Xalapa: por una mediación en movilidad y una cultura del ciclismo urbano

  • Ciclovida Xalapa

David R. Islas-Bravo Mote /

No por ser lugar común pasamos por alto que en nuestro país, estado y ciudad, el funcionamiento de las instituciones gubernamentales, en mayor o menor medida, está desvinculado de las necesidades y prioridades sociales y que tal disfuncionalidad está principalmente ligada al control de posiciones de poder y a la economía, a través de la operación de las estructuras partidistas y las lógicas electorales; que las instituciones, sus partidos de adscripción y sectores sociales que participan en el juego, articulan de manera permanente y no solo en periodos electorales.

 

En cambio, la ciudadanía en general tiene poca actividad permanente en política y participación social. En el caso de nuestra ciudad, no es distinto. Durante los últimos 20 años, no solo hemos respondido idealmente al modelo económico de la modernidad, acentuando el individualismo, sino a la falta de iniciativas para la construcción de ciudadanía y de fortalecimiento del tejido social proactivo y propositivo. Se le ha dejado cancha libre a los políticos para hacer su juego. La poca participación política ciudadana junto con la falta de tino de las instituciones, ha contribuido a la considerable baja en el nivel de calidad de vida de Xalapa (movilidad urbana, seguridad, calidad del aire, salud, economía familiar, etc.)

Además, la escasa cultura de consumo de información, no impide que critiquemos negativamente a todo lo que se viste de iniciativas gubernamentales; motivos hay a la vista, pero existe el riesgo de resbalarse hacia la crítica fácil y desestimar iniciativas y aspectos que sectores ciudadanos están empujando, aportando elementos para la resolución de problemáticas y necesidades, y cómodamente aventar la pelota del lado de las instituciones, cuando la principal causa, probablemente está del lado ciudadano o a través de la participación conjunta.

Dicho lo anterior, nos centraremos en la movilidad urbana de Xalapa, tema que nos ocupa y sobre el que el Colectivo Physis Ciclovida (www.physisciclovida.org) hemos venido escribiendo en este espacio.

Datos que las propias instituciones manejan (Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Xalapa, 2012), revelan que la capital veracruzana tiene la capacidad de soportar un parque vehicular de 60 mil unidades, cuando en la actualidad sobrepasan las 160 mil y contando. Del 100% del parque vehicular, solo el 6% corresponde al transporte público (taxis, colectivos y autobuses), y el otro 94% a vehículos particulares. Aún con la proporción anterior, el coche particular traslada solamente a la tercera parte de la población xalapeña (y a la flotante, toda vez que la capital es el centro de gestión publica de la entidad). Habrá que replantearnos si en realidad hay exceso de unidades del transporte público, como por vox populi escuchamos: “hay muchos taxis” por ejemplo, o si la tercera parte de la población con el 94% del parque vehicular es quien está sometiendo al resto de la ciudadanía a la inmovilidad.

Para no limitar la problemática, vemos que no se trata de una crisis local, sino de un problema nacional, principalmente de ciudades medianas y grandes. Es muy probable que para el año 2030, como diagnostica el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), a nivel nacional circulen 70 millones de vehículos, es decir el doble de los que actualmente se están moviendo por caminos, calles y carreteras del país. A la fecha en la Ciudad de México, la velocidad promedio de circulación es de 20 km/h, y se estima que dentro de 20 años, sea de 4 km/h. Xalapa no está lejos de tal crisis, sobresaliendo a nivel nacional el aumento exponencial de automóviles.

Cuando el año pasado, la entonces administración municipal xalapeña respaldada por colectivos ciclistas, inició el proyecto de la Ciclovía educativa, contribuyendo de manera parcial a la promoción del ciclismo como medio de transporte, hubo una reacción virulenta de automovilistas, potenciada por algunos medios y periodistas que no veían de manera estructural la problemática y al aumento del automóvil como el fenómeno social que está conduciendo a Xalapa al colapso vial.

Recordemos a aquel automovilista que detuvo la circulación de los vehículos en carril paralelo a la Ciclovía y como consta en la propia grabación en video que el conductor hizo con su celular y circuló en redes sociales, sentenció mientras pasaban los ciclistas: “A ver hasta cuando van a dejar de jugar con la ciudadanía”. La sentencia revela que el peso ciudadano que se asigna a si mismo el automovilista, está por encima de los demás, quien además forma parte de la ciudadanía, mientras el ciclista no. Advierte además que el automovilista no se asume como parte principal del problema de movilidad, sino alguien más. También se interpreta que la bicicleta se asocia más a un juguete que a un medio alternativo de transporte. Por tanto, no existe al momento la información suficiente en torno a la problemática ni la mediación ciudadana relativa al derecho a la libre movilidad.

El imaginario aspiracional ante la propiedad y uso del automóvil y los prejuicios al ubicar al ciclista, al peatón y el uso de transporte público en un bajo estatus socioeconómico, aunado a iniciativas contraproducentes como el hoy no circula para el transporte público (absurdo e inexistente en otras latitudes), la falta de subsidio suficiente para éste y desahuciar las concesiones al transporte colectivo, siendo el más aprovechado, impide vislumbrar a corto y mediano plazo, soluciones integrales.

La ciudad de Xalapa está viviendo en la Edad Media del uso y empoderamiento del automóvil, cuando en ciudades de países desarrollados e incluso no desarrollados que han resuelto en buena medida el problema de movilidad, ha pasado a segundo plano y los espacios peatonales, la infraestructura ciclista y el transporte público, tienen mayor peso; son una opción dignificante de la movilidad y por ende de la convivencia social.

Nos atrevemos a pronosticar que principalmente la bicicleta, será el medio de transporte que retrase o evite el colapso de la ciudad. Afortunadamente el mito de la orografía de Xalapa como no apta para el ciclismo urbano se debilita, y gracias a la evolución tecnológica en la fabricación de bicicletas y a la necesidad imperiosa de una movilidad versátil, la venta de bicicletas en la ciudad va en aumento y la cultura del ciclismo urbano ganando calle a contracorriente.

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Ciclovida Xalapa

El colectivo Physis Ciclovida se formó en febrero del 2012. Entre sus integrantes hay ciclistas pertenecientes a distintas ramas: urbano, montaña, ruta, street, descenso y otras. En sus actividades buscan fundamentalmente incidir en tres temas: la bicicleta como medio de transporte, la movilidad en la ciudad y la bicicleta como vía de proximidad con la naturaleza. Entre sus actividades realizan un recorrido nocturno todos los miércoles, el punto de reunión es la plaza ubicada en la Av. Xalapa esq. Américas. Desde abril del 2012 es el primer y único colectivo del Estado de Veracruz que es miembro pleno y activo dentro de la Red Nacional de Ciclismo Urbano (BiciRed), organización no gubernamental que agrupa 50 asociaciones ciclistas de diferentes estados del país.

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