• Veracruz

Enfermeros de la Clinica 71 del IMSS enfrentan covid sin insumos

  • Víctor Toriz
Personal reconoce temer por su salud al realizar su trabajo sin contar con insumos suficientes para evitar contagios

Veracruz, Ver.- En el último mes, la jornada laboral de ocho horas que Juana María cumple en el Hospital General de Zona 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se volvió extenuante, entre el miedo de contagiarse de coronavirus y la pelea constante para recibir insumos de protección que prevengan el riesgo de contagio.

El aviso interno de la administración sobre un brote de SARS-CoV-2, causante de la emergencia sanitaria por covid-19, obligó al personal que labora en la clínica a adoptar medidas más estrictas para evitar contagios, relató en entrevista bajo la condición de anonimato.

Entre las medidas se incluye la limpieza de sus áreas de trabajo adicional al servicio que presta el personal de limpieza, por lo que las enfermeras combinan la atención a pacientes con el de intendencia.

Relata que la tarea es desgastante debido a que no se cuenta con el equipo para poder garantizar la reducción del contagio. Para realizar la limpieza de pisos y paredes deben de realizar una mezcla de agua con cloro, aseguró la enfermera.

La falta de ventilación en el Hospital genera una molestia constante a los trabajadores que deben de pasar varias horas oliendo los gases del cloro, con tal de no contagiarse.

Del mismo modo, afirmó que al personal se le entrega un solo cubrebocas para cumplir su turno de trabajo, el que deben desechar a las tres horas porque se vuelven inservibles.

En su caso, dijo que su sueldo de tres quincenas fue gastado en la compra de cubrebocas N95, trajes aislantes, caretas, guantes y lentes para evitar contagiarse durante su horario de trabajo.

El siguiente salario ya no podrá invertirlo en la adquisición de ese equipo para prestar servicios sin riesgos, ya que debe de continuar apoyando en los gastos familiares.

ENFERMERAS DENUNCIARON BROTE CON PROTESTAS

El brote de coronavirus fue denunciado el pasado 14 de abril, durante una manifestación del personal de enfermería que trabaja en esa clínica; ella estuvo presente en la manifestación.

Ese día era la tercera vez que protestaban, denunciaban que los insumos no eran entregados y tenían que comprarlos. Médicos residentes lo habían hecho anteriormente.

El día de la protesta, una compañera suya afirmó que existían al menos 20 trabajadores con coronavirus, víctimas de contagios cruzados por la falta de equipo para evitar contagios.

Una de las pacientes contagiadas era una guardia de seguridad, quien el 19 de abril falleció después de 14 días hospitalizada en terapia intensiva, para sumarse a la cifra de 13 muertos por covid-19 hasta ese entonces en el estado de Veracruz.

Otro caso del que tiene registro E-Consulta Veracruz en esa clínica corresponde al de una enfermera que presentó síntomas de la enfermedad covid-19, sin embargo, no le fue aplicada de manera correcta la prueba para detectar si era o no portadora de SARS-CoV-2.

En este caso, el 16 de abril un juez federal instruyó una nueva aplicación de la prueba, a través de una suspensión definitiva como parte de un amparo que promovió para que se atendiera su petición, debido a que había sido negada por autoridades del hospital, convirtiéndose en un caso sospechoso.

Para el 20 de abril, la Secretaría de Salud dio a conocer que el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Zoé Robledo se comunicó con el gobernador Cuitláhuac García para darle a conocer las medidas que se tomaron en el Hospital General número 71 del puerto de Veracruz.

Durante el informe nocturno sobre la situación de Veracruz frente al covid-19, el secretario de Salud, Roberto Ramos, Alor señaló que hay coordinación entre la dependencia estatal y el instituto nacional.

"Estamos ya coordinados con el director general del IMSS, Zoe Robledo, quién se comunicó con el Gobernador para informar de las medidas tomadas y la atención que ya se está dando a los casos del Hospital 71 del IMSS", detalló.

Sin embargo, no existe información oficial sobre el número de trabajadores que laboran en esa clínica del IMSS que estén enfermos por coronavirus.

Tras la protesta del personal, autoridades del IMSS afirmaron que se contaba con los insumos suficiente para evitar que el personal que labora en la atención de los pacientes con coronavirus no se contagiaran, entre cubrebocas N95, goggles, batas quirúrgicas y trajes aislantes, así como mascarillas especiales.

Sin embargo, para realizar una correcta administración de los recursos, el material se entregaría únicamente al personal que trabaja en áreas de riesgo o contacto directo con pacientes de coronavirus.

Para el personal inconforme, el Equipo de Protección Individual básico debería ser distribuido para todas las áreas, debido al brote epidemiológico que se presenta en el Hospital General de Zona 71, con sede en Veracruz.

TRABAJAR CON MIEDO

Juana María afirma que en 15 años como enfermera jamás había vivido jornadas tan desgastantes; hasta ahora no ha tenido que participar directamente en la atención de pacientes con coronavirus, sin embargo, el temor le parece la peor carga.

Todos los días sale de su casa pensando en no regresar contagiada, su miedo más grande es llevar el virus que ronda en la clínica 71 del IMSS a su casa, en donde vive con sus hijos.

Compró gel antibacterial y desinfectante que utilizan los miembros de su familia desde que se anunció el inicio de la contingencia sanitaria por coronavirus.

Al regresar a casa cumple un estricto ritual que inicia su mismo lugar de trabajo con la limpieza de manos y rostro con abundante jabón y agua, para después cambiarse completamente de ropa que guarda en una bolsa.

Al llegar a casa debe repetir la misma operación, desinfectar sus manos, rostros y zapatos de los que se desprende antes de atravesar la puerta. Ya en el patio se cambia nuevamente de ropa y deposita la que trae en un cesto.

En el lugar donde trabaja no existe un sitio donde el personal pueda bañarse, así que lo hace casi de inmediato, llegar de la puerta de su casa a su recamara le genera un tiempo aproximado de media hora. La operación la repite todos los días.