Veracruz, Ver.— “(El) Cañonero Guanajuato ya lo perdimos… fue una pérdida de trabajo muy importante”, declaró Vicenio Salazar, prestador de servicios turísticos en la pequeña Venecia Veracruzana, ubicada en Boca del Río. 

Detalló que no solo los prestadores de servicios turísticos se vieron afectados, sino todo en la zona, restaurantes, vendedores y pescadores. Al perder el buque, de acuerdo con él, se perdió un 80 por ciento de turismo. 

“La gente llegaba al buque y después nosotros como prestadores de servicios les platicábamos lo que es Boca del Río, las historias, los paseos en lancha, y los importantes sistemas de manglares”, expresó.

El buque Guanajuato era un museo flotante de los pocos en América Latina, atrajo a miles de turistas a visitarlo durante el tiempo que estuvo funcionado. Estuvo en función desde el año 2001 hasta el 2022.

Falta promoción en Boca del Río

Vicenio Salazar expresó que hace falta buena señalética e información turística para que los turistas lleguen a la cabecera municipal de Boca del Río.

“El que toma la carretera toma el puente, se va a Mandinga, Antón Lizardo, Mata de Uva y ya no regresa. La entrada que tenemos en Boca del Río, en la gasolinera, entra al bulevar Vicente Fox, que ese visitante llega a las playas, retorna y se va hacia Veracruz”, dijo.

Indicó que solicitaron el apoyo de las autoridades, pues consideran que no hay suficiente promoción de la cabecera municipal. El prestador de servicios afirmó que la zona restaurantera, los vendedores de raspados, collares e incluso los pescadores son afectados.

“Si nosotros tenemos muchos visitantes, el pescador con facilidad vende su producto”, dijo.

Salazar afirmó que están a la espera de que se realice la remodelación de la Plaza Banderas, sin embargo, no puede continuar hasta que la empresa encargada de retirar el cañonero Guanajuato termine las labores.

Respecto a la playa que se formó a espaldas del Palacio Municipal, indicó que no solo afecta al turismo, también al sector pesquero.

Detalló que los peces hembra dejan a los alevines en los esteros, pero al ver que está asolvado, no entran. También la jaiba, el chuchumite, el robalo y otras especies, dejan sus larvas en otras zonas.

“Donde llegue a ver una descarga de agua de la montaña, Boca del Río con el tapón que tenemos será un cuello de botella y habrá inundaciones en las comunidades, aquí ya se requiere un buen dragado para que haya buena descarga de agua al mar”, dijo.

Señaló que la Semana Santa dejó una derrama económica de un 25 por ciento, la cual reconoce se debe a que Boca del Río perdió atractivo para los turistas.