En Tlacotalpan pescadores y lancheros realizaron una ofrenda floral y paseo en honor a la Virgen de la Candelaria, en el río Papaloapan en conmemoración de las fiestas patronales.

Los pescadores año con año piden a la Virgen tener una buena pesca y que los proteja de las inundaciones, pero este año sumaron a sus peticiones el fin de la pandemia.

El recorrido de la Virgen fue grabado y transmitido este 2 de febrero, “Día de la Candelaria”.  Los festejos tradicionales fueron suspendidos a causa de la pandemia de covid-19, para evitar el alza de contagios.

Cada 2 de febrero los habitantes de Tlacotalpan cargan sobre sus hombros a la Virgen de la Candelaria, su patrona. Los festejos patronales inician con las mañanitas a la Virgen en el santuario.

Posterior a las mañanitas, se da inicio al recorrido en donde cientos de tlacotalpeños y turistas se dan cita para poder ver a la Virgen. El recorrido llega hasta el río Papaloapan, en donde la patrona pasea a lo largo de la cuenca en un chalán adornado con flores.

La fiesta patronal no solo es un festejo religioso, se ha vuelto una celebración representativa de la ciudad, en la que año con año, cientos de turistas nacionales e incluso internacionales se dan cita para disfrutar de los eventos, los desfiles de mojigangas, los jinetes, los jaraneros y fandangos, dejando una gran derrama económica.

Estas son las actividades más representativas:

La cabalgata. La fiesta da inicio el 31 de enero con una cabalgata con algunos de los tlacotalpeños y tlacotalpeñas más distinguidas, quienes muestran sus mejores cabalgaduras, atravesando la ciudad de manera solemne, acompañados de la banda de música de la escuela Naval Militar de Antón Lizardo.

La vestimenta es importante. Las mujeres portan el tradicional traje jarocho de tres holanes, de organdí y encaje, un delantal negro bordado y un pañuelo triangular sobre la espalda. No pueden faltar el tradicional abanico, y un tocado de flores y cachirulo.

Los hombres portan un sombrero de palma de cuatro pedradas, guayabera y pantalones blancos, así como botas de tacón sevillano y un tradicional paliacate rojo atado al cuello.

El día del toro. Este día (1 de febrero) se realiza el embalse y suelta de toros en la ciudad. De acuerdo con el periodista Fito Soler, estas actividades son una representación del embalse original que se realizaba desde hace más 140 años cuando los ganaderos atravesaban los toros por el río Papaloapan a falta de pangas.

Lugareños cuentan que, en ese entonces, todos los ganaderos de la región traían sus mejores animales para ofrendar a la virgen de La Candelaria y pedir su bendición para tener buena producción durante el año.

Sin embargo, en alguna de esas travesías, algunos toros se soltaron por la ciudad, dando inicio a la tradición de la suelta.

Esta festividad ha sido criticada por exponer el maltrato animal como diversión.

La mojiganga. Por la tarde del día 1 de febrero las calles de la ciudad celebran con el desfile de las mojigangas. Las mojigangas son grandes, cabezonas y coloridas figuras de cartón realizadas para esta festividad, algunas ya clásicas y  muy esperadas como el diablo y La Llorona, que danzan por las calles al ritmo de las comparsas. Niños y adultos participan con algarabía, marcando así el inicio de la fiesta

Encuentro de jaraneros. La Plaza Doña Martha es un rinconcito de Tlacotalpan que año con año cobija a los jaraneros y bailadoras que engalanan la fiesta con el tradicional fandango desde el 31 y hasta el 2 de febrero.

Los lugareños dicen que esos días “Dios llega a Sotavento”, y disfrutan del son jarocho y el zapateado acompañados de un buen torito de jobo y otras frutas.