Re-flexiones, entre el género y la movilidad ciclista

  • Ciclovida Xalapa

Bere Maqueo /

Desde hace más de un año en el colectivo venimos realizando esfuerzos para crear y apropiarnos de una nueva cultura de la movilidad en la ciudad de Xalapa. En columnas anteriores se ha publicado acerca de temas que tienen diferentes orígenes pero que convergen en impulsar un cambio social, ambiental y cultural en la capital veracruzana. Desde su ámbito de acción, cada uno de los componentes del colectivo aporta los elementos con los que se desempeña en su vida cotidiana; en ese ánimo escribiré acerca de algunas reflexiones que he realizado con respecto al género y a mi experiencia personal tomando la bicicleta en la urbe.

Cuando retomé el uso de la bici ya en la edad adulta, inicié pedaleando en zonas cercanas a la ciudad y asumí (con gran equivocación) que “veredear” sería símil a transitar en un carril. Así, el día que me sentí “capacitada” para la ciudad, inicié recorridos breves para realizar mis actividades. En ese transitar, poco a poco fui observando situaciones que develan diferencias sobre cómo nos relacionamos mujeres y hombres en la sociedad. El género, como categoría de análisis pretende visibilizar cómo se van construyendo las relaciones sociales a partir de la diferencia sexual. Es decir,  mujeres y hombres tenemos diferencias biológicas irrefutables, sin embargo la asignación de roles y estereotipos responde a una construcción sociocultural.

De vuelta a la calle, me percaté de que por el hecho de ser mujer el trato hacia mí era más gentil en comparación con el que recibían mis compañeros varones, esto es, me cedían el paso, rara vez me  tocaban el claxon con desesperación, y en realidad recibí muy pocos recuerdos de mi preciosa madre. Aun  cuando existe un sector de la población que se caracteriza por tener prisa constante y poca urbanidad en la conducción de su automotor, nunca he tenido un enfrentamiento directo. Ésa diferencia entre mujeres y varones, se deriva de un estereotipo mediante el cual la representación social de los hombres responde a conductas agresivas, elementos asociados con la fuerza y competitividad.

No obstante, también he vivido en pocas ocasiones esa cuestión denominada “acoso callejero”. Éste término amerita una columna propia para desarrollarlo, pero ahora me limitaré a expresar mi profundo rechazo por aquellas actitudes machistas que pretenden intimidar a las mujeres mediante expresiones verbales, exacerbando características de su feminidad y ubicándolas en una posición inferior en la escala de poder, presuponiendo que pueden atacar su persona e integridad. 

Me ha sucedido que al arribar a un lugar en mi vehículo de dos ruedas, la población presente se asombre mucho y los primeros cuestionamientos que me realicen sean: “¿no te dan miedo?”, “los coches son unos salvajes”, “¿andas sola?”. Ante tales preguntas sigo pensando en la complicación que tenemos como sociedad para que las mujeres nos apropiemos de espacios públicos que rompan esquemas y convenciones. En realidad, las condiciones de seguridad vial pertenece a todos los implicados; lo que quiero decir con esto es que como ciclistas urbanas/os debemos asumir obligaciones y responsabilidades, ejemplo de ello es contar con iluminación o llamativos visuales apropiados, no conducirnos en sentido contrario, no circular sobre las banquetas, y en la medida de lo posible indicar los movimientos a realizar, haciendo uso compartido y responsable del carril. 

Anteriormente mencioné que el uso de la bicicleta es un medio para alcanzar una mejor  ciudadanía de las mujeres; es una aseveración que creo y comparto fielmente. Justo por ello, y en este tenor de las obligaciones, considero que conocer lo mínimo sobre mecánica de bicicleta es una tarea fundamental.

Por lo general, cuando existe una falla los amigos tienden a apoyar en la solución y es una acción que no está mal si la pensamos desde el marco de la solidaridad, pero sí es cuestionable si esta ayuda tiene que ver con la dependencia por la falta de información. Aprovecho entonces el medio para hacer una cordial invitación a las mujeres que quieran participar en la segunda edición del “Curso-taller de mecánica básica para bicicleta”, mismo que está diseñado para ser impartido en tres sesiones de tres horas cada una. Las fechas son 17, 24 y 31 de mayo y la responsable de la impartición del mismo es Angélica Mávil, única mujer experta en esta materia dentro de la ciudad de Xalapa. Con ello queremos fortalecer al sector de las mujeres en términos del uso y manejo de su equipo. Si requieren más información escriban a mi correo y con gusto atenderé sus inquietudes. Están todas invitadas. Las esperamos.

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Ciclovida Xalapa

El colectivo Physis Ciclovida se formó en febrero del 2012. Entre sus integrantes hay ciclistas pertenecientes a distintas ramas: urbano, montaña, ruta, street, descenso y otras. En sus actividades buscan fundamentalmente incidir en tres temas: la bicicleta como medio de transporte, la movilidad en la ciudad y la bicicleta como vía de proximidad con la naturaleza. Entre sus actividades realizan un recorrido nocturno todos los miércoles, el punto de reunión es la plaza ubicada en la Av. Xalapa esq. Américas. Desde abril del 2012 es el primer y único colectivo del Estado de Veracruz que es miembro pleno y activo dentro de la Red Nacional de Ciclismo Urbano (BiciRed), organización no gubernamental que agrupa 50 asociaciones ciclistas de diferentes estados del país.

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