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UV cambió reglas de postgrados, alumnos piden vuelta del CEICAH

  • Carlos Caiceros
Estudiantes de posgrado de la Universidad Veracruzana piden que no se extinga este centro de investigación

Desesperados, estudiantes de doctorado del Centro de Estudios e Investigaciones en Conocimiento y Desarrollo Humano (CEICAH) de la Universidad Veracruzana (UV) llamaron al rector, Martín Aguilar Sánchez, a revertir la decisión de extinguir este espacio educativo.

De acuerdo con lo señalado por los estudiantes, el Consejo Universitario General no ha definido si procede o no la extinción de este espacio, por lo que todavía existe la posibilidad de un resurgimiento.

Sin embargo, la decisión del rector afecta a la fecha en sus proyectos de posgrado, ya que “les cambiaron las reglas” con la que años atrás habían optado por cursar un posgrado.

“Tenemos la idea de que él solo puede revertir la extinción. Para ellos no está contando ahorita la ratificación porque las acciones siguen a pesar de que no ha sido llevada al Consejo”, reclaman, al optar por hacer un llamado conjunto pidiendo ser escuchados.

La extinción del Centro de Estudios ahora obliga a los doctorandos a tomar clases en sitios no adaptados para ello y a consultar libros en sedes a más de 10 kilómetros de sus ubicaciones ordinarias, afectándo económicamente y con sus horarios.

Peor aún, consideran que los académicos prácticamente han empezado a desentenderse de sus tutorados, pues ni siquiera responden los correos que les envían. 

Tras los señalamientos se buscó una respuesta institucional de la UV, pero debido a que el proceso judicial de extinción sigue en curso, la universidad opta por reservarse una postura de forma temporal. 

DECISIÓN UNILATERAL

Con un posicionamiento público, los estudiantes insistieron en acusar que el rector tomó una decisión unilateral y sin consultar a autoridad alguna, determinando cerrar el Centro por un conflicto interno.

“La Universidad Veracruzana da por resuelto el tema sin considerar que la extinción no es una solución apta para el desarrollo académico de los alumnos actualmente inscritos, de los alumnos interesados en cursar el programa doctoral y de la comunidad de Psicología Experimental en habla hispana".

“Lo anterior afecta día con día el prestigio que el programa doctoral en Ciencias del Comportamiento desarrollado en el CEICAH ha construido a lo largo de la última década”, expusieron.

Una disputa entre investigadores y la coordinadora del Centro fue lo que aparentemente orilló a la solución radical que dio el rector en abril pasado.

“Con este acuerdo se pone fin a un conflicto que imposibilita la existencia de condiciones propicias para la realización de las funciones sustantivas de docencia e investigación por parte de las investigadoras e investigadores del CEICAH y se atiende a la obligación institucional de conservar, crear y transmitir la cultura, en beneficio de la sociedad y con el más alto nivel de calidad académica", explicaba el comunicado público respecto a la determinación.

Los problemas al interior del centro se agudizaron en 2021, al final del rectorado de Sara Ladrón de Guevara, cuando se acusó que la investigadora Ara Varsovia Hernández Eslava estaba siendo víctima de violencia de género.  

Hernández Eslava dijo también en su momento que había omisiones de la Coordinación de la Unidad de Género y de la Defensoría de los Derechos Universitarios con relación a su caso.

La entonces coordinadora del Centro fue señalada por tomar decisiones que habrían violentado la normatividad de la casa de estudios, sin embargo, ella acusó actos de violencia de género de un grupo de académicos presuntamente con el fin de destituirla.

En su momento, el rector dijo que efectivamente recibió un problema no resuelto por Ladrón de Guevara, pero también manifestó que a su parecer no se trataba de una problemática que no se quisiera resolver, sino que ya no podría resolverse.

Dijo que, como máxima autoridad de la UV, llamó varias veces a reuniones con los profesores para que se pusieran de acuerdo, pero no se podía porque entre estos “había contradicciones muy fuertes”.

El documento que dio fin a este centro de estudio destacaba que el acuerdo rectoral estaba fundamentado y garantizaba el cumplimiento de normas académicas, laborales y administrativas.

Además, se informó que “busca asegurar las condiciones requeridas para el adecuado desarrollo de las funciones universitarias y para asegurar la excelencia académica, en el marco de la ley, los derechos humanos y la sustentabilidad institucional.

"La Rectoría, con este acuerdo pone al centro de las decisiones institucionales al interés superior del estudiante y el cumplimiento de las obligaciones impuestas en el artículo 3º Constitucional a la Universidad Veracruzana como institución de educación superior pública".

Nada más alejado de la realidad para los estudiantes hoy inconformes, que ven desproporcionada la decisión que incluso no ha sido ratificada por el Consejo General.

CAMBIO DE REGLAS

Como consecuencia a la desaparición del Centro de Estudios, los estudiantes recriminan que los trámites y procesos de investigaciones se están haciendo cada vez más lentos para quienes ya cursan su doctorado.

Para aquellos que están a la espera de ser aceptados, también hay repercusiones pues desde el inicio del conflicto, no han tenido la oportunidad de hacerlo.

“No se han desmotivado, más bien la Universidad no les ha permitido entrar ya que no se ha abierto la convocatoria para nuevos ingresos.

“Cada semestre se abre la convocatoria y desde el conflicto se cerró; los que quieren entrar no pueden hacerlo”, señalan.

De acuerdo con los estudiantes las afectaciones llegaron al área de consulta bibliográfica que fue retirada y reubicada en la USBI “a más de 10 kilómetros de nuestro centro de investigación cuando contamos originalmente con un espacio destinado para ello”.

Además, indicaron que los cubículos de los investigadores son inaccesibles, obligando a los estudiantes a tomar las asesorías en espacios no habilitados para tal fin.

Igualmente, la ausencia de un protocolo claro y visible a todos los estudiantes sobre la solicitud de uso de laboratorios también les afecta.

A ello se suma que las autoridades de los estudios de posgrado no dan respuesta tampoco a las solicitudes vía correos electrónicos que hacen los estudiantes.

“La comunidad estudiantil no está conforme con la solución al conflicto. Consideramos que no se han agotado las opciones de negociación entre las partes involucradas”, destacan.

 

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