Manzur: el delfín del gobernador también delinque

  • Mussio Cárdenas Arellano

Manzur, el delfín de Javier Duarte, también es sórdido. Se roba elecciones, usa a los ancianos —son “oro molido” electoral—, suplanta identidad, se vale de facturas apócrifas y se agencia millones. Por eso está en el gang.

Demoledor el nuevo escándalo que devela una empresaria, Juana Cancio Cabrera, quien acusa al ex alcalde de Boca del Río y dos operadores de usar sus registros fiscales, duplicar facturas, usar el nombre de la negociación, cobrar cheques y meterla en un lío con la Secretaría de Hacienda federal.

Le imputa al frustrado delfín de la sucesión, Salvador Manzur Díaz, una trama de novela con desenlace incierto, quizá carcelario, que describe la rapacidad de la pandilla duartista que no sólo robó en el seno del gobierno de Veracruz, sino hasta donde sus tentáculos llegaron.

Un día, por la mano del duartista, Juana Cancio se convirtió en morosa fiscal, quizá evasora, quizá embargada, quizá candidata a pasar años en prisión.

De la noche a la mañana se halló con un adeudo fiscal de 30 mil pesos, según requerimiento que llegó a sus manos. No cuadraban sus cuentas. No imaginaba lo que estaba por venir.

Indagó, vía la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon), y supo entonces que el problema es infinitamente mayor. Debe cinco millones de pesos más multas, accesorios y recargos.

Implica el caso a Manzur Díaz y a dos allegados: el ex director de Gobernación, Felipe Sosa Mora, y el titular de Obras, Sergio Flores, a quienes se les imputa hace cobrado los cheques de manera directa.

Su historia es otro filón del atraco duartista, protagonizado por el fallido delfín de la sucesión, ex secretario de Finanzas del Gobierno de Veracruz, hoy delegado de Banobras, sobre el que la Procuraduría General de la República mantiene una línea de investigación por desvío de recursos públicos.

Manzur Díaz, alcalde de Boca del Río de 2011 a 2013, goza de deplorable fama, reñido con la ética política. Su gang deriva del duartismo y le llaman los “Ladrones de Elecciones”.

Su víctima, Juana Cancio Cabrera, revela cómo le robaron su identidad, dispusieron de facturas, cobraron a su nombre y la embarcaron en un lío fiscal del que no sabe si podrá salir.

Su caso lo resume el portal Al Calor Político y en él Juana Cancio evidencia la mecánica del fraude fiscal:

“Supuestamente —dice la empresaria— yo trabajé con tres empresas. Con la empresa Constructora y Renovadora Vial, Multiservicios Industriales del Puerto y Municipio de Boca del Río. En todas ellas son cobros grandes, pero la más exagerada es la del municipio de Boca del Río, que son de seis millones 585 mil pesos, de los cuales yo no recibí ningún centavo, de las cuales yo no expedí ninguna factura”.

Supuestamente, porque era ajena a esas operaciones. Juana Cancio se percató de que eran sus “clientes” cuando acudió a indagar en Hacienda federal y le fue relevado cuánto le habían pagado a su empresa, Servicios y Mantenimiento.

Teóricamente le pagaron a Servicios y Mantenimiento, usando su registro fiscal, pero los millones de pesos, una buena parte de los cuales salieron de las arcas del ayuntamiento de Boca del Río, no se hallaban en la contabilidad de Juana Cancio.

Agrega el portal xalapeño:

“La empresaria explicó que hace tres meses acudió a la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente a pedir un abogado de oficio, porque el SAT le hacía un requerimiento a su empresa de 30 mil pesos de multa por dar mal algunas declaraciones ante Hacienda.

“Detalló que cuando la abogada revisó su expediente, le notificó que no sólo debía a Hacienda esos 30 mil pesos, que tenía además una deuda millonaria que podía provocar que fuera a prisión.

“ ‘Yo del millar de facturas que hice, del 2011, del 11 de marzo que yo me di de alta en Hacienda, expedí, máximo unas 80 facturas, entre ellas como 25 ó 30 canceladas; no puede ser que yo tenga ese adeudo en Hacienda’.

“Y agregó que: ‘en Banamex y en HSBC, por cada factura, hay facturas que son de un millón y medio, de un millón 800, con los números de folios [de facturas], que yo tengo en mi poder. Yo nada más ocupé 80 facturas y esas son de las 325 a la 545, las facturas expedidas’ ”.

O sea, Constructora y Renovadora Vial, Multiservicios Industriales del Puerto y Municipio de Boca del Río presuntamente le habrían pagado con cargo a facturas que ella aún tiene en su poder y que nunca utilizó.

Refiere Al Calor Político:

“Negó que ella se prestara a ser prestanombres de algún funcionario o empresario y reconoció que es dueña de la empresa Servicios y Mantenimientos, pero nunca trabajó con el Ayuntamiento, ni ha facturado miles de pesos”.

Y Juana Cancio acusa directamente al ex alcalde Manzur:

“Salvador Manzur, Felipe Sosa Mora y Sergio Flores son los que iban a cobrar los cheques”.

No precisa cómo acredita que Manzur Díaz y socios hayan cobrado los cheques millonarios.

Responde Salvador Mazur que lo suyo no es el fraude, ni tiene inclinación por el robo de identidad.

Se sabe denunciado ante la Fiscalía General de Veracruz, ahí donde el duartismo aún manda, donde “Culín” encubre a los rufianes del clan. De ahí que el delfín frustrado se ponga en manos del fiscal Luis Ángel Bravo Contreras.

“Desconozco completamente el asunto —expresa Manzur—, sólo me he enterado por las declaraciones de la señora por los medios de comunicación, por lo tanto, soy el más interesado en que este tema se aclare.

“Pido, que si ya se presentó una denuncia, como he leído en los medios de comunicación, que la Fiscalía investigue completamente este asunto. Yo estoy tranquilo, porque sé que en mi administración no me enteré de ninguna acción que se hiciera fuera de la legalida.

“Hay algunos temas que están fuera de lugar, como el que me estén denunciado a mí por cobrar unos cheques de una señora que no conozco ni identifico. Es un asunto que yo sí pido a la autoridad correspondiente, a la Fiscalía, que investigue a detalle, que se aclare y que se llegue al fondo del asunto.

“Estoy dispuesto a colaborar y a que la Fiscalía pueda realizar su trabajo correctamente y que este tema pueda llegar a una conclusión”.

Trae Manzur Díaz su amparo bajo el brazo, temeroso que la PGR lo aprehenda por la denuncia del gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares contra Javier Duarte y su pandilla, y ahora lo pesca una empresaria por el robo de identidad en una trama perversa que la convirtió en morosa fiscal por más de cinco millones de pesos.

Andar en el bajo mundo del duartismo le viene bien. Un video y otros audios evidenciaron a Manzur Díaz, el 22 de marzo de 2013, como un ladrón electoral, usando los padrones de los programas sociales federales para obligar a votar por el PRI, la coacción que prohibe la ley.

“Son oro molido”, dijo de la pensión a adultos mayores. Y lo explicó: vota el beneficiario y votan los familiares por el PRI.

A ese episodio, difundido en redes sociales por el panismo, espectáculo de corrupción en la prensa nacional, le llamaron“Ladrones de Elecciones”.

Lo pilla Miguel Ángel Yunes Linares, acusado de malversar recursos que habrían sido lavados con la compra de inmuebles en México, Estados Unidos y España a través de una red de prestanombres. Manzur Díaz fue el poderosísimo secretario de Finanzas de Javier Duarte.

Tan rapaz como Javier Duarte, su amigo y jefe, Manzur Díaz habría sido el candidato del PRI al gobierno de Veracruz. Era el delfín de la sucesión. Era el cómplice a modo.

Y si a Javier Duarte no lo hubiera devorado la ambición, ni incurrido en el saqueo, ni consentido a los cárteles del narco, la violencia y el baño de sangre, ni quebrado las finanzas, quizá el PRI no habría perdido la elección. Y Manzur sería hoy el gobernador electo de Veracruz.

Sucias sus manos, perseguido por la PGR, implicado en la denuncia yunista y el hallazgo de las empresas fantasma que cobraron 645 millones de pesos, según investigación del portal Animal Político, Salvador Manzur arrastra otras acusaciones más: robo de identidad, uso ilegal de un registro fiscal y desvío de más de 5 millones de pesos del ayuntamiento de Boca del Río.

También el delfín delinque.

Archivo muerto

Descomunal el robo, no le da al gobierno duartista para saldar sus cuentas. Cierra así la oficina de Hacienda del Estado en Coatzacoalcos, por razones de fuerza mayor, con un candado en sus puertas y un guardia privado, la forma extrema y radical en que el dueño del local exige que le sean liquidados 15 meses de renta por parte de la morosa Secretaría de Finanzas y Planeación del gobierno de Veracruz. Por la mañana de este jueves 29, quienes acudían a la Oficina de Hacienda del Estado se quedaban perplejos, indignados, azorados, observando la clausura virtual. El dueño del inmueble es Ángel Estrada, a quien le adeuda una millonada el régimen duartista. Decenas de taxistas no pudieron pagar los derechos de sus placas; otro tantos ciudadanos se vieron impedidos de incorporarse como contribuyentes y algunos más dejaron de pagar impuestos. Eso sí, si el ciudadano se retrasa o no cumple con sus Obligaciones fiscales, Sefiplan se le va encima. Y si Sefiplan no cumple, hay que apretarlo. Insólito que una oficina de Hacienda estatal sea clausurada por el arrendador, con candado y vigilante… De pleito en pleito, construye la pastora Lucy su camino al cielo. No sale de una cuando se mete en otra. No se disipan los tufos de la sospecha, el morbo que suscitó el crimen de su esposo, el pastor Claudio Martínez Morales, hará dos años, las voces que la hicieron pasar de víctima a victimaria, cuando la conferencista evangélica ya se trenza en público con otro inefable, el suegro incómodo del agonizante duartismo, Tony Macías. No le gustó a Lucy Enríquez viuda de Martínez que el diario El Heraldo, de los Sánchez Macías, le cobrara por supuestos servicios de publicidad, y de ahí se lanzó la señora contra el empresario, suponiendo que por el apellido es el dueño del rotativo. Hasta la iglesia en terrenos del Parque Tecnológico Puerto México se vino abajo. Algo rijosa la santa Lucy, se bronqueó con la familia del difunto Claudio por el control de la Comunidad de Dios, los diezmos y la gloria eterna; con el Clan Quintanilla y su patriarca, Jaime de todas las transas, por su negativa a pagar mensualidades completas, y luego ni eso, en la operación de compra-venta de lo que en su tiempo fue Medicentro, pese a que dinero le sobraba pues acaba de vender en varios millones el hogar conyugal y los departamentos adyacentes. Y así el rosario de conflictos, aunque nada tan grave, gravísimo, como eso de imputarle a cuatro trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad la autoría del crimen, “reconociéndolos” pese a que los asesinos se cubrían el rostro. Mínimo la hubieran denunciado por daño moral, pues con su espiritualísimo testimonio los refundió en prisión más de un año hasta que un juez les otorgó el amparo que les devolvió la libertad. Qué manera de ganarse el cielo… A oscuras también se gobierna. Miércoles 28, corta Comisión Federal de Electricidad suministro de energía eléctrica al palacio municipal de Coatzacoalcos. En cosa de minutos el área de Alumbrado del ayuntamiento restablece el servicio. Medianoche del jueves 29, personal de CFE realiza un nuevo corte de luz, ahora en Tesorería. Lo niega el alcalde Joaquín Caballero, pero trasluce profundo malestar contra la empresa que abastece el servicio eléctrico. Sostiene que no debiera cortarle la luz a las escuelas públicas, que es ir contra la educación, que afecta a los niños. Sin embargo, las versiones sobre el corte por parte de CFE son coincidentes: se quedó sin luz el palacio municipal, a la medianoche del miércoles 29, siendo restablecido el servicio por elementos de Alumbrado Público, y se repitió la acción el jueves en Tesorería. Así, más o menos, hicieron terminar los priistas a Armando Rotter Maldonado su gestión, en el año 2000. Sólo que el empresario era del PRD. Ahora es fuego amigo…

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