“En la mañana me puse a llorar”. “La verdad no tengo para dónde irme”, expresa entre sollozos Plácida Vázquez Herrera, de 90 años, quien con su familia cumplieron un año de ser desalojados de su casa por el Ayuntamiento de Orizaba.

La vivienda estaba ubicada en prolongación de Sur 35, en Rincón Grande, donde ahora se encuentra un baldío.

Plácida vive bajo unas lonas, en un lote que comparte con cerdos, perros y otros animales.

El 19 de agosto se cumplió un año desde que el Ayuntamiento, bajo la administración de Hugo Chahín, los desalojó del predio que les donó el 16 de noviembre de 1999, por la administración municipal de Angel Escudero Stadelmann.  El día 20 del mismo mes llegaron al patio donde ahora se encuentran.

La familia ha pedido apoyo al diputado Alejandro Zairick, así como de las autoridades municipales sin recibir respuesta. “Quieren que pongamos a un licenciado, pero ¿de dónde vamos a pagar eso?”, se lamenta.

Vázquez Herrera, quien paga 500 pesos de renta por un pedazo de tierra de cinco metros cuadrados donde vivir bajo unas lonas, indica que la dueña del terreno ya les solicitó el lugar.

Pero no tienen otro lugar a dónde irse a vivir. El lote está ubicado en Rincón Chico, sobre prolongación de Sur 35. Lo comparte con su hija Hilda y su yerno Horacio

Ambos trabajan, sin embargo dice que “trabajan para ellos”, mientras que ella y don Fernando Chávez, un amigo de la familia quien sufre una incapacidad no puede trabajar, apenas alcanzan a vivir de vender animales.

“Apenas vendimos un cerdito porque ya nos apretaba el zapato con la renta”. Le pagaron mil pesos.

“Si estuviera joven me pondría a trabajar, pero me quitaron mi terreno injustamente”, dice llorando.