Xalapa, Ver.-Los integrantes de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (Lavida) rechazaron la propuesta de la gobernadora, Norma Rocío Nahle García, de la construcción de un acueducto para traer agua a la ciudad de Xalapa.

De acuerdo con los ambientalistas, se trata de una falsa solución que además afectará a las zonas de donde sea extraído el agua, pues aseguran, que contrario a ello existen alternativas mediante un conjunto de acciones y así evitar la crisis hídrica en la capital veracruzana.

Además, hicieron el llamado a los ciudadanos para que se involucren en el tema y así llevar a cabo charlas sobre las posibles soluciones que deberán aplicarse “hacemos un llamado a la sociedad para informarse e involucrarse de manera propositiva y participativa a la discusión pública del tema”.

El pasado lunes 31 de marzo -desde el Palacio de Gobierno-, Rocío Nahle anunció que con el acueducto se pretende garantizar el abasto de agua en la ciudad de Xalapa para los siguientes 20 años y que la obra pensada podría surtir del recurso también a municipios de la colindancia.

Como adelantó, esta obra tendrá un costo aproximado de mil millones de pesos y estará a cargo de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) en coordinación con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y que podría tardar un año su construcción.

¿Qué dicen los ambientalistas sobre el acueducto en Xalapa?

“La crisis hídrica está instalada a plenitud en territorio veracruzano. Ningún gobierno ha sido capaz de ponerle un alto al saqueo hídrico y ambiental; sin ríos y sin naturaleza, no hay transformación”, refiere el comunicado del grupo ambientalista.

Los ambientalistas señalaron que la solución al problema hídrico para Xalapa no es la construcción de una obra de más de mil millones de pesos, que a través de un trasvase, traiga agua de la Cuenca Libres Oriental de la zona de Zalayeta.

Lavida pide erradicar la corrupción al interior de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS) de Xalapa; dar mantenimiento a la red de distribución y almacenamiento de agua, ya que existen pérdidas de al menos el 40 por ciento, así como emprender acciones de gobierno que detengan la deforestación y contengan el cambio de uso de suelo en las zonas boscosas, en función de mantener el equilibrio ecológico en las cuencas hídricas. 

También restaurar los bosques de la región e incrementar la cobertura forestal; promover sistemas de captación y almacenamiento de agua de lluvia en los espacios públicos, y apoyar con financiamiento y asesoría técnica para sistemas domésticos. Además de alejar al sector industrial y empresarial de la toma de decisiones, así como colocar en el centro la participación social y el bien común.