Veracruz, Veracruz.- Lo último que Tharsis Ophir Toledo Díaz le dijo a Bertha Díaz Toledo, su madre, la mañana del 20 de enero de 2014 en el puerto de Veracruz fue que iría a ver a Jonathan, un amigo. El joven, de 23 años en aquel entonces, jamás regresó a casa. 

Eran aproximadamente las 11:00 de la mañana cuando se despidió de su madre. Salió del domicilio y no se supo más de él. Alrededor de las 3:00 de la tarde, la esposa de Jonathan le avisó a Bertha que a su hijo se lo acababan de llevar sujetos desconocidos vestidos de civil que viajaban en varios vehículos. 

Los plagiarios, que iban armados, se hicieron pasar por judiciales, sin embargo, eran delincuentes. El levantón ocurrió en la colonia Chapultepec, en el municipio de Veracruz. 

"Llegaron los hombres y se llevaron a mi hijo, desde entonces no sé nada de él", narra Bertha mientras lleva puesta una playera con la fotografía impresa de su hijo al frente de la marcha de colectivos en búsqueda de desaparecidos este 10 de mayo, Día de las Madres.

Más de nueve años pasaron desde entonces y el argumento de la Fiscalía General del Estado (FGE) sigue siendo el mismo. "Me dicen que lo están buscando", comenta Bertha.

Halllan indicios en Arbolillo

A Bertha le notificaron las autoridades ministeriales en 2018  que en un predio de la comunidad de Arbolillo, en el municipio de Alvarado, encontraron restos humanos. Tras practicarles los respectivos exámenes de ADN, se les encontró coincidencias con la sangre de ella y de su esposo. 

La mujer no aceptó los resultados y pidió que se realizaran nuevos exámenes para hacer otro cotejo. 

"No estoy segura de que sea mi hijo, no estoy segura. Los exámenes de ADN coincidieron, pero no estoy segura porque me dijeron en la fiscalía de Las Bajadas (puerto de Veracruz) sobre el hallazgo y entonces yo fui a Xalapa, porque en Xalapa los tienen (los restos humanos), pero resulta que ahí no tienen nada, entonces por eso mandé a hacer otros exámenes, esa es mi duda", señala.

TRISTE 10 DE MAYO

Tharsis Ophir tenía 23 años,  era soltero y acababa de estudiar buceo industrial al momento de su desaparición en el puerto de Veracruz. Desde 2014, el 10 de mayo, Día de las Madres, tiene un significado distinto para Bertha Díaz Toledo.

"Duele mucho esta fecha porque no está conmigo, no está en casa, no oigo su voz, no oigo su risa, ya no la oigo, pero sé que donde está mi hijo yo lo amo, lo amo, como amo a sus hermanos", lamenta.

Su devoción a Dios y el amor a sus otros dos hijos la mantienen de pie, sin bajar los brazos y así seguirá hasta encontrar a Tharsis Ophir. 

"Me da tristeza porque no lo tengo a él, pero pues tengo a mis otros dos hijos y si dios permitió todo esto, no lo sé, estoy buscándolo porque yo quiero saber dónde está, claro, yo creo que ya no está vivo, pero yo quiero encontrarlo, ya no quiero buscar culpables porque aunque busque culpables, no me van a regresar la vida de mi hijo", afirma.