En 1999, el entonces Acuario de Veracruz inició un programa que consistía en la protección de las tortugas marinas que desovan en cuatro de las islas del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV). A 24 años de distancia y con todo y el cambio de administración, los trabajos se mantienen bajo la batuta del biólogo Raúl de Jesús González Díaz Mirón.

El acuario pasó a llamarse Aquarium del Puerto de Veracruz en mayo de 2022 y la administración quedó en manos de la Procuraduría de Medio Ambiente (PMA) dependiente del Gobierno del Estado, sin embargo, el Programa de Protección de Tortugas Marinas, uno de los más exitosos, no sufrió ningún tipo de modificación.

A través del programa, dos especialistas, apoyados ocasionalmente por voluntarios, se encargan del monitoreo de las islas de Sacrificios, Verde, de En Medio y Salmedina, que se encuentran dentro del polígono arrecifal localizado frente a costas de Veracruz, Boca del Río y Alvarado. Son áreas de desove de tortugas Carey, principalmente, aunque también depositan sus huevos, las de la especie Lora.

Cuando arrancó el programa, por allá de 1999, los trabajos estaban enfocados únicamente en la vigilancia y monitoreo de la isla Verde, sin embargo, al año siguiente se hizo lo mismo en la de Sacrificios. Fue hasta el 2003 cuando el entonces Acuario de Veracruz abarcó las dos islas restantes: la de En Medio y Salmedina.

Raúl de Jesús González Diaz Mirón es el hombre encargado del programa de protección de los quelonios. El biólogo detalló que, en la actualidad, él vigila los nidos tortugueros de la isla Verde y la de Sacrificios, mientras que su colega Olegario tiene a cargo la isla de En Medio y Salmedina.

Todos los días del año, estos dos hombres, apoyados ocasionalmente por voluntarios, realizan patrullajes para monitorear el comportamiento de las tortugas que durante el periodo que abarca de abril a septiembre e incluso octubre llegan a desovar a las islas.

“Debemos tener presencia prácticamente todos los días en las islas para evitar que perdamos nidos”, destacó.

Aclaró que, aunque los nidos de tortugas no tienen depredadores, es importante no perderlos de vista y de ser necesario reubicar los huevos a áreas más seguras dentro de las mismas islas para prevenir que sean devorados por la marejada.

“Pero sí, nosotros como campamento nos aplicamos a lo que es la naturaleza, pero dejamos los nidos in situ y nada más reubicamos a la parte de la playa, prácticamente en 15 años ya empezamos a ver resultados.

Si no vemos resultados es que algo está pasando en el mar o lo que podría ser peor, el manejo de los nidos no es el correcto”, expuso.

El biólogo manifestó que, aunque no hay problemas de depredación de ningún tipo, el único inconveniente que se tiene es con los turistas y los prestadores de servicios turísticos que desembarcan en la Isla de en Medio.

“Pues es la única isla en la cual se encuentra autorizado el desembarco con fines turístico, regulado, pero hemos tenido problemas con los turistas y con algunos prestadores de servicios turísticos, no todos, algunos, que no acatan el reglamento y nos ponen de mal humor”, dijo.

Precisó que en la Isla de En Medio está prohibido enterrar sombrillas, hacer fogatas o tirar basura, sin embargo, los turistas no siempre acatan las indicaciones. Lo peor, dijo, es cuando se pone en riesgo a los nidos tortugueros.

“La gente no respeta los señalamientos de los nidos que tenemos marcados con una cinta anaranjada. Todos los prestadores que llevan turismo a la isla saben que, a partir de abril, hasta septiembre u octubre, hay temporada de protección…

… y un palito con cinta anaranjada es señal de que hay un nido alrededor, pero eso no los transmiten al turismo, el turista no sabe y nos los pisa y ponen las mochilas donde hay nidos (…) hemos tenido suerte en el desarrollo de las crías, pero sí es un pleito constante”.

Un año exitoso

Raúl de Jesús González Diaz Mirón, encargado del Programa de Protección de Tortugas Marinas, dijo sentirse contento porque en 24 años de trabajo jamás se habían registrado cifras como las que se tienen en este 2023.

Aseguró que 2023 es el año de mayor registro de hembras y de nidos protegidos dentro de las cuatro islas del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV).

Dijo que, de abril a septiembre de 2023, fueron resguardados 207 nidos de tortugas Carey y en un menor porcentaje de la especie Lora. Destacó que, traducido, se podría hablar de más de 20 mil huevos que van a eclosionar durante los próximos días o semanas.

Durante la temporada de anidación de tortugas marinas 2023 ya fueron liberadas aproximadamente seis mil crías, resaltó el biólogo.

Comentó que tan solo en la de Sacrificios se tiene registro de 57 nidos, los cuales fueron reubicados a zonas más seguras dentro de la misma isla para prevenir que una nueva hembra bote los huevos que ya fueron puestos por otra tortuga o que un temporal los inunde y provoque que erosionen en la arena.

Marcado de las tortugas

Desde 1999, como parte del Programa de Protección de Tortugas Marinas, se emplean dos tipos de marcados para monitorear las zonas de anidación y de alimentación de los quelonios.

El biólogo detalló que se hacen dos tipos de marcado, el primero es con una placa de Incone, que lleva un número de registro y una leyenda que dice “avisar a la institución”.

La placa es visible en alguna de las aletas de la tortuga, como si fuera un arete. De esa manera, especialistas en otra playa del Golfo de México deberán reportar al Aquarium el avistamiento del ejemplar.

El otro marcado consiste en un microchip que se inserta debajo de la piel con una jeringa. A través de este dispositivo también se le puede dar seguimiento a los recorridos que realizan las tortugas entre el periodo de desove y alimentación.

Se tienen ejemplos de éxito en el monitoreo de las tortugas. Explicó que en 2001 marcaron una hembra y esta regresa cada dos años a desovar a las islas del parque arrecifal de Veracruz.

Se trata, dijo, de un ejemplar de aproximadamente 46 años, que fue vista por última vez en este 2023 y se prevé regrese a desovar en 2025.