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2020, el año más violento para mujeres y niñas
La Red Nacional de Refugios (RNR) consideró este 2020 como el más violento para las mujeres y niñas. En los nueve meses de confinamiento sanitario por la pandemia por covid-19, de marzo a noviembre, atendió más de 38 mil llamadas telefónicas o mensajes en redes sociales, además de atenciones directas en los espacios de la Red.
Estas acciones realizadas representan, con respecto al año anterior, un incremento del 48 por ciento, señala la RNR, que advierte la gravedad de la violencia familiar que afecto a niñas y niños durante el mismo periodo.
En un comunicado de prensa se explica el incremento del 39 por ciento del número de llamadas telefónicas o solicitudes de ayuda a través de redes sociales a causa de la violencia familiar, porcentaje representa 12 mil 856 atenciones.
79 por ciento fueron hechas por mujeres. El mayor incremento del año fue en marzo cuando esas solicitudes de ayuda se incrementaron hasta en un 80 por ciento, mes en el que inició el confinamiento, con respecto a lo sucedido en 2019.
En el mes de noviembre cada hora una mujer se comunicó´ a la RNR para pedir apoyo ante una situación de violencias: el 33.73 por ciento sufrió´ violencia física, 28.87 por ciento psicológica y el 19 por ciento aseguró haber sufrido todos los tipos de violencias, observándose un aumento en las violencias sexual y patrimonial a partir del mes de septiembre.
El 63 por ciento de las mujeres que llamaron fue víctima de violencias por parte de sus esposos o parejas. El 83 por ciento de las mujeres, que es la mayoría de los casos en los que se sabe la edad, se encuentran en un rango de 21 a 40 años. Asimismo, durante los meses de octubre y noviembre cuatro de cada cien mujeres reportaron intentos de feminicidio, además de las violencias en contra de niñas y niños.
De las atenciones especializadas brindadas durante el mes de noviembre, el 51 por ciento fueron de la Ciudad de México y el Estado de México; seguidos del 19 por ciento de Veracruz, Hidalgo, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Nuevo León, Chiapas y Michoacán.
"Las mujeres víctimas de violencias han sido testigas de la impunidad, la violencia institucional y la revictimización, quienes ante la ausencia de respuesta gubernamental han recurrido a organizaciones de la sociedad civil en busca de acompañamiento especializado, aquel que el Estado no les ha podido ofrecer.
"Datos de la RNR reflejan que dos de cada 10 mujeres que se comunicaron a la RNR reflejaron que sus hijas e hijos fueron víctimas de violencias durante el confinamiento, representando el 41 por ciento, es decir, dos mil 492 niñas y niños reflejan haber vivido algún tipo de violencia dentro de los espacios que deberían son seguros, sus casas".
Atenciones directas en los espacios de la RNR
En los más de 70 espacios de prevención, atención y protección de la RNR se ha identificado que el 29.07 por ciento de niñas y niños han sufrido violencia física en sus hogares: el 29.45 por ciento de violencia psicológica; 22.25 por ciento económica, mientras tres de cada 200 infantes han vivido agresiones sexuales en sus casas.
Durante este periodo de confinamiento más de 800 niñas y niños han sido víctimas de violencia sexual por algún integrante masculino de su núcleo familiar.
Los Refugios y Centros de Atención Externa han estado operando ininterrumpidamente durante el confinamiento, atendiendo las violencias machistas y previniendo feminicidios, siendo incluso considerados como servicios esenciales por parte del gobierno, sin embargo, no se les han designado recursos suficientes en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (PEF2021).
Se incrementan los ingresos de familias en 53%
Durante los últimos nueve meses, los espacios de atención y protección de la RNR han incrementado sus ingresos de familias un 53 por ciento, brindando atención integral especializada y gratuita a 25 mil 225 mujeres, niñas y niños, lo equivalente a ocupar dos veces y media el Auditorio Nacional.
El 87.59 por ciento de los agresores fueron sus esposos, novios o exparejas y en el 12 por ciento de ellos tenían vínculos militares o políticos; el 28 por ciento usan armas de fuego y el 27 por ciento cuenta con antecedentes penales, reflejo de las fallas en el sistema de justicia, de las violencias sistémicas y estructurales que junto con la impunidad perpetúan las violencias machistas y de género.
El mismo presupuesto para 2021
Pese a esa realidad la respuesta gubernamental ha sido etiquetar el mismo recurso designado en el PEF2020: 405 millones de pesos para el 2021, "celebrándose" que el presupuesto no se hubiera disminuido, sin embargo, es importante hacer un análisis desde la perspectiva de género y desde las realidades, mantener el mismo presupuesto, significa no solo que no hay un incremento sino que hay una disminución, invisibilizándose la inflación, las necesidades y demandas específicas que la pandemia trae en las vidas de las mujeres, niñas y niños víctimas de violencias.
Además del no reconocimiento de la inversión realizada por las Organizaciones de la Sociedad Civil para hacer frente a estas necesidades extraordinarias como las Casas de Emergencia, Casas de Transición, generación de empleos y demás acciones no contempladas por el gobierno en turno.
Violencia exponencial, 2020 el año más violento
Durante el 2020 las violencias contra las mujeres se han incrementado de forma exponencial y afirman que 2020 ha sido el año más violento para las mujeres y niñas, "reflejo de un Estado de derecho ausente, colocándonos en la primera línea de actuación las Organizaciones de la Sociedad Civil, las feministas y defensoras de derechos humanos quienes hemos implementado acciones creativas para cubrir el abandono y los obstáculos del sistema patriarcal que avasalla nuestro país".
Por último, la Red Nacional de Refugios reafirma su compromiso en pro del derecho a una vida libre de violencias para todas las mujeres y niñas en todas sus diversidades.
Exigieron al Estado mexicano, las 32 entidades federativas y todas las instituciones que lo conforman a cumplir con su obligación de garantizar la vida, dignidad y seguridad de las mujeres, niñas y niños en México, a exigir hechos y acciones y no más simulaciones.