Contra corrupción y delincuencia electoral

  • Rafael Arias Hernández

Los recuerdos hacen presentes viejas demandas, irrealizados sueños. Más, cuando las fechas recuerdan a personajes victimas del sacrificio extremo, como Luis Donaldo Colosio.

El eco de todos los días, las voces de los sacrificados en aumento insisten en lo que bien se sabe, está y sigue pendiente:

“Es hora de cerrarle el paso al influyentismo, la corrupción y la impunidad…”

De interminables combates

Y ahí está vigente el señalamiento: “Veo un México con hambre y sed de justicia…”

Larga y penosa historia de intentos y contados logros y avances. Innumerables documentos hechos y aprobados, supuestamente con el propósito de combatir  corrupción y  delincuencia electoral en las actividades oficiales.

Historias de nunca acabar,  del eterno combate a ineficiencia y delincuencia dentro de los gobiernos  que, según la temporada, se da en mayor o menor importancia, se olvida o usa.

En época de procesos electorales, adquieren mayor relevancia; más,  sobre la marcha  e intensidad de la contienda entre participantes para obtener el voto, apoyo y favor de los ciudadanos.

Bien lo saben responsables y culpables, presuntos y comprobados, reales y potenciales prófugos de innumerables delitos. Todos ellos más los cómplices y encubridores van por toda clase de impunidad, si es la que otorga el fuero electoral mejor. Total ya electos…

En pleno transcurso de acciones y elecciones que brindan legalidad y legitimidad a quienes resultan electos, sobresalen algunos esfuerzos que hay que citar y tener en cuenta, para el éxito o fracaso de algún intento; y, porque su aplicación o evasión, su cumplimiento estricto o su inaplicabilidad, se manifiesta repetidamente, como característica de letra muerta, que es, a fin de cuentas,  en lo que se convierten o intentan convertir, los indebidamente beneficiados.

Cumplir y hacer cumplir

De entre ese mundo de documentos e intentos institucionales, permítaseme en esta ocasión citar algunos que adquieren especial relevancia, ya que (según los responsables) están diseñados y destinados a apoyar la canalización de  recursos públicos y a garantizar acciones gubernamentales oportunas y eficientes, a la creciente población de miserables y marginados, de pobres y hambrientos, de frágiles y en desventajas grupos sociales.

Tal es el caso de la Guía Anticorrupción; el Programa de Blindaje electoral;   y el Código de Conducta. Los tres elaborados y puestos en práctica, según la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal (SEDESOL). Disponibles en: http://www.sedesol.gob.mx/

Por obvias razones es altamente recomendable, tanto la lectura como la aplicación puntual de estas normas. Viaje sin retorno del dicho al hecho.

Pero sobre todo, porque la exigencia, vigilancia y control de esa efectiva aplicación puntual y general, contribuiría seriamente al combate a la corrupción y a la delincuencia electoral; y lo que es más importante, garantizaría la entrega puntual y sin condicionamientos, de recursos y apoyos a los más necesitados.

Razones sobran, sobre todo si tenemos presentes inconformidades, protestas y denuncias vinculadas al escandaloso y notorio índice de manipulación, condicionamiento y clientelismo  que realizan, operadores de todos colores y sabores, pero más los del partido a cargo o en el poder, para aprovecharse de actividades gubernamentales y, en particular, de los programas asistenciales y de desarrollo   y, claro, de los cuantiosos públicos que se manejan.

Del dicho al hecho

Sólo como un adelanto de los alcances a que puede llegar, por un lado la buena intención, o por el otro la simulación. Incluso, como un ejemplo del alcance que puede tener su probable aplicación. He aquí algunas y rápidas ideas y conceptos obtenidos de la presentación de la citada,  Guía Anticorrupción de SEDESOL federal.

“La corrupción es, en un sentido amplio, distraer a algo de sus fines. Corromper el Estado  es alejarlo de su función transformadora, de su obligación de llevar beneficios a las personas, de su responsabilidad por hacer efectivos derechos y libertades.

Las estimaciones disponibles sobre corrupción y cultura cívica muestran el déficit que  tiene la democracia mexicana para ofrecer resultados palpables a la población y confirman que en México es urgente desmantelar la corrupción, sus prácticas, así como los valores sociales que la sustentan…

La corrupción merma la capacidad del Estado para ofrecer bienes y servicios públicos, para atender derechos y libertades fundamentales como la seguridad, como el debido proceso, la igualdad entre los sexos, la alimentación, el trabajo, la educación o la salud…

El enfoque de derechos de la nueva política social no puede desvincularse del combate a la corrupción, del esfuerzo constante por rendir cuentas y transparentar ante las instituciones y la sociedad lo que hacemos los servidores públicos. Alcanzar los fines de nuestra función pública tiene un impacto directo en la calidad de vida de millones de mujeres y hombres. Y eso no lo podemos trastocar, corromper o poner en riesgo…”

Después de todo, según la referida dependencia del gobierno federal, sostiene que de lo que se trata es de asegurar legalidad, honradez, lealtad, eficiencia y respeto a los derechos humanos en el servicio público. Nada más y nada menos.

En todo caso, es imprescindible saber de derechos y libertades, de obligaciones y limitaciones.

Y por cierto, respecto a todo esto y más:

¿Qué documentos, acciones e intenciones similares hay vigentes y en operación por parte del Gobierno del Estado y de los Gobiernos Municipales?  ¿Qué de los recursos y apoyos, de metas y resultados, de la transparencia y rendición de cuentas de los programas asistenciales y de desarrollo social, estatales y municipales?

Sorpréndase, investigue o pregunte y confirme lo que ya se sabe…

*Academico.IIESES-UV@RafaelAriasH

Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez. 

Anteriores

Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.