Medidas del SAT a iglesias, “atentan contra Dios”, advierten evangélicos sobrevigilancia
Veracruz, Ver.- La nueva disposición federal que obliga a las asociaciones religiosas a informar al Servicio de Administración Tributaria (SAT) sobre sus ingresos de manera digital es un atentado contra Dios, afirmó Jacob Hernández Huerta, ministro evangélico de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México.
Además advirtió que los funcionarios que lo apoyen están poniendo en riesgo su integridad, pues como castigo divino podrían sufrir enfermedades incurable e incluso plagas como las que Dios envió a Egipto.
“No han entendido los funcionarios de Hacienda que este dinero es de Dios, se atreven ellos a cobrarle un impuesto a Dios (...) los impíos y los pecadores, los injustos, no pueden meter la mano en las cosas de Dios, se están arriesgando a que tenga algún juicio sobre ellos, por querer manejar las propiedades que Dios le ha conferido a su pueblo”, remarcó.
“Ese impuesto no debe prevalecer, no solamente pueden ser excomulgados, pueden venir sobre ellos enfermedades incurables como la sarna maligna, plaga de piojos y úlceras en Egipto”, comentó.
El representante de los evangélicos aseguró que aunque no están de acuerdo con la medida, no realizarán ningún tipo de manifestación pues acatarán lo que el gobierno les indique.
“No creemos que la función de la Iglesia sea entrar en manifestaciones, queremos que el gobierno reflexione y nos libere de este atentado contra los principios religiosos y cristianos, contra la libertad de culto”, aseguró.
“El pueblo evangélico es noble, no la aceptamos, no vamos a ampararnos y a hacer marchas, estamos tratando de adecuarnos a lo que dice el gobierno, pero quiero aclarar que es injusto porque atentan contra Dios, en lo que se pueda vamos a acatar”, comentó.
De acuerdo con esta nueva disposición fiscal, en el caso de las limosnas, la Iglesia deberá emitir un comprobante fiscal al público en general y determinar si es por día, semana o mes; así comprobarán los ingresos.
Hernández Huerta afirmó que les afecta porque distraerá su economía y tiempo, pues las personas dedicadas al trabajo de la Iglesia se les ocupará en un trabajo que no es rentable ni fructífero para fe.
Invitó al presidente Enrique Peña Nieto a reflexionar y derogar ese acuerdo para dejarlos trabajar sin una sobrevigilancia de las congregaciones.
Afirmó que la propuesta es gestionar una cercanía entre el gobierno y las asociaciones religiosas para garantizar transparencia.
“Estamos dispuestos a ayudarles (a distinguir) qué iglesias son, la secta y denominación, para identificar cada función, para que puedan ejercer supervisión para que no haya malos manejos”, enfatizó.
El ministro evangélico afirmó que la vigilancia sí es posible; sin embargo las iglesias mantienen en orden su documentación y manejos, por lo que no temen que los agarren mal parados con esta declaración de impuestos.



