Detrás de la Orizaba progresista, contemporánea y con fuertes ambiciones económicas, está otra ciudad que pocos quieren voltear a ver.

El Complejo Deportivo de Orizaba marca la diferencia entre lo que se pregona y "la otra Orizaba".

Donde termina el CDO Sur, como por arte de magia se acaban el pavimento, servicios para los ciudadanos y el progreso.

Se trata de la colonia Nuevo Nicolás Bravo, perteneciente a Rincón Grande; allí familias de campesinos dedicados al cultivo de chayote y quienes viven la necesidad un día sí y otro también se han acostumbrado a vivir en la Orizaba de los marginados, esa que no tiene drenaje ni alumbrado público, y donde el servicio de basura pasa, si bien les va, una vez cada 15 días.

Sólo de agua potable y luz disfrutan algunas -no todas las- familias, pues hay quienes por falta de dinero no contrataron el servicio de agua y se abastecen a través de un pozo.

Zenón Tehuintle, vecino del lugar, dice que la zona donde viven está catalogada como área irregular; sin embargo, pagan sus impuestos, drenaje y alcantarillado aunque las autoridades no les brinden los servicios básicos.

"De drenaje nos cobran como 300 pesos; nos dicen que no nos dan servicio porque es una colonia irregular y debemos de pagar todo lo que debemos, pero nos cobran los servicios", aseguró. "Nos conocen cuando vamos a pagar, pero aquí no se acuerdan de nosotros", se queja por su parte Rosalba Tzitzihua, otra vecina.

Lamentaron que al norte de la ciudad y al Centro Histórico se le estén inyectando recursos públicos y haya colonias como en la que ellos viven, en donde no se han canalizado obras.

Don Carlos por su parte, relató que en contraste con otras zonas de la ciudad, en esta colonia no hay alumbrado público; no hay drenaje, utilizan fosa séptica... Hay un olvido por parte de las autoridades pero nada pueden hacer, pues aun cuando pagan sus impuestos simplemente no cuentan con los servicios porque "dicen que son irregulares".

"Esta es la otra Orizaba, aquí cambia mucho, aquí no nos hace caso el Municipio, somos como rancheros más bien". Zenón Tehuintle, vecino de la Colonia Nuevo Nicolás Bravo