Reclaman activistas falta de sentido humanista a la política migratoria
Río Blanco, Ver.- La política migratoria del gobierno de Enrique Peña Nieto aumentó el índice de asesinatos, extorsiones y secuestros de migrantes a su paso por territorio nacional; su intención de solamente “contener el flujo migratorio” provoca que los indocumentados “usen rutas más peligrosas en donde aumenta su vulnerabilidad”; a México “le hace falta un sentido humanista”, refirieron los activistas sociales Pablo Enrique Cisneros Valdez y Luis Rodrigo Ibarra, que recorren la ruta de migrantes desde Centroamérica. Esa falta de sentido humano que caracteriza a la política migratoria del país tiene muchas consecuencias que impactan en los migrantes en su paso por Veracruz.
Esa política hace que los indocumentados “busquen otras rutas de migración en donde hay mayor vulnerabilidad, sobre todo porque en esos caminos es en donde no hay vigilancia de activistas sociales, están más indefensos a las extorsiones, a los secuestros, a los ataques sexuales a las mujeres, a ser asesinados y a todo lo que sabemos que ocurre”.
La situación de los migrantes, dijo, “es muy complicada. En las rutas de flujo cada vez hay más cárteles que les cobran las llamadas cuotas de paso. Esas cuotas no se hacen esperar, hay puntos -en el trazo ferroviario- en que los migrantes bajan a descansar y son asaltados, golpeados”.
Si el gobierno mexicano diera un sentido humano a su política migratoria, la situación sería otra. “Hoy la gente debe poder migrar de sus lugares de origen en busca de mejores condiciones económicas. Es un derecho sobre todo cuando no encuentras las herramientas de subsistencia en tu lugar de origen, si México hiciera una verdadera política migratoria, podríamos desarrollar un flujo migratorio más fácil”.
“En México la política migratoria es muy laxa, no hay interés humano en atender las necesidades de los migrantes, la actividad se redujo a tratar de contenerlos, tratar de cuidar que no pasen y eso provoca que se vayan por rutas más peligrosas, ahí son más vulnerables a los delitos que se cometen en contra de ellos”, declaró.
Este problema se podría evitar si nuestro país cambiara su política migratoria, “si fuera más con el sentido humano, la situación estaría cambiando. La gente está en el derecho de migrar, de buscar mejores condiciones de vida para ellos y sus familias, pero no es correcto que personas ajenas se aprovechen de la misma situación”.
Ambos activistas realizan una ruta desde el centro del país hasta países de Sudamérica, “con actividades culturales y de alimentación. El viaje es un proyecto, es una ruta que nace para recabar procesos de agricultura tradicional en Latinoamérica y Centroamérica y Sudamérica, ése es nuestro interés, pero mientras llegamos a esa zona, contactamos con Amnistía Internacional (AI) y decidimos sumarnos a las campañas de difusión sobre el paso migratorio en su ruta en México”.
“La chamba que vamos hacer con Amnistía Internacional es recolectar la información de primera mano, entrevistar a los encargados de las casas de migrantes o bien aquellos migrantes que quieran hablar con nosotros, platicarnos sus experiencias”.
Señaló que ya han visitado tres casas migrantes, “y por ejemplo en el estado de Hidalgo nos dijeron que el flujo de migrantes en ese estado bajó, sobre todo de mujeres y niños. Hoy sólo están llegando hombres y algunos de ellos prefieren quedarse a vivir en México, buscar un trabajo porque les es muy difícil llegar a los Estados Unidos”.



