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No al fracking, promesa rota de AMLO que dañó a Veracruz

  • Ángel Cortés Romero
Veracruz es el estado con más pozos perforados con fracking en el país; la Alianza Mexicana contra el Fracking documenta dos mil 53

*Fotos: Alianza Mexicana contra el Fracking

Xalapa, Ver.- “No usar métodos de extracción de materias primas que afecten la naturaleza”, fue una de las cien promesas que Andrés Manuel López Obrador juró el 1 de diciembre de 2018 ante un zócalo repleto en la Ciudad de México.

Mil 822 días y más de 45 mil millones de pesos destinados a proyectos de fracturación hidráulica después, Veracruz es la entidad federativa con más pozos perforados a través de esta técnica en el gobierno de López Obrador – que enarbolaba las luchas ambientalistas.

De acuerdo con la Alianza Mexicana contra el Fracking, la Comisión Nacional de Hidrocarburos registra que tan solo en Veracruz hay dos mil 53 pozos petroleros perforados por PEMEX a través de la técnica de fracturación hidráulica. 

Además, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador destinó recursos públicos desde 2018 para la activación de tres pozos petroleros en el activo Aceite Terciario del Golfo (ATG), un complejo ubicado en la zona norte del estado de Veracruz y en Puebla, el segundo estado con más pozos abiertos con fracking en el país.

“El fracking se está desarrollando principalmente en Veracruz y en Puebla, pero también se desarrolla en Tamaulipas. En Nuevo León se desarrolló hace unos años, también se desarrolló en Coahuila”, señaló Alejandra Jiménez a e-consulta Veracruz.

López Obrador afirmó apenas en junio de 2023 que negó al titular de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Octavio Romero, un permiso para la exploración de un pozo petrolero por medio de fracturación hidráulica en Poza Rica. “No, al fracking no”, sentenció.

Una simulación: fracking solo cambió de nombre

Para la Alianza Mexicana contra el Fracking, las declaraciones del presidente de la república solo fueron una simulación, ya que PEMEX continuó practicando esta técnica de fracturación para la obtención de petróleo y gas del subsuelo.

La contradicción no para ahí: la Comisión Nacional de Hidrocarburos admitió en 2020 que se realizaron seis asignaciones petroleras con planes de exploración en yacimientos no convencionales y que se habrían perforado por lo menos 27 pozos horizontales con fracturación hidráulica en el país.

 “Ya no le quieren llamar fracking, le están llamando estimulación hidráulica y creen que por eso ya es distinta, pero no, son las mismas afectaciones y el mismo impacto y, bueno. Lo que encontramos es que continúa habiendo presupuesto público para el desarrollo de esta técnica, lo cual nos parece muy grave porque es un presupuesto público que se podría estar utilizando para precisamente acciones en cuestiones de cambio climático”, mencionó Alejandra.

Chicontepec, una fractura abierta

De los más de dos mil pozos perforados con fracking en Veracruz, la Comisión Nacional de Hidrocarburos revela que 655 están activos y mil 398 se encuentran abandonados y emiten gases tóxicos para el ambiente y la salud humana en el norte del estado.

El proyecto Aceite Terciario del Golfo – iniciado el 1 de diciembre de 2002 – es una muestra de que la técnica de la fracturación hidráulica aún es usada por PEMEX para la exploración de pozos petroleros en los estados de Veracruz y Puebla.

La federación decidió destinar cuatro mil 63 millones de pesos para la utilización del fracking en este activo en 2024. El recurso es 50 por ciento más bajo que el invertido en 2023, pero para la Alianza Mexicana contra el Fracking es preocupante que se mantenga esta técnica prohibida en países como Alemania, Francia y España.

El complejo Aceite Terciario del Golfo – conocido también como paleocanal Chicontepec – fue descubierto en 1926 – se ubica en un área de cuatro mil 243 kilómetros cuadrados que comprenden 29 campos divididos en ocho sectores.

Los sectores en los que se encuentra dividido el complejo son Soledad-Coyotes, Agua Fría-Coapechaca, Tajín-Corralillo, presidente Alemán-Furbero, Sitio-Tenexcuila, Amatitlán-Agua Nacida, Coyol-Humapa y Miquetla-Miahuapan.

Explotado con la técnica de fracturación hidráulica, la producción en en el paleocanal de Chicontepec fue disminuyendo con los años debido a la disminución de la presión en sus yacimientos, según revelan datos de Petróleos Mexicanos. 

De acuerdo con la paraestatal, la extracción en Chicontepec en 2022 fue de un promedio 16.9 mil barriles diarios de crudo, es decir, apenas el 0.9 por ciento de la producción total en todo el país. PEMEX advierte que, desde 2017, la producción cayó a la mitad.

Millones de litros de agua contaminados

Cecilia Navarro, miembro de la Alianza Mexicana contra el Fracking, advirtió que cada uno de los pozos perforados con fracking, consume entre nueve y 29 millones de litros de agua dulce mezclada con 750 sustancias como arsénico y benceno

El fracking – usado debido a la baja permeabilidad de las lutitas – es una técnica de perforación de un pozo vertical para alcanzar la formación que contiene gas o petróleo. Posteriormente, se hacen perforaciones horizontales perforando la roca con una inyección de agua, arena y sustancias químicas.

La presión elevada de la inyección permite la salida de hidrocarburos por los poros, sin embargo, el flujo disminuye muy pronto. En consecuencia, es necesario perforar nuevos pozos para mantener la producción de yacimientos.

De acuerdo con la Alianza Mexicana contra el Fracking, la técnica afecta el abasto de agua de comunidades aledañas a los lugares en los que se práctica debido a las enormes cantidades de líquido que se requieren para la exploración petrolera. 

“Destinar agua al fracking en un país con estrés hídrico, y en un contexto de cambio climático y alteración del régimen de lluvias no es aceptable”, dice la organización en un artículo de su sitio web.

El agua que se utiliza para el fracking se mezcla con sustancias químicas altamente tóxicas y muchas veces termina en el subsuelo, por lo que es capaz de contaminar otros acuíferos. Las emisiones de la fracturación hidráulica también contaminan el aire, las tierras de cultivo y la pastura.

Esto ha destinado gobierno de AMLO al fracking

Según una revisión a los presupuestos de egresos de la federación, el gobierno de la “cuarta transformación” asignó más de 45 mil millones de pesos a proyectos de fracturación hidráulica de 2018 a 2023. Además, para 2024 destinará cuatro mil 63 millones de pesos a esta técnica de exploración petrolera. 

En 2018 se asignaron seis mil 575 millones de pesos a los proyectos Aceite Terciario del Golfo y Aceite y Gas en Lutitas. Un año después el presupuesto aumentó 30 por ciento, es decir, se destinaron ocho mil 519 millones de pesos.

Otros cinco mil 412 millones de pesos se destinaron para el fracking en 2020. El recurso público aumentó 209 por ciento con una aplicación de 16 mil 739 millones. Para 2023, se redujo a ocho mil 208 millones, es decir, 51 por ciento.

PEMEX ejerció el 55 por ciento de estos recursos. 

Dos Bocas y la apuesta de AMLO por el petróleo

A  Alejandra Jiménez le preocupa que en aras de producir 170 mil barriles diarios de gasolina cuando se concluya la refinería Olmeca en Dos Bocas, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador impulse la exploración de pozos petroleros a través del fracking.  

“Es una obsesión, porque, para empezar, la refinería está ubicada en una zona que tiende a inundarse, o sea, el estado de Tabasco está un poquito por debajo del nivel del mar, es una zona que se inunda; de entrada, ahí hubo un error en la planificación”, mencionó.

La integrante de la Alianza Mexicana contra el Fracking cuestionó la construcción de otra refinería en México, pues consideró que el recurso destinado a Dos Bocas – más de 16 mil millones de dólares hasta el momento – deberían invertirse a combatir el cambio climático y hacer una transición energética responsable.

“Una refinería más, sinceramente, no resuelve el problema fuerte y nos mete en más problemas, va a generar una necesidad de mayor demanda de crudo, pero México desde hace años está importando crudo. Como no alcanzamos a cubrir la demanda interna, tenemos que importar crudo no solo para refinar”, expresó.

Alejandra Jiménez Ramírez estimó que la refinería Olmeca, ubicada en el puerto de Dos Bocas, en el municipio de Paraíso, Tabasco, no alcanzará a cubrir la demanda de crudo, gasolinas y diésel que existe en toda la República Mexicana.