Coxquihui, Ver.— Zuleyma Aylín, joven de 25 años originaria del municipio de Coxquihui, en la zona norte de Veracruz, fue localizada sin vida en el municipio de Tuzamapan de Galeana, en el estado de Puebla. Su desaparición había sido reportada días antes por familiares y amigos, quienes emprendieron una intensa búsqueda con la esperanza de hallarla con vida.

Junto con ella también desapareció su pareja, Enrique Rivera Salazar, de ocupación taxista. Hasta este martes 5 de agosto, él continúa en calidad de no localizado.

La joven fue vista por última vez el viernes 1 de agosto en Zozocolco. El reporte oficial de su desaparición fue difundido el sábado 2 por sus familiares, quienes pidieron ayuda a través de redes sociales y medios locales. La noticia causó profunda consternación en la comunidad, especialmente en su municipio de origen, donde era ampliamente conocida.

El hallazgo del cuerpo de Zuleyma fue confirmado por fuentes cercanas a la familia. Hasta el momento, las autoridades no han emitido un comunicado oficial sobre las circunstancias del hallazgo ni las causas del fallecimiento, aunque se confirmó que ya se abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos.

Exigen justicia y verdad

Los familiares de Zuleyma han exigido a las autoridades una investigación seria y transparente. “Queremos respuestas y justicia para Zuleyma. No vamos a descansar hasta que se sepa la verdad”, expresaron con indignación y dolor.

El caso ha generado una ola de indignación en redes sociales, donde ciudadanos y colectivos feministas han alzado la voz para exigir justicia y una actuación más enérgica ante la crisis de desapariciones y violencia de género que afecta a la región.

“Zuleyma se suma a la lista de mujeres que no regresan a casa por la violencia. Su memoria quedará en el recuerdo de quienes la amaron y en el reclamo de una sociedad que exige un alto a la violencia contra las mujeres”, se lee en algunas de las publicaciones compartidas por colectivos en redes.

Zona marcada por la violencia

Coxquihui se localiza en la región del Totonacapan, a unos 60 kilómetros de la zona arqueológica de El Tajín y del Pueblo Mágico de Papantla. En esta región, los casos de violencia, desapariciones y feminicidios han sido frecuentes en los últimos años, situación que ha generado alarma entre organizaciones sociales.