Veracruz, Veracruz.- Los costos del menú en las palapas de la playa Villa del Mar del puerto de Veracruz son más elevados: una orden de sopa de mariscos está en 300 pesos en comparación, por ejemplo, los precios del restaurante Villa Rica en la sucursal Mocambo de Boca del Río.

En cada temporada vacacional es común que los prestadores de servicios turísticos de Villa del Mar eleven los precios de las bebidas y los alimentos.

Actualmente, la renta de una mesa con cuatro sillas y una sombrilla, sin consumo de alimentos, ni bebidas, cuesta 250 pesos en promedio.

Incluso, en vacaciones, son recurrentes los casos de turistas que se quejan por lo caro que sale comer en los negocios de “Playón de Hornos”, como también se le conoce a la zona turística.

En un comparativo de precios, se descubrió que sale más caro comer en playa Villa del Mar, la playa más popular del puerto de Veracruz, que en un restaurante especializado en alimentos hechos a base de pescados y mariscos como el restaurante Villa Rica Mocambo, que se ubica en Boca del Río.

En Villa del Mar un plato con sopa de mariscos cuesta 300 pesos, mientras que en Villa Rica está en 295 pesos, la cazuela de mariscos en Villa del Mar cuesta 300 pesos y en Villa Rica se oferta en 295 pesos.

Una ensalada mixta de mariscos en Villa Rica con camarón, pulpo, caracol y jaiba al limón, cebolla morada y chile cuesta 260 pesos, lo mismo, pero en Villa del Mar está en 360 pesos.

Una orden de 180 gramos de pulpo al gusto (encebollados, al ajillo, al mojo de ajo o enchilpayados) en Villa Rica está en 280 pesos. En Villa del Mar, el mismo platillo oscila en 290 pesos.

Un “vuelve a la vida”, que lleva camarón, pulpo, caracol y jaiba, en Villa del Mar cuesta 290 pesos, mientras que en Villa Rica está en 280 pesos.

Si bien la diferencia de costos puede ir de los 10 a los 100 pesos entre un lugar y otro, en el restaurante se ofrece un servicio climatizado y de valet parking, en cambio en Villa Rica los palaperos acostumbran apartar los cajones de estacionamiento y no permitir que los turistas se estacionen a menos que consuman en las palapas.