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Ola de calor acelera sequía en ríos de las Altas Montañas
Orizaba, Ver.- La ola de calor está acelerando la sequía de los afluentes de la región de las Altas Montañas lo que incrementó la preocupación de los habitantes, pues la situación de falta de agua se agudiza por las altas temperaturas combinado con la devastación de cientos de hectáreas que generan la deforestación.
Así lo reconoció el activista y montañista, Ricardo Rodríguez Deméneghi de la agrupación “Salvemos al Pico de Orizaba”, quien señaló que con lo anterior, los estragos también se están resintiendo en la zona urbana, con el desabasto del líquido, como es el caso del pueblo mágico de Orizaba donde hay una mayor concentración poblacional.
“Y no sólo es Orizaba, es toda la región de las Altas Montañas, la región costera-Golfo, está padeciendo ya la sequía y, si a esto sumamos esta ciclo de calores que, estamos viviendo con temperaturas arriba de los 35 grados a la sombra, en la región de Orizaba, con sensaciones térmicas que, llegan hasta los 42 grados centígrados, es verdaderamente alarmante que, ya nos alcanzó el destino”, enfatizó.
Rodríguez Demeneghi, refirió que posteriormente se espera un ciclo de lluvia pero es probable que dada su densidad, el agua llegue turbia a las tomas domiciliarias, lo que obligará a parar el funcionamiento de las plantas potabilizadoras. Alertó que el 80 por ciento de los municipios de la zona de Zongolica está padeciendo la falta de agua de forma alarmante, lo que ha afectado a la fauna, flora y los cultivos.
“Hay que exigir a las autoridades que cumplan con sus funciones de proteger el Parque Nacional Pico de Orizaba que, es la base del equilibrio y nuestra fábrica de agua, particularmente los restos del glaciar Jamapa están formando corrientes hídricas de sedimentos llamados agua alpina y que consiste en el deshielo de las partes más bajas del glaciar llamado permafros”, puntualizó.
Aseveró que desafortunadamente, los pronósticos y análisis se están cumpliendo en deterioro de la calidad de vida en todos los aspectos, ante el registro de las últimas olas de calor que continuarán durante el periodo de transición del Niño a la Niña y lo que parecía muy lejano, ya se refleja el que los caudales no cubran las necesidades de la población.
“La deforestación está cobrando su factura y junto con el aumento de temperatura se están secando múltiples manantiales o fuentes de agua que se consideraban permanentes. Hoy más que nunca debemos de aplicar en forma emergente el cuidado y almacenamiento de agua en nuestros hogares porque apenas empieza el ciclo de sequía”, advirtió.