El “road show” de Benjamín Salinas

  • Los medios bajo la lupa
Análisis de medios.

Alcanzó la portada en el más reciente número de la revista “Forbes”, mostrando un gesto decidido. Nos dicen que en los próximos días lo veremos también en “Expansión”. Porque Televisión Azteca decidió hacer ruido en bien de la imagen de Benjamín Salinas Sada, quien encabeza Televisión Azteca y es hijo de Ricardo Salinas Pliego, presidente del Grupo Salinas.

El argumento de esta presencia inducida en medios es que se ha dado a conocer el primer balance anual ya con Salinas Sada al frente de la empresa, que conduce desde noviembre de 2015.

La conversación con “Forbes” fluye sin tropiezos y ofrece datos bien empaquetados, algunos de ellos no cómodos para esa televisora. Pero el punto difícil de digerir es el monto de la deuda a corto plazo que pesa sobre la flamante administración del CEO de Azteca: 300 millones de dólares que vencen el próximo año.

La compañía logró pagar en pesos algo así como el 15% de ese compromiso. Pero en el mercado nos dicen que esa empresa tiene casi 85% de sus ingresos en pesos y sólo la diferencia en la divisa extranjera. Por lo que en una época de dinero caro, se verá en la urgencia de contratar más deuda en dólares, a mayor largo plazo y riesgo, para atender la urgencia inmediata.

Será hasta entonces que Salinas Sada logre respirar más tranquilo, lo que le permitirá empezar a aterrizar algunos de los cambios tan anunciados en esa televisora, pero hasta ahora sólo son incipientemente vistos en la pantalla. Porque Azteca ha sido más exitosa en fabricar diputados y senadores que aspiran –infructuosamente- a ser gobernadores, que programas con penetración que atraigan ingresos frescos.

Adicionalmente, Azteca carece de un proyecto de televisión restringida propia –por cable, que es la que más crece en ingresos-, a diferencia de Televisa. Y comparte con ésta las penurias de no contar con una apuesta importante en los sistemas OTT, como Netflix.

De ahí que en este momento pueda ser una idea pasear al CEO de Azteca en medios importantes para enviar una señal de tranquilidad que atraiga la confianza de accionistas y anunciantes.

En mayo de 2007 el diario “Cambio” de Hermosillo, Sonora, recién adquirido por el consorcio Organización Editorial Mexicana (OEM), que presidía el ya fallecido empresario Mario Vázquez Raña, anunció su cierre definitivo alegando la inseguridad desatada en la entidad, lo que en los días previos había incluido la misteriosa explosión de dos granadas en el estacionamiento de la sede del periódico.

El hecho fue tomado como parte de la picaresca regional, pues era público que el periódico, ya bajo manos de la OEM, había protagonizado en los meses previos un juego de pulsos con el gobierno del priísta Eduardo Bours, en pos de mayor publicidad.

Se trató pues de una salida airosa, con el valor agregado de colgar la muerte de un diario al legado del entonces mandatario, cuyo partido político perdería a la postre la gubernatura en medio de una fractura interna.

El cierre del diario “Norte” de Ciudad Juárez en el contexto del asesinato de la periodista Miroslava Breach parece seguir la misma pauta y utilizar esta tragedia para tender un cortina de humo sobre una historia un tanto oscura.

“Norte”, propiedad del empresario Óscar Cantú, fue un proyecto que gozó de amplios presupuestos publicitarios en el gobierno del priista César Duarte, pero que según indicios múltiples, fueron dedicados a un esquema muy relajado de administración, todo lo cual entró en predicamento con la alternancia en el gobierno y la llegada del panista Javier Corral, que ha reducido sus gastos en propaganda, excepción hecha de unos cuantos medios locales y nacionales, entre ellos la televisión.

Es verdad que la inseguridad en el estado ha mostrado un fuerte repunte en los meses recientes. Lo es también que la administración Corral poco o nada ha hecho para dar mayores garantías al tema de la seguridad de los periodistas o contra la impunidad que domina a los muchos casos de atentados ocurridos en ese estado. Sin embargo, como lo documentó hace días un reporte del diario norteamericano “The New York Times”, lo del “Norte” tiene una dosis de oportunismo imposible de ocultar.

…..

Diarios capitalinos ubicados en la parte media y baja de la tabla de penetración están exhibiendo un inopinado giro en su política editorial, y en particular un énfasis más crítico en su manejo de las noticias ligadas con el gobierno federal y el presidente Enrique Peña Nieto.

 

En otros casos, el cambio se muestra en encuestas, sean presidenciables o estatales, donde los actores mencionados dan brincos notables en lapsos sumamente breves, lo que parece sugerir un “cuchareo” en las cifras.

Los rumores en la industria es que existe un reordenamiento en la política gubernamental en materia de inversiones publicitarias, una determinación que de confirmarse, estaría radicada en la oficina del vocero presidencial Eduardo Sánchez, en Los Pinos. Y que de ahí tanto brinco y nerviosismo. Así que si usted se extraña en estos días con encabezados y columnas, recuerde ese viejo principio de los políticos: “Lo que no es lógico, es metálico”.

Anteriores

Los medios bajo la lupa

"Los medios bajo la lupa" es una columna que emprende una línea de trabajo común, incluso tradicional, en el periodismo internacional, pero escasa en México: la cobertura por parte de los medios sobre lo que ocurre con los medios mismos. En un momento clave de la transición mediática en todo el mundo, creemos que este ejercicio debe complementar nuestra tarea periodística y profesional. "Los medios bajo la lupa" aparecerá los miércoles, pero no en estricta forma periódica. Se integra con reportes desarrollados por integrantes de Redacción de "La Silla Rota" y por aportaciones de diversos colaboradores.