Una mala calidad de vida, bajos salarios y la percepción negativa de la ciudadanía son factores que influyen en el desempeño de los policías municipales.

En la región, las deficiencias son notables: tienen una mala imagen, se les cuestiona por su trato con prepotencia, por el desconocimiento de las leyes –derivado de la poca capacitación– y los ayuntamientos no se preocupan porque tengan mejores prestaciones como el resto de sus empleados.

EL MUNDO investigó las condiciones en que se desempeñan los policías municipales, y encontró que trabajan 24 por 24 horas, sin las prestaciones de ley como son vacaciones, un contrato laboral, seguro de vida, prestación de vivienda, herramientas de trabajo… muy poco o nada. 

En algunos municipios no les han dado uniformes porque lucen malgastados; necesitan de mayores incentivos económicos y laborales, y sus espacios de trabajo no son adecuados porque no hay mobiliario y los chalecos antibalas son insuficientes.

En Río Blanco, por ejemplo, tienen un salario quincenal de 2,500 pesos, no cuentan con seguro de vida ni derecho a pensión; tampoco tienen derecho a vacaciones ni un contrato laboral; por eso, cuando los dan de baja no tienen derecho a finiquito, aseguró una fuente anónima.

En Nogales les pagan un poco más (3 mil quincenales promedio), aunque según el alcalde, Antonio Bonilla Arriaga, les entregan uniformes y envían a capacitarse a Xalapa.

En Ciudad Mendoza, su salario alcanza los 3,250 pesos quincenales pero tampoco cuentan con Seguro, ni de vida ni de salud; no tienen derecho a Infonavit ni otras prestaciones y, al igual que en el resto de los municipios de la región, trabajan 24 horas y descansan 24.

Ixtaczoquitlán y Orizaba ofrecen mejores condiciones laborales a sus policías, con mejores sueldos y prestaciones, así como un mejor equipo.

Sin embargo, tampoco en estos municipios cuentan con el beneficio del Infonavit ni seguridad social, aunque en Orizaba disponen de un seguro de vida, de acuerdo con las autoridades municipales.