El artículo 331 del código penal establece que se sancionará con cárcel a quien “amenace”, lo que implica una advertencia verbal, o agreda a un servidor público al momento de ejercer funciones; a pesar de ello, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez insiste que sólo se encarcelará a quien agreda físicamente a los policías.

Reconoció que todas las leyes son perfectibles, y que se podrá adecuar el código penal, tal como lo han pedido los abogados del Estado, sin embargo, advirtió que al cambiar la ley se corre el riesgo de abrir una puerta giratoria para que los delincuentes, así como entran a la cárcel puedan salir.

En ese sentido, advirtió, que señalará públicamente a todos aquellos que promovieron la reforma al código, pues la idea es proteger a los policías de los delincuentes, y no permitir que salgan libres.

En marzo de este año se reformó el código penal que establece que se impondrán de seis meses a dos años de prisión y multa de diez a cuarenta veces el valor de la unidad de medida y actualización diaria, a quien amenace o agreda a un servidor público en el momento de ejercer sus funciones o con motivo de ellas. 

Se le aplicará al responsable de este delito, además de las sanciones anteriores, de cinco a siete años de prisión, cuando la agresión la realice por una o más personas armadas o portando instrumentos peligrosos.

Si se realiza por medio de cualquier tipo de violencia contra la víctima; si el sujeto activo manifiesta ser miembro de una pandilla, asociación delictuosa o de la delincuencia organizada, real o ficticia, entre otros.

En ese sentido, el gobernador recordó que la Constitución ya establece cárcel preventiva contra todos aquellos que agredan a un servidor público, y lo único que se hizo fue actualizar el código.

“Ya también lo expresé, toda ley es perfectible. Que se propongan cambios, y sí, ya lo advertí, si después alguien promueve en contra de esa reglamentación o de esa tipificación del delito de violencia contra una autoridad, la oportunidad de que los verdaderos delincuentes encuentren en los juzgados una puerta giratoria, yo voy a señalar a aquellos que pugnaron con eso; el delito va contra delincuentes y no contra los ciudadanos."

 Minimizó las críticas en columnas a nivel nacional, pues dijo se atribuyen al hecho de que tocó a la élite política en la entidad, sin embargo, acusó, se trata de delincuentes de cuello blanco que son corruptos y que buscan influir en las decisiones de otros poderes.

“La ley es pareja ahora y a los políticos les molesta, porque al ir por ellos ya no tiene cómo defenderse, andan molestos los corruptos y quieren engañar a la opinión pública, pero que la gente lo sepa”.