Luego de la tragedia que afectó no sólo a dos familias, sino a una comunidad entera por la muerte de un niño de 11 años a manos de otro de 10, el ayuntamiento de La Perla ha tomado medidas para atender a la población y que salga adelante, indicó la alcaldesa Ruth García Meza.

 

Comentó que ha platicado tanto con la mamá de Samuel, el niño que murió, como con la abuelita del que disparó, y las dos le dijeron lo mismo, que los menores convivían, que eran amigos, jugaban juntos y dormían juntos no se explican qué fue lo llevó al de 10 años a tomar la pistola y disparar. 

Indicó que lo sucedido afectó a todos los habitantes de El Tejocote, no sólo a esas dos familias, sino a toda la comunidad, y ahora hay señalamientos contra los tíos menores de edad, del niño que disparó, por eso se tiene un plan de acción para toda la gente.

Mencionó que ya se tiene un equipo de psicólogos que estarán atendiendo ese caso, pero los padres también tienen que sensibilizarse para trabajar con los niños y con los jóvenes, cuidarlos, orientarlos, pues cada vez están más expuestos a la violencia que aparece en televisión, en los videojuegos y en el celular.

Señaló que se debe buscar que los menores convivan más entre ellos de una manera sana y que participen en actividades deportivas, culturales y sociales y con el apoyo de los psicólogos se buscará ver si tienen algún problema y ayudarlos.

La alcaldesa de La Perla refirió que la gente de este lugar es muy religiosa, honesta y trabajadora y este caso los ha conmocionado, pero se trabajará fuerte para evitar que una situación vuelva a ocurrir y que toda la comunidad salga adelante.

Indicó que es una situación muy grave que un menor tenga acceso a un arma, por eso también se tiene que ver el tema de la responsabilidad de los padres, ya que en este caso en particular hay peson sobre el padre que dejó una pistola a la mano.

Cabe recordar que el pasado 15 de enero, Samuel se despidió de su mamá después de comer y le dijo que iría a jugar maquinitas a una tienda a escasos 100 metros de su casa. Esa fue la última vez que su mamá lo vería bien, a los diez minutos, su hijo mayor le gritó que “le habían pegado”.

Lo encontró en el piso de la tiendita, con un disparo arriba de su oreja. Su vecino de 10 años le había disparado. Aunque de inmediato se lo llevaron en un vehículo particular a la cabecera y de ahí en una ambulancia al Hospital Regional de Río Blanco, dos horas más tarde había fallecido.

Del menor que le disparó ya no supieron más, sólo que el padre de familia había huido del lugar llevándoselos a todos y a la fecha se desconoce su paradero.

 

ys