Coatzacoalcos, Ver. -“Tenemos un problema desde hace un mes en el fraccionamiento Punta Caracol, no tenemos agua, Cmas  no nos da respuesta”, expuso Luis Enrique Domínguez, uno de los cientos de vecinos de la colonia Punta Caracol del municipio de  Coatzacoalcos, al sur de Veracruz,  que no tienen agua en sus hogares.

Informaron que la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS) no les da repuesta, pese a que en reiterados ocasiones han solicitado solución al problema, pues se trata de un servicio que pagan puntualmente. 

Los informes explicaron que  aunque la CMAS anuncia cuando hará cortes por diversos motivos, en su colonia nunca regresa el agua, esto pese a que las de su alrededor sí tienen el servicio.

“Cmas sube comunicados de que va a cortar el agua a diferentes colonias por cuestiones de luz, de válvulas, que se enfermó un trabajador, cualquier motivo y razón, entendemos que a veces hay fallas y cosas de logística que pueden afectar el suministro, el problema es que las colonias de los alrededores tienen agua y a nosotros no nos regresa el agua desde hace un mes", añadió. 

Los ciudadanos se han manifestado con la intención de llamar la atención de la autoridad municipales, porque  denunciaron que la titular del organismo operador, Hildeliza Díaz Calafell no los recibe cuando han ido a su oficina a pedir soluciones. Incluso han puesto sus esperanzas en ser escuchados por el Presidente  de la República, Andrés Manuel López Obrador, porque en Coatzacoalcos nadie los escucha. 

Los ciudadanos señalaron  han recibido agua a través de pipas, pero dieron a conocer  que el agua sale sucia y no la pueden utilizar para bañarse, además que tienen que estar acarreando a sus departamentos que se ubican hasta en un tercer piso. 

"Hemos ido varias veces a ver a la directora y no nos recibe, queremos respuesta, no queremos que nos mande una pipa cuando pagamos el agua mensual, no estamos pagando por una pipa donde hay que subir tres pisos porque en los edificios no hay tinaco y además nos mandan agua sucia", señaló.

Los vecinos se muestran hartos de esta situación, porque además del doble esfuerzo,  les genera un gasto extra, porque ahora no solo pagan el recibo de agua, también  tienen que estar comprando todos los días garrafones de agua para bañarse, lavar trastes y ropa.