beneficiarios que no tenga uso político de ésos recursos; hay muchas cosas por hacer que no dependen de inyecciones extraordinarias de dinero”.
Reconfiguración de la política, ruptura de la hegemonía priísta
Tras el cómputo final del INE en comicios intermedios y luego de “adversidades épicas” (según Lorenzo Córdova), Isunza Vera infiere que con todo y la mayoría del PRI y sus aliados hay una ruptura significativa al ya no poder gobernar por sí mismo, además de la reestructuración antedicha del llamado sistema “de dos partidos y medio” se diversifica al profundizarse la segregación de la izquierda.
La pérdida de votos del tricolor es equilibrada por su alianza con el Verde Ecologista de México (PVEM) en cuyo proceso apuesta por que ejecute sus trampas de modo que el castigo, si grave, no deslegitime al partido del presidente.
“Sí hay una victoria de las viejas fuerzas del régimen político basado en trampas, control corporativo, ilegalidad, pero no es suficiente por sí mismo, la única forma con la que van a poder mantener el control sencillo de la Ccámara de Diputados es con una tercera fuerza, la franquicia del magisterio (Partido Nueva Alianza, Panal)”, expuso.
El investigador plantea que hay una recomposición del costo político de hacer trampa, lo que revela que el mecanismo de ilegalidad fue contener el voto de castigo del Panal lo que permite al tricolor virtual mayoría.
Apunta que AN, incluso al conservar los bastiones del panismo, “no termina de levantar cabeza” por lo que será concluyente su liderazgo; añadió que es interesante que el senador Javier Corral revele sus intenciones por buscar la dirigencia nacional del blanquiazul cuando la ex primera dama de México, Margarita Zavala, se perfila como aspirante a la Presidencia nacional y simboliza su antagónico.
Aún está por verse, hasta mediados de julio, si el PT logra impugnaciones que le permitirían escaños en el Congreso de la Unión y así garantizar o no el poder de la Cámara baja del influjo priísta.
Kumamoto y El Bronco, “victorias polarizadas”
Isunza Vera externó que se debe profundizar en las campañas de los candidatos independientes que lograron triunfar, como Pedro Kumamoto y Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, en lugar de ahondar en cuestiones superficiales puesto que su relevancia radica en engendrar nuevas formas de participación en la política.
De entrada reconoció que la reforma electoral responde al cierre de opciones a la inclusión de fracciones que carecían de espacios, la cual permite un plebiscito menos predecible, pero se vislumbra aún que las formas tradicionales de hacer política siguen muy arraigadas.
“Aunque el proceso reviste pinceladas de innovación, la estructura del régimen de representación tiene una gran carencia de mecanismos deliberativos en los que la ciudadanía pueda tener bajo control a los servidores públicos y a las políticas públicas”.
Por su lado, el voto nulo baja un poco de manera porcentual, mas se mantiene al punto de equiparar y ganarle a algunos partidos; conjuntamente, hubo menos abstencionismo del esperado.
El investigador consideró que aun cuando el voto nulo es una expresión completamente válida por su significado y uso, difícilmente pondrá en jaque al régimen representativo.
Resaltó que lo que revelan las candidaturas independientes exitosas podría conllevar a disputas intrapartidarias que muestren nuevos rostros y también abre la posibilidad a la intervención de otros sectores en una manera poco ortodoxa de hacer política en México.
Destacó que de los arquetipos presentados “en un primer ensayo” Kumamoto y El Bronco son ejemplos cuya configuración de victorias surge de manera polarizada.
Más allá de los elementos de cultura del discurso populista y el estereotipo de dichos personajes, señaló, en el modelo Kumamoto se advierten redes de trabajo previo organizado, votantes de orígenes y grupos más diversificados cuyo proyecto conjuntó las necesidades de la ciudadanía.
En el caso de El Bronco, quien tenía décadas de militancia en el PRI, se explotan otros ingredientes como el anhelo de valores compartidos no ajenos ni novedosos aunado al hartazgo, “no hay una gramática política, es decir no hay cambio en el sentido de hacer política, quienes votaron por él no son una fuerza organizada ni asociativa permanente”.
Al mismo tiempo observó que es menester desmitificar la etiqueta de “candidato independiente” con virtudes mesiánicas por el hecho de que va por su cuenta y que por ello se rechace a los partidos y sus modos primigenios.



