Xalapa, Ver. – Este 31 de enero, padres y madres abarrotaron durante dos horas la tienda de uniformes Bel Rey, ubicada en el centro de Xalapa. Aunque la escena parecía favorable para los dueños del negocio, ellos aclaran este podría ser el último año para muchos comercios de ese giro.  

La escena fue protagonizada por personas que surtieron los uniformes de estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de servicios No. 13 "Dr. José María Cos y Pérez", conocido como CBTIS 13. 

Una de las encargadas de uniformes Bel Rey, confiesa que los dueños avisaron que si este año no mejora la situación económica van a tener que cerrar, debido a que se agotaron las reservas económicas que les permitieron mantenerse los últimos dos años, desde que inició la pandemia por covid-19. 

Incluso, dijo en entrevista, vendieron algunas propiedades para poder cumplir con el pago de sus trabajadores, pues en los últimos dos años los ingresos han sido pocos. 

El anuncio de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) de que se daría el regreso presencial a clases se vio como una posibilidad de demanda de uniformes de gala y deportivos, sin embargo, en la mayoría de las escuelas se mantiene la modalidad a distancia.

De las seis escuelas a las que surten Bel Rey, sólo el CBTIS 13 provocó la llegada de padres y jóvenes que buscaban faldas, pantalones, chazarillas, chamarras o una bata para taller.

En su página de Facebook la empresa ofrece uniformes empresariales, para restaurantes, y hospitales, así como diseños en general de bordado y todo lo que tenga que ver con ropa.

En Xalapa existen al menos 36 tiendas que venden uniformes y surten a escuelas de todos los niveles tanto públicas como particulares, pero las ventas han sido bajas. 

Aunque algunos padres de familia acudieron a Bel Rey a preguntar por los precios de uniformes, para adquirirlos en la quincena, muchas escuelas volvieron a modalidad distancia, ante la cuarta ola de covid y no regresaron. 

Otra tienda, Gran Sport de Xalapa, ubicada en la calle Rojano, vende uniformes para al menos 10 escuelas de la ciudad. Ahí las ventas buenas fueron en los primeros días de enero cuando se anunció el regreso a clases de la primaria Enrique C. Rébsamen, ubicada en la calle Gutiérrez Zamora, en el primer cuadro de la ciudad; después volvió a bajar la demanda de sus productos.

Lupita, una de las encargadas, comentó que en su caso varió la venta de uniformes escolares a batas y filipinas para personal médico, así como uniformes para restaurantes y cocina, y hasta la confección de cubrebocas.

“En la primera semana (de enero) vino gente, pero ahorita ya no. Como también se trabaja para restaurantes y uniformes para personal médico, cuando se dio el Covid, todo mundo tenía que llevar un uniforme diferente, y subieron las ventas”.

La administradora detalla que un uniforme de restaurante o para médico cuesta entre 700 y 800 pesos, sin embargo, uno escolar que incluye ropa del diario, gala y deportivo, puede venderse hasta en dos mil 500 pesos.

La tienda tiene su propia área donde se maquilan los uniformes, sin embargo, en la fábrica se recortaron las horas de trabajo y personal, ante la poca demanda de confección.

De manera adicional, están vendiendo cubrebocas bordados para escuelas técnicas que se ofrecen en 30 pesos. Esos fueron a pedido expreso de las secundarias.

Lupita dice que se enteró de las fotografías que circularon en redes sociales de la tienda Bel Rey, pero al igual que en la casa de uniformes en la que labora, la llegada de compradores sólo por una escuela en la que se pidió tomar clases a distancia con uniformes. 

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), estimó que de octubre del 2020 a julio del 2021, 1.6 millones de negocios mexicanos cerraron de forma definitiva.

El Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2021 (EDN), reportó que ese año había 2.45 personas ocupadas por cada establecimiento que murió, mientras que en los negocios nuevos había 2.05 personas ocupadas.

Por cada 100 personas que estaban ocupadas en 2019, 20 personas dejaron de trabajar por los establecimientos que murieron en 2020, mientras que en 2021 la proporción aumentó a 27 personas.