Amatlán de los Reyes.- Sin dar a conocer los detalles de los posibles acuerdos a los que llegaron, el día de ayer fue liberado el palacio municipal de Amatlán de los Reyes por parte de los habitantes que rechazan la instalación del Centro Integral de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos entre los límites de Córdoba y Amatlán. 

De manera extraoficial, se dijo que se puso fin al conflicto, al menos en la cabecera municipal, luego de que el alcalde Luis Arturo Figueroa Vargas se comprometió a sumarse a sus demandas para exigir que la obra sea reubicada para que no les afecte,  además de cumplir  la promesa de retirar las 17 demandas que se generaron.

Este acuerdo se da, después de que más de un mes el edificio público fue tomado por los pobladores al enterarse del proyecto que afirman será un foco de contaminación. A partir de este jueves el ayuntamiento reabrió sus puertas para brindar la atención ciudadana, al rezagarse en sus trámites. 

Como se recordará, el centro de transferencia para el manejo de las más de 200 toneladas de basura que generan los cordobeses, se tiene previsto instalar en un terreno de San Miguelito, del municipio de Córdoba. Sin embargo, a decir de los manifestantes, será un riesgo para la salud de sus familias, razón por la que se apostaron en el palacio municipal y confrontaron al presidente Luis Arturo Figueroa y ediles. 

Los quejosos retiraron el campamento que tenían en pasillos principales del inmueble, así como las llantas que obstruyeron las calles del centro de la ciudad por más de treinta días, pero se conoció que ahora seguirán con su protesta con los manifestantes de San Miguelito donde hay otro campamento que montaron desde que se anunció el centro de transferencia en aquel lugar.

En su momento, los pobladores habían advertido no retirar el plantón que iniciaron el pasado 26 de abril contra el proyecto que promueve la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente, hasta que las autoridades municipales retiraran las denuncias en su contra, no sólo por la manifestación, también por vandalizar la casa del alcalde, obstruir la vía pública, entre otros señalamientos.

 Debido al cierre de las oficinas municipales, y a la ocupación de la explanada del palacio municipal, los inconformes impidieron que la feria de la Cruz y del Rosario se realizara en el centro, como ya es tradición. Se dijo que, tras algunos acuerdos, finalmente accedieron a desmantelar su campamento, por lo que, desde temprano la ciudadanía pudo acceder a los servicios municipales y realizar trámites que habían postergado, debido al conflicto social. Sin embargo, hasta el momento no hay una versión oficial ni pronunciamiento por parte del ayuntamiento, tras la liberación de oficinas.