Los “otros” no nos importan

  • Alma Espinosa

Suena determinante y a la vez arriesgada la afirmación de decir que a las personas no nos interesan los demás; ese “otro” que habita en nuestro mismo plantea y que de algún modo nuestras acciones podrían afectarle. Sí, suena arriesgado pero quizá hoy es necesario evidenciarlo.

Lo leemos sorprendidos en los diarios cuando vemos que un pueblo unido derroca a sus gobernantes o cuando un grupo de personas se unen y emprenden acciones para salvar vidas. Y los mexicanos seguimos preguntándonos hasta cuándo vamos a ejercer ese poder.

Pero, en realidad, ¿qué es lo que nos hace falta para seguir el ejemplo? Lo que necesitamos es pensar en el “otro”, en los “otros”. Dejar de tener una visión egoísta y creer que todo lo que hacemos es lo ideal y que es inofensivo para los demás.

Nos hace falta pensar en lo que sería bueno para los demás y que con pequeñas acciones podemos lograrlo. Con esto no me refiero a acciones como colectas o grandes eventos que solo dan pie al protagonismo. Sino a acciones individuales, a aceptar las propuestas de los demás, a saber escuchar y ser capaces de entablar un diálogo.

Podríamos comenzar por ser tolerantes y receptivos a las necesidades que tienen sectores de la población como los adolescentes. En más de una ocasión he escuchado que adultos, principalmente de las carreras de Humanidades, se burlan del lenguaje que usan los booktubers, de sus videos y recomendaciones. Me pregunto, ¿esos adultos con estudios en crítica literaria qué hacen para iniciar a otro en la lectura?

Si bien las presentaciones de libros acercan las obras a posibles lectores, éstos son, efectivamente, lectores, en su mayoría. ¿Dónde está la magia de esas presentaciones? En que sea tan atractiva que de verdad deje picados a los asistentes para que compren y lean la obra en cuestión.

Todo va bien ahí, ambos son públicos distintos. La diferencia radica en que los críticos literarios seguirán haciendo eso, crítica. Presumirán sus nuevas adquisiciones y menospreciarán las formas diferentes de tratar de captar nuevos lectores.

Los booktubers, en cambio, siguen en su rollo, no gastan energía en absurdos. Buscan hacer cosas atractivas, crean y amplían sus redes de lectores (sin importar que vivan en el extranjero), viajan, conocen, platican, escuchan y leen en más de un idioma.

El editor, escritor, estudioso de los procesos de lectura y director de la Biblioteca Vasconcelos, Daniel Goldin, decía hace unos años en una entrevista que más allá que ser lectores, lo importante es sentirse escuchado, amado, respetado, estimulado a explorar el mundo y a sí mismo. Leer muchos libros no tiene un valor en sí sin nada de lo anterior.

Necesitamos aprender a escuchar, dialogar y explorar. Es más importante interactuar con el “otro”, hacer propuestas conjuntas si de verdad estamos preocupados y ocupados por tener una mejor sociedad. Tenemos que ser congruentes con lo que decimos y hacemos.

¿Qué hacer en la semana?

Escuchar, abrir la mente y pensar en el “otro”. 

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Alma Espinosa

Es originaria del Distrito Federal y desde hace más de una década radica en Xalapa. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Estudió la especialidad en la Enseñanza de la lengua y la literatura en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Xalapa, donde actualmente es docente. Es egresada de la maestría en Literatura mexicana por la Universidad Veracruzana.

Actualmente cursa el diplomado para la Profesionalización de mediadores de lectura por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Es mediadora del Programa Nacional Salas de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Ha impartido talleres relacionados con el tema de la lectura y la escritura, y desde hace dos años es una de las mediadoras que dirige la sala de lectura Equinoccios.

Como periodista ha trabajado en el Instituto Mexicano de la Radio, el periódico U2000. Crónica de la educación superior, y el Departamento de Prensa de la Universidad Veracruzana. Fue gestora cultural en la USBI Xalapa. Actualmente colabora en el área de Comunicación Social del Instituto Veracruzano de la Cultura.