Dicen que las emociones marcan el rostro y el cuerpo del ser humano, que muchas enfermedades son producto de esas emociones, que subir o bajar de peso es consecuencia de las emociones no controladas, asumidas, aceptadas.

La frustración o la depresión, el miedo, el enojo provocan una desestabilización de la mente y del cuerpo.

Nada vale cuando las emociones controlan la mente. Por supuesto que uno puede ir por la vida fingiendo que no pasa nada y uno puede hacer chistes y reír y hasta mostrarse desenfadado frente a hechos que son preocupantes; incluso, uno puede no darse cuenta de lo que pasa por que las emociones lo impiden. Eso dicen.

¿Por qué le cuento esto?

Porque alguna explicación racional debe haber ante los acontecimientos funestos en nuestro estado y la respuesta desenfadada de nuestras autoridades frente a ellos.

Ejemplo: el crimen de mujeres en la entidad que ya suman 73 en este año, según el recuento e investigación del reportero Ignacio Carbajal.

En tanto que 10 organizaciones no gubernamentales y el centro de estudios de género de la UV, contabilizan 43 crímenes entre enero y julio de este año, por ello solicitaron a la Secretaría de Gobernación emita una alerta de violencia de género para Veracruz a fin de que se tomen acciones para evitar tal violencia contra las mujeres. La Segob ya admitió la solicitud y ahora va a conformar un grupo de trabajo para investigar y emitir un resolutivo.

El recuento de estos crímenes no proviene de información oficial sino de lo que se publica en los medios. El Instituto Veracruzano de las Mujeres no tiene nada, su titular Edda Arrez no atina a actuar y menos a explicar. En la web de la Fiscalía no hay información al respecto y se sigue esperando que se construyan los refugios para mujeres que sufren violencia familiar.

En Veracruz lo que prevalece es el desenfado.

La respuesta del Gobernador es que él fue el que propuso al Congreso que se tipificara el delito de feminicidio y que se emitieran catálogos para la protección de las mujeres.

Fue todo.

Mientras tanto las organizaciones informan que los municipios donde han ocurrido más femincidios son: Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, Córdoba, Tierra Blanca, Ciudad Isla, Juchique de Ferrer, Nanchital y Poza Rica.

Similar respuesta dio el Gobernador cuando fue inquirido por un medio nacional sobre la violencia contra periodistas. Su conciencia está tranquila y en la mayoría de los casos a los periodistas los ha matado el crimen organizado, eso dijo.

Es el desenfado.

De las obligaciones de su gobierno para garantizar los derechos constitucionales a la vida, a la seguridad, no dice nada.

Tampoco explica porqué la mayoría de los crímenes de mujeres están sin resolver. En el caso de los periodistas explica que en su mayoría están en manos de la PGR. Eso, supongo, lo salva.

Pero no dice nada por cuánto a impedir las acciones de delincuentes organizados que se mueven por el estado como si nada y aplican su propia ley.

Es el desenfado o sólo acata la recomendación de sus asesores de no dar importancia a fin de no mostrar alarma, de no dar una mala imagen de un gobierno.....desordenado y quebrado.

El desenfado mostrado contrasta con una imagen: el peso corporal ha aumentado, supongo que las emociones son las únicas que tienen el control... en este estado.