Coatzacoalcos, Ver. – El clamor de justicia e impotencia invade a más de una madre, una hermana y un padre afuera del Centro Integral de Justicia de Coatzacoalcos; familiares que esta noche presenciaron la llegada y salida de los policías estatales detenidos en la capital del estado; los once elementos estarían implicados en la desaparición forzada de cinco personas durante mayo del 2015, cuando se puso en marcha el operativo “Blindaje Coatzacoalcos”.

Bajan el rostro, pero no pueden evitar escuchar los gritos de los integrantes del colectivo “Madres en búsqueda” de esta ciudad.

“Levanta el rostro perro para que veas el rostro del que desapareciste”, “mira como destruiste a una familia”, “ojalá te pudras en la cárcel”, son algunos de los gritos que se escuchan entre la multitud.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado confirmó la detención de once de sus elementos en activo, la tarde de este miércoles, cuando se encontraban en la academia “El lencero”, en capital del estado.

De acuerdo con autoridades estatales, a los 11 policías se les imputa un caso ocurrido en el año de 2015, en el municipio de Coatzacoalcos, cuando era gobernador Javier Duarte de Ochoa y Arturo Bermúdez Zurita secretario de seguridad pública, por lo que este mismo día fueron presentados ante el juez de primera instancia de esta ciudad.

Los desaparecidos son José Manuel Cruz Pérez, Jhonit Enríquez Orozco, Héctor Manuel Facundo Ramos y Eliaquim Alvarado Villafuerte.

A José Manuel lo sacaron de un domicilio particular la madrugada del 11 de mayo del 2015

Para ser sacados del Centro de Justicia, los ministeriales subieron a los detenidos en tres camionetas blancas y los trasladaron al Cereso Duport Ostión, donde eran perseguidos por los integrantes del colectivo que nunca soltaron las lonas y cartulinas con los nombres y fotografías de los desaparecidos.

“Justicia, justicia, digan donde los dejaron no se callen”, gritaban mientras corrían detrás de las unidades oficiales.

Entre ellos se encontraba don Manuel, padre de José Manuel Cruz Pérez un joven que a los 27 años fue sacado por elementos de la policía estatal de un domicilio particular ubicado sobre la avenida General Anaya de la colonia Constituyentes durante los primeros minutos del once de mayo del 2015.

“Los policías estaban saqueando la casa de un pariente por la fuerza y él (José Manuel) al escuchar los gritos se asomó para ver que es lo que pasaba, el estaba con su esposa, pero no se acercó y ella se dio cuenta que eran policías uniformados los que estaban causando el alboroto y enfrentaron a mi hijo”, relata don Manuel.

Sigue diciendo que los elementos se abalanzaron contra José y lo comenzaron a golpear, posteriormente unos civiles que acompañaban a los policías lo subieron a una camioneta y se lo llevaron con rumbo desconocido.

“Cuando mi nuera escucho todo, intentó salir, pero ya se habían llevado a mi hijo; después nos avisó y como nos dijo que eran policías, fuimos a todas las bases de la policía y dependencias y nos decían que nunca fue presentado en algún lugar o detenido, lo negaban”, dice don Manuel.

Su rostro se le ve cansado, pues don Manuel no ha dejado de luchar junto al colectivo para encontrar a su hijo; hoy que se enteró de la detención de los policías, asegura que una esperanza ha llegado a su vida.

“Yo les pediría a los policías que no se queden callados, que nos digan donde dejaron a mi hijo”, exclama.

Piden al juez que no permita la liberación de los policías

Esta misma noche los policías detenidos fueron recluidos en el Cereso y se espera que la audiencia para legalizar su detención se lleva a cabo la mañana del jueves; donde estarán presentes los familiares de los desaparecidos.

“Justicia, vivos se los llevaron y vivos los queremos ahora”, gritaban afuera del reclusorio al caer la noche.

Lenit Enríquez Orozco, representante del colectivo y que además es hermana de uno de los cinco jóvenes desaparecidos presuntamente por los policías hoy detenidos, aseguro que hay pruebas suficientes para que sean sentenciados.

“Hoy pareciera que la justicia está llegando poco a poco después de siete años; quiero precisar que los que hoy están detenidos estaban uniformados, algo que nosotros siempre señalamos y las autoridades de aquella administración lo negaban; Mañana esperamos que el juez nos escuche y haga justicia porque estamos en sus manos”, señaló Lenit.

Los gritos nunca cesaron, y aunque en este caso solo hay cinco personas desaparecidas implicadas, todos alzaban la voz, y aseguran que lo seguirán haciendo hasta que la justicia llegue a todos.

FP