La sociedad tiene ya un punto de encuentro: el rechazo total a la creación del llamado Pemexproa.

Sectores de la ciudad lo ven como más endeudamiento y un duro golpe a los mexicanos debido a que el Gobierno federal asumiría una parte de los pasivos laborales de las paraestatales Pemex y CFE.

A la fecha, los pasivos representan 1 billón 153 mil millones de pesos de Pemex y 600 mil millones de pesos de CFE, es decir unos 1 billón 753 mil millones de pesos.

Sólo como referente, la deuda actual del Fobaproa, creado en 2000 para rescatar a los bancos, asciende a entre 700 y 800 mil millones de pesos… menos de la mitad de lo que se pretende pagar por los pasivos con el Pemexproa.

Para el vicepresidente de Canacintra, Octavio Gracián Malpica, es muy riesgoso que nuevamente el Gobierno cubra esos pasivos porque las finanzas nacionales se ven afectadas, y es un duro golpe para la economía nacional.

En tanto el secretario del Trabajo del Comité Estatal de Morena, Víctor Ramos, señaló que el Gobierno federal está haciendo una limpieza financiera de Pemex para que las nuevas compañías que van a invertir, encuentren mano de obra barata y tener una competencia desleal frente a Pemex: “implica que haya despidos de personal”, remató.