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Brian, estudiante xalapeño que busca a su tío en fosas clandestinas

  • Isabel Ortega
Ya cumplió 22 y ahora apoya en la búsqueda en fosas clandestinas en varios puntos de la región de Xalapa

“Somos nosotros los que buscamos y nos ensuciamos las manos”, reprocha Brian Ramírez a las autoridades del Gobierno de Veracruz, que, asegura, poco hacen para buscar, localizar e identificar restos de personas desaparecidas.

En 2010, con apenas 10 años, el menor se enteró de la desaparición de su tío Alfredo Tlaxcalteco Calte, reportado como no localizado el tres de febrero de ese año.

Hoy, a sus 22 años, como muchas madres, padres e hijos, se han sumado a la tarea de búsqueda en fosas clandestinas, e integra el colectivo Buscando a Nuestros Desaparecidos y Desaparecidas en Veracruz. 

Su vida no volvió a ser igual; desde el 2010 ninguna celebración tiene sentido. En la mesa siempre estará una silla vacía, no habrá una llamada de felicitación, o un regalo de su tío. Persiste la indiferencia del resto de la población que no entiende que su familia se “quebró” el tres de febrero.

A los 10 años no entendía mucho lo que pasaba a su alrededor, incluso, cuando escuchaba las noticias de personas reportadas como desaparecidas pensó que jamás pasaría en su entorno. Ahora se ha sumado al trabajo de localizar no sólo a su tío, sino a cientos de personas de las que se desconoce su paradero.

El joven, que este año sacó ficha para ingresar a la UV, cuenta que le faltan las palabras para consolar a su familia por la ausencia de su tío. Ahora es él quien acompaña en los trabajos de búsqueda; la condición de salud de su mamá ya no le permite recorrer el Estado.

Veracruz es una fosa gigante, dice, en los lugares más extraños han encontrado ropa o identificaciones de personas. La localización de un punto les causa mucho escozor.

“Las personas que dicen que las desapariciones forzadas no existen en Veracruz, eso es cobardía; es negar lo que es obvio. Quieren tapar el sol con un dedo porque no es una persona, son miles y querer negar lo que pasa, es también parte del problema”.

Originario de Xalapa, recuerda -de las pláticas de adultos- que Alfredo viajó a Papantla por cuestiones de trabajo. Su tío tenía varios oficios: comerciante, mecánico, y cantante. Le gustaba la bohemia con sus amigos.

Regularmente se comunicaba con su mamá vía celular; mandaba mensajes o llamaba por teléfono para dar a conocer su paradero o, en todo caso, la hora a la que llegaría a casa, sin embargo, el tres de febrero del 2010, todo cambió. 

Al día siguiente de que se reportó su desaparición el teléfono de Alfredo fue desconectado, por lo que cualquier posibilidad de comunicación se esfumó. 

Días después encontraron el vehículo en el que se trasladaba su tío, sin embargo, la Fiscalía pidió 25 mil pesos para entregárselos. Cuando lograron reunir el dinero, les comunicaron que la unidad se la llevó otra persona que pagó.

“Sin importar el partido que esté, eso no va a cambiar. Es triste que cuando no tenían el poder (Morena) se llenaban la boca con promesas, sonrisas falsas. Miraban a las familias a los ojos diciéndoles: vamos a luchar por ustedes. Y a la mera hora, ahora que están en el poder, se hacen de la vista gorda”.

Incluso, se retoma el discurso de la criminalización y se dice que las personas que desaparecen o desaparecieron es porque andaban en malos pasos. Y aunque así fuera, nadie merece desaparecer, reprocha.

El joven, que ha acudido con colectivos de búsqueda a fosas clandestinas, comentó que en las reuniones con autoridades les dicen que no hay avances en las investigaciones, “eso nos corta las ganas, pero si no lo hacemos nosotros ¿quién lo va a hacer? Podríamos no buscar, pero esto va a seguir y debemos exigir”.

El discurso es el mismo de siempre: “no sabemos qué pasó”, “vamos a seguir buscando”. Son promesas que las familias ya no quieren escuchar, por lo que optaron por tomar cartas en el asunto e ir a la búsqueda.

“He ido a búsqueda a fosas. Cuando encuentran prendas de ropa, cualquiera diría: ¡ah! mira, es ropa que se encuentra en la basura. Pero cuando se encuentra una o dos (prendas) y zapatos o cualquier otra cosa, es lo que preocupa y da miedo, es algo que la gente ignora”, platica.

Los ciudadanos siguen indiferentes a la desaparición de personas, las autoridades poco hacen para cambiar la realidad de cientos de familias, sin embargo, ellos no dejarán de buscar a sus parientes. 

En febrero del 2010 se informó que Alfredo Tlaxcalteco Calte, desapareció el 3 de febrero del 2010, a la edad de 38 años. Sus características físicas son un lunar del lado derecho de la barbilla y una cicatriz en la ceja izquierda.

Datos oficiales de la Comisión Nacional de Búsqueda, dependiente de la Secretaría de Gobernación, reportan que Veracruz, Sinaloa y Colima son las entidades en las que más fosas clandestinas se han reportado en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador. Se acumulan más de 19 mil personas desaparecidas.