El Narajal: entre la violencia empresarial y la desidia oficial

  • Aurelio Contreras Moreno

Un peligroso ambiente de creciente confrontación e intimidación se vive en la región central de Veracruz por la construcción de la hidroeléctrica de El Naranjal, en el municipio de Amatlán de los Reyes.

 

Este proyecto forma parte de todo un plan para construir 112 represas en territorio veracruzano con inversión privada, lo que ha provocado el rechazo de la población que vería afectado su entorno y hasta su modo de vida por esta causa.

Como ya lo hemos referido en este espacio en dos entregas previas, la hidroeléctrica El Naranjal sería la más grande de las que se instalaría, con una capacidad de 360 MW, afectando una superficie de 93.31 hectáreas de seis municipios de esa zona del estado. De ese territorio, 65.8 por ciento es considerado área forestal, por lo que requiere un cambio de uso de suelo.

Detrás de la empresa Hidroeléctrica Narajal SAPI de CV está el capital del empresario Guillermo González Guajardo, quien es hijo de Claudio X. González Laporte, presidente de Kimberly Clark México y ex dirigente del Consejo Coordinador Empresarial y del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, y hermano de Claudio X. González Guajardo, presidente de la asociación Mexicanos Primero, principal promotora de la llamada “reforma educativa”.

El poder económico y político de esta familia es evidente. Y al estilo mafioso, se lo han hecho sentir a quienes se oponen a sus proyectos empresariales. En Amatlán de los Reyes, los representantes de Hidroeléctrica Narajal SAPI de CV han provocado un clima de intimidación y amenazas contra los pobladores por su decidida oposición a la construcción de la hidroeléctrica.

El 2 de agosto de 2013, la sangre llegó, literalmente, al río. El activista Noé Vázquez Ortiz, integrante del Colectivo Defensa Verde Naturaleza Siempre y del Movimiento Mexicano de Afectadas y Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos, fue asesinado a pedradas y puñaladas mientras recolectaba flores en el campo para una ceremonia que se llevaría a cabo para reiterar la postura en contra de la explotación de los ríos.

Las agresiones y amenazas no se han detenido desde entonces y han llegado a tal grado, que llamaron la atención de la jerarquía eclesiástica del país. En un pronunciamiento emitido el pasado 26 de marzo, los obispos de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano hicieron un llamado al Gobierno Federal y al Gobierno del Estado de Veracruz para tomar cartas en el asunto, del que se han desentendido.

Los obispos señalan que “nos sumamos al llamado que en diciembre del 2013 hiciera nuestro hermano obispo Mons. Eduardo Patiño, de la Diócesis de Córdoba, Ver., solicitando a las autoridades federales y estatales de Veracruz, que se esclarezcan las situaciones de amenaza e intimidación en contra del presbítero Julián Verónica González, así como a miembros del Colectivo Defensa Verde Naturaleza para Siempre y se asuma una postura contundente y definitiva en torno al proyecto hidroeléctrico El Naranjal”.

Puntualizan que “de acuerdo a la opinión de varias comunidades y del Colectivo antes mencionado, (la hidroeléctrica) causaría un grave daño ecológico ya que afectará sus tierras por la tala de árboles indiscriminada y la disminución significativa del causal del  Río Blanco. Las poblaciones por las que pasará el canal tendrán el peligro potencial de infecciones virales y los posibles riesgos del desbordamiento de los tanques y el canal en temporadas de lluvias. También temen infiltraciones de las aguas contaminadas del río Blanco a los mantos acuíferos que surten de agua a las poblaciones”.

Los obispos enfatizan que “desde el 2010, en toda la región se mantiene un clima de intimidación contra los opositores a la imposición de estos proyectos hidroeléctricos y mineros. En agosto de 2013, fue asesinado Noé Vázquez, integrante de dicho Colectivo, adscrito al Movimiento Mexicano de Afectados y Afectadas por Presas y en Defensa de los Ríos (Mapder) y la Red Latinoamericana de Afectados por Represas (Redlar) y a partir de entonces las amenazas e intimidaciones para otros activistas han ido en aumento”. 

Los jerarcas católicos aclaran que no se oponen al Plan Nacional Hídrico lanzado la semana pasada por el presidente Enrique Peña Nieto, sino que buscan “llamar la atención en torno al proyecto hidroeléctrico el Naranjal, en el cual se mueven muchos intereses, que llevan a determinados actores de la zona a implicarse en actividades de presión psicológica violenta contra grupos o personas. De no detener estas acciones, podría agudizarse el clima de violencia e inseguridad que se vive en la zona, así como las violaciones a los derechos humanos de los activistas socio ambientales y diversos habitantes de Veracruz, por el sólo hecho de defender sus tierras y patrimonio”.

“La Comisión Episcopal para la Pastoral Social quiere expresar su solidaridad con este grupo de personas que están en peligro, así como con el resto de los activistas, particularmente el sacerdote Julián Verónica, Gabriela Sáenz, la Sra. Guadalupe de Jesús Salcedo, viuda de Noé Vázquez y su abogada Rosalinda Hidalgo. Solicitamos a las autoridades federales y estatales que de forma inmediata y urgente se implementen de manera efectiva las medidas de protección solicitadas para garantizar la seguridad e integridad de todas estas personas.

“Asimismo pedimos a las autoridades abrir espacios de consulta y diálogo con los diferentes actores involucrados, entre ellos las comunidades y los colectivos, para determinar la viabilidad de la construcción del proyecto hidroeléctrico El Naranjal y se dé seguimiento a la declaratoria del Área Natural Protegida estatal en la cuenca del Metlac - Río Blanco”, concluye el pronunciamiento. 

Salta a la vista que no hay autoridad que ponga orden y proteja a la población de las agresiones y la voracidad de los intereses empresariales que poco o nada le importan el medio ambiente ni el bienestar de los veracruzanos.

Por omisión o por complicidad, las autoridades federales y estatales son responsables de esta situación. Y la cúpula católica del país ya les puso el dedo en la llaga. A ver si así reaccionan.

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Twitter: @yeyocontreras

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Aurelio Contreras Moreno

Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Inició su carrera en el periodismo como reportero gráfico en el Diario “Cambio”, en 1995, en la ciudad de Puebla, siendo aún estudiante.

Fue Subdirector fundador de Diario “AZ Veracruz” y Subdirector de Información en Diario “AZ Xalapa”.

Entre 2005 y 2006 participa en el proyecto periodístico colectivo “Horas Extra”, el primer periódico gratuito que se publicó en el estado de Veracruz, y del cual fue uno de los fundadores e integrante del Consejo de Redacción.

De 2006 a 2014 fue Director Editorial de Grupo Líder, que edita la revista Líder en los estados de Veracruz y Puebla.

Actualmente es colaborador de la revista etcétera, del noticiario radiofónico “Infórmese” de  EXA FM en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, y autor de la columna “Rúbrica”, que se publica en diferentes medios de comunicación, impresos y digitales.