Es habitual que circulen en la red videos y fotografías que reflejan el maltrato animal,   es lamentable y triste cuando son niños quienes cometen esto, por ejemplo, se ha captado a niños apaleando a un perro hasta matarlo,  entre risas, a una niña pisando un cachorro hasta matarlo, a otra niña aventando a un río a un perro, a varios niños de una primaria violando a un burro de unos cuantos meses,  un padre  torero enseñando a su bebé a clavarle una banderilla a un becerro, en fin, la lista sigue.

Lo peor ocurrió el pasado fin de semana cuando unos menores de edad mataron con una saña incomprensible a un niño de 6 años.  En las entrevistas con testigos se ha dado a conocer que estos menores gustaban de maltratar y mutilar animales, molestar ancianos y a niños, hasta que esta conducta delictiva se traspoló a un niño, por cierto con quien dicen tenían amistad. Situaciones que evidencian la descomposición del tejido social.

Este caso, pone de manifiesto qué infancia están dándole muchos padres de familia a sus hijos y en el marco de los avances que afortunadamente está teniendo la protección a la infancia, es un tema que se debe abordar como familia y también al interior de las escuelas.

La educación que un niño reciba  en su infancia determinará qué clase de adulto será. Un niño que hace este tipo de cosas tiene muchas probabilidades, según expertos del FBI, de convertirse en un asesino en potencia.  Pero los responsables de la educación que se les da a los menores no únicamente son los maestros y este es el error más común que cometen muchos padres de familia en delegar esta responsabilidad a los mentores.

La educación empieza desde casa, inculcar valores a un niño como el respeto y la compasión hacia todos los seres vivos incluyendo a los animales, garantiza que este niño sea un hombre de bien porque lo exhorta a dar lo mejor de sí a los seres más desprotegidos, por el contrario, si en casa hay violencia no sólo hacia los animales sino hacia los demás miembros de la familia, el niño crece concibiendo esta forma de vivir como algo normal, vulnerando  los derechos que como niño tiene.

Un estudio realizado recientemente en Estados Unidos ha revelado que el 75% de los niños, con edades comprendidas entre los 10 y 14 años, acude a sus animales de compañía cuando se sienten preocupados o ante situaciones difíciles. Estos datos nos dejan ver la relación y el vínculo tan especial que se crea entre los niños y sus mascotas. No en vano, son muchos los estudios y los profesionales que defienden la presencia de mascotas en la vida de los niños desde temprana edad.

Tener mascotas ayuda a los niños a ser más responsables, aprenden a respetar a la naturaleza y crecen desarrollando un carácter más abierto y sociable, y esto ayuda en el resto de relaciones afectivas que tienen los pequeños, afirman los psicólogos. .  Incluso se les pueden encomendar tareas  a los niños que les harán  ser más responsables, por ejemplo el darles de comer, pasearlos y bañarlos, si los niños son mayores incluso pueden llevar a su mascota al veterinario y encargarse de su salud.

A criterio del doctor en Veterinaria Enrique Rimbaud, tener mascotas en el hogar es la mejor terapia que cualquier ser humano se puede recetar ya sea para elevar su autoestima o para ser más felices pues los animales tienen el maravilloso don de transmitir tranquilidad. Además, las mascotas ayudan a la persona que atraviesa tratamientos de salud y es una compañía valiosa ante la soledad, sin olvidar mencionar que, en el caso de los perros, contribuyen a la seguridad de quienes están a su alrededor.

Así que analicemos qué es importante actuar, no exponer a los niños a imágenes, ambientes o situaciones violentas ni a programas de televisión que ensalzan a delincuentes como héroes,  los niños son el futuro y preocupa mucho que  este futuro se empañe con una cantidad elevada de menores de edad, delincuentes y escorias de la sociedad, ocasionado por la negligencia de los padres y las autoridades. [email protected]