Este #4Junio en PozaRica tendremos la oportunidad de elegir un nuevo presidente municipal para el periodo 2018-2021, y nuevamente tendremos que basar nuestra elección en  “Votar por el partido o candidato menos malo, lo cual equivale a comprar la fruta menos podrida en el supermercado”. 

El problema en Poza Rica  radica en que nos hemos mal acostumbrado a lo menos peor y es triste en realidad; porque tenemos esa tendencia a aceptar lo que nos dan los partidos políticos sin exigir lo que realmente uno quiere. 

Este paradigma no es de ahorita ¿cuántas veces  nos ha sucedido que como consumidores que somos, compramos algo y esto no es lo que esperábamos? y nos quedamos callados, no lo decimos; simplemente nos conformamos con ello, nos gana la apatía, la indiferencia o la  irresponsabilidad de reclamar y exigir lo que realmente merecemos como ciudadanos. Mi inteligencia emocional  no permite que si no hay de otra tenga  que “conformarme con  la fruta menos podrida”. 

Exigir o pensar diferente no es algo muy común en la idiosincrasia de los ciudadanos, y  te hace acreedor a muchas criticas a ganar  muchos enemigos  gratis porque lo relacionan como si fueras una persona merecedora de lo mejor.  Sentirse merecedor de lo mejor también es considerado mas como un defecto que una virtud , pues seguramente la gente de poco espíritu lo asocia con la altivez, la petulancia, la presunción. 

“sentirse merecedor de lo mejor” se refiera a la recíproca aportación que debemos recibir los usuarios, los clientes, los ciudadanos. Recíproca en la manera en que siempre he creído que el ciudadano y el Estado son un binomio mas no una relación de cliente o usuario, sino una relación de ganar -ganar necesaria para lograr gobiernos diferentes.  

Hay que exigir simplemente porque queremos establecer una reciprocidad: si yo pago quiero tener el beneficio por el cual pagué; si yo voto por un partido político, quiero tener el beneficio por el cual incliné mi voto a éste; si yo pago mis impuestos quiere tener servidores públicos honestos y comprometidos que trabajen para mí.

En Poza Rica no exigimos porque ya nos acostumbramos a no hacerlo, porque no nos sentimos merecedores de lo mejor; bien piensan muchos que “Más vale malo por conocido que bueno por conocer” y eso  nos a arrastrado a lo que tenemos hoy como ciudad  donde políticamente los gobernantes no cumplen y los partidos políticos no representan una opción que nos convenza.

Los políticos  de hoy tienen  una coraza de rinoceronte, son indiferentes a la crítica, solo los mueve la ambición del poder por el poder  y también ya se acostumbraron a que no se les exija, a que después del periodo de elecciones se pierdan en el abismo y no rindan cuentas de qué hacen o qué resultados  tuvieron, claros ejemplos de ello los posibles candidatos que hoy nos presentan los partidos de Movimiento Ciudadano y la Alianza PAN-PRD.  

Para desacostumbrarnos de elegir o votar por “ la fruta menos podrida ” hay que primero empezar a hacer lo que debemos hacer.

Entonces ¿qué hacer? 

 Infórmense, revisen quiénes son, de dónde vienen, cuáles son sus propuestas y hagan una evaluación por lo que más les atraiga. No creo que todos sean personas malas que sólo quieran el poder por el poder o por la dieta que reciben o porque de ahí pueden “chapulinear” a otros cargos ,  la idea de ser ciudadanos  diferentes y exigentes, no sólo con lo que nos rodea, sino con nosotros mismos, eso nos da para aspirar a más como dijera la Sra. Dresser.

 Aún creo que hay ciudadanos en la vía política que quieren hacer bien las cosas, y están convencidos a hacerlo; hay muchos candidatos jóvenes y mujeres que vienen en esa nueva ola del “compromiso”, pues es ahí donde tiene uno como elector  que buscar la alternativa que mejor le parezca y si no hay ninguna, expresar qué no nos parece y exigir a los partidos políticos propongan candidatos diferentes porque somos personas que merecemos una ciudad mejor.

Este #4Junio, la opción que enfrentamos los pozarricenses no esta solamente  entre elegir “la fruta menos podrida” o reactivar  la economía. La opción que afrontamos es entre la prosperidad o decadencia de Poza Rica.

La decisión es tuya...