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Ni AMLO ni la 4T han podido habilitar basurero de Minatitlán

  • Carlos Caiceros
El basurero de Las Matas se convierte en un problema que ni la Cuarta Transformación ha podido resolver

Ni la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador, ni un acuerdo entre el gobierno federal con el del estado, han solucionado el problema ambiental que significa el basurero de Las Matas en Minatitlán.

El pasado mes de septiembre, la Secretaría de Medio Ambiente veracruzana anunció que en conjunto con 3 municipios y el gobierno de la República se invertirán 200 millones de pesos en el saneamiento de dicho espacio en este municipio.

Al respecto, desde la Procuraduría Estatal de Medio Ambiente se critica la falta de presupuesto para el manejo de los residuos sólidos por parte de los ayuntamientos que se verían beneficiados.

El basurero de Las Matas se convierte así en un problema que, a cuatro años de distancia del inicio del nuevo gobierno, ni siquiera la 4T ha logrado resolver.

PROMESA DE AMLO

El añejo problema prometió ser atendido por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, apenas cuatro meses después de asumir el cargo.

Así, el 1 de febrero de 2019, presentó junto a la entonces secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Josefa González Blanco; y el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, la iniciativa de gestión sustentable de los residuos que se vierten en el tiradero a cielo abierto Las Matas.

El programa, que lleva por nombre “Hacia Basura Cero”, su administración aparentemente trabajaría en el saneamiento de las 26 hectáreas donde se acumula la basura de los municipios de Minatitlán, Cosoleacaque y Coatzacoalcos, a fin de reducir el impacto ambiental y proteger la salud de la población.

La presentación de la estrategia, que tuvo lugar en el municipio de Minatitlán, incluyó un plan de rescate de Las Matas que ejecutarían SEMARNAT, el Estado y los municipios; en dicha estrategia se plantearon cinco etapas para alcanzar la meta establecida: estudios de ingeniera, intervención y rescate, cierre técnico, plan de remediación, y monitoreo ambiental y mantenimiento.

La estrategia contemplaba la participación de los entonces alcaldes Nicolás Reyes Álvarez de Minatitlán; el de Cosoleacaque, Cirilo Vázquez Parissi y el de Coatzacoalcos, Víctor Carranza Rosaldo, que a la postre terminarían sus administraciones sin mayor aporte al programa.

También se indicó que Instituto Tecnológico de Minatitlán (ITMina) y la dependencia federal signaron un convenio de honor para convertir a la institución educativa en ejemplo nacional del programa Hacia Basura Cero y manejo óptimo de los residuos.

De esto último, tampoco se tuvieron detalles del alcance en la participación para tal proyecto ni las metas alcanzadas, si es que existieron.

Por su parte, Josefa González Blanco renunció al cargo desde el 25 de mayo de 2019, luego de que causó un retraso a los pasajeros y tripulación de un vuelo comercial. Fue relevada por Víctor Manuel Toledo y actualmente la dependencia está bajo el mando de María Luisa Albores González, quien garantizó que la limpieza del basurero sería “ejemplo nacional” sin cumplir su promesa hasta la fecha. 

Ante la falta de resultados, tres años más tarde de anunciado el proyecto, el propio presidente López Obrador deslizó que quedaría en manos de los alcaldes y autoridades estatales, la decisión de clausurar el basurero de Las Matas y sanear los terrenos donde por años se han depositado los desechos de esos municipios.

“En cuanto al basurero es un compromiso que tenemos, estamos buscando que se termine de resolver este problema aquí en Mina sobre el basurero y vamos a seguir resolviendo los problemas de estos basureros que afectan, que contaminan”, dijo durante una conferencia de prensa otra vez en Minatitlán, en marzo de este año.

PROBLEMA “MUY SERIO”

Sobre el tema, el procurador del Medio Ambiente, Sergio Rodríguez Cortés califica el problema como “muy serio, muy fuerte”.

El servidor público refiere que todos los alcaldes de los municipios de la zona sur, desde Acayucan hasta Las Choapas, malentienden cómo deben invertir ciertos fondos, como el del Fortalecimiento Municipal, que es federal.

En ese sentido, criticó que en todos los casos se pretenda hacer obra con este recurso, cuando debe invertirse para servicios municipales, entre ellos el manejo integral de los residuos.

“¿Qué servicios municipales se deben pagar con Fortalecimiento? Alumbrado público, seguridad pública, agua potable y por supuesto la limpia pública”, dijo.

Sin embargo, señaló que los municipios del sur del estado “no están acostumbrados” a etiquetar los recursos para servicios municipales y ello deriva en un mal manejo de los desechos.

Acusó que, como consecuencia, los alcaldes consienten que los residuos sean vertidos en cuerpos de agua o en campos destinados a la siembra.

“La gente se come los lixiviados que se producen en estos lugares inadecuados y hay un problema grave en el sur, no solo en Las Matas”, detalló.

Criticó que los alcaldes no han acatado la instrucción presidencial de remediación y expuso que este tiradero es el ejemplo más grave de cómo se encuentran los municipios que no tienen un manejo integral de residuos, pues en el norte y centro de la entidad, los gobiernos municipales sí trabajan en la problemática.

UN PROBLEMA SERIO

Diariamente, cada veracruzano produce al menos, en promedio, un kilogramo de basura, de acuerdo con un análisis realizado por la Universidad Veracruzana (UV) en 2018 con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e información (INEG), que evidenció que cada día se producen en Veracruz 6 mil toneladas de basura y 2 millones 200 mil al año. 

Tan sólo en la ciudad de Xalapa se producen aproximadamente 400 toneladas diarias de residuos y 146 mil al año; residuos de los cuales aproximadamente el 70 por ciento es aprovechable; y de este porcentaje la mitad corresponde a materia orgánica. 

Así, el INEGI y la Universidad Veracruzana alertan sobre la gravedad que representa la generación diaria por persona, debido a que las cifras de producción diaria de desechos se contraponen a los alcances, apenas mínimos, que se han logrado para el manejo adecuado de los residuos.

En Veracruz apenas 6 de los 29 rellenos sanitarios a lo largo de toda la geografía cumplen los estándares para su operación, sin olvidar que son en su mayoría empresas privadas las que los operan.

Estas son cifras oficiales de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), con corte a marzo de este año.

Para la SEDEMA, el relleno sanitario de Xalapa es uno de los pocos que operan con un porcentaje alto de viabilidad, de los que están autorizados; 7 más se encuentran en el limbo, pues, aunque funcionan y tienen permiso temporal para hacerlo, no cumplen los estándares.

A estos se les ha requerido para el mejoramiento de sus sistemas para que puedan acceder a los permisos de mínimo 15 años que se brindan para prestar el servicio, pues al momento hay varias áreas de oportunidad en las que pueden trabajar, como la compactación, el manejo de los lixiviados, las membranas impermeables que eviten filtraciones a los mantos acuíferos entre otras, lo que se ha incumplido.

Con este panorama, solamente el relleno sanitario de Tampico Alto, en el norte de la entidad, que engloba a los municipios de Tampico Alto, Pueblo Viejo y Ozuluama, sí cuenta con autorización de parte de la SEDEMA para su operación.

De este relleno, la Secretaría informó que, en noviembre de 2021, entregó su informe de la operación del sitio de disposición de los residuos, sin que se haya encontrado alguna irregularidad.

En la zona central de la entidad destacan Xalapa y Emiliano Zapata con el relleno sanitario de “El Tronconal”, que, si bien cuenta con la autorización de la SEDEMA, actualmente se encuentra realizando el saneamiento y clausura de las celdas I, II, III y IV.

Igualmente, en la zona central, pero más hacia la costa, se encuentra el relleno sanitario de Medellín de Bravo.

Ahí concurren los municipios de Medellín, Boca del Río, Tlalixcoyan, Ignacio de la Llave, Tenampa y Cotaxtla. El relleno se encuentra en orden y con los permisos necesarios de la Secretaría de Medio Ambiente.

Para el caso de las Altas Montañas, la SEDEMA otorgó la autorización de operaciones del relleno sanitario de “los Colorines”.

En este disponen sus residuos sólidos y orgánicos los municipios de Nogales, Aquila, Maltrata, Acultzingo, Camerino Z. Mendoza, Huiloapan de Cuauhtémoc, Río Blanco, Orizaba, Rafael Delgado, San Andrés Tenejapan, Tilapan, Mariano Escobedo, Ixhuatlancillo.

Así como La Perla, Fortín, Xoxocolco de Hidalgo y Soledad Atzompa; aunque tiene el permiso de operación, la Procuraduría de Medio Ambiente (PMA) ha emitido una declaratoria de emergencia ecológica para fortalecer la manera en la que gestiona los residuos.

En cuanto al sur de la entidad, la SEDEMA tiene autorizada la operación del relleno de San Andrés Tuxtla, que beneficia a ese municipio, a Santiago Tuxtla, Catemaco y Hueyapan de Ocampo.

Si bien es cierto que se la ley permite que los rellenos sean operados por particulares, la Secretaría ha buscado que sean los ayuntamientos los que administren el manejo de los residuos, aunque sin mucho éxito, muestra de ello es Acayucan.

Aunque en este municipio existían dos rellenos sanitarios, uno operado por una empresa particular y el otro por el gobierno local, este último no realizó un manejo adecuado y la PMA lo clausuró.

De esa manera, solamente uno está activo y es el de la empresa privada, cuyo último informe de actividades en cuanto al manejo realizado, tuvo lugar en mayo de 2021.

La SEDEMA tiene identificados también a 8 rellenos que han sido clausurados por su violación a las normas ambientales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Dentro de estas determinaciones se deben respetar, entre otras, la selección del sitio, la operación y construcción del sitio de disposición final y la postclausura de los mismos; los clausurados han violado una u otra disposición.

Estos son los ubicados en Coyutla, Ixhuatlán del Sureste, Mecayapan, Naranjos, Amatlán, Ozuluama, Tempoal y Huayacocotla, aunque este año se prevé que pudieran ponerse en operación nuevamente, en lugares adecuados y cumpliendo los lineamientos en materia ambiental.

Por otro lado, se encontró que los sitios que funcionaban como “centros de transferencia”, es decir, un punto medio entre los municipios y los rellenos sanitarios, en realidad ninguno tiene los permisos para la operación.

Estos se ubican en Tantoyuca, Chicontepec, Tuxpan, Papantla, Martínez de la Torre, Paso de Ovejas, Actopan, Córdoba, Tomatlán, Tequila, Tierra Blanca, Ángel R. Cabada y Juan Rodríguez Clara.

En el caso de los tiraderos a cielo abierto, la SEDEMA ha detectado 119 por lo que se han intervenido 83 municipios.

De estos se han clausurado de manera temporal 65 mientras que solo 4 han sido de forma definitiva, 4 más han sido parcialmente clausurados y 3 cuentan con aseguramiento precautorio.

Al respecto, la Secretaría de Medio Ambiente ha procedido imponiendo sanciones económicas a diversas empresas, recursos que en su momento serán utilizados para la construcción de nuevos rellenos.

 

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