Ciudad de México.- Este viernes se llevó a cabo el segundo Diálogo por la Paz, la Paz y la Justicia, como parte de la transición planteada por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y en el que participaron víctimas indirectas por las desapariciones en México.

Por Veracruz, lugar número uno a nivel nacional en fosas clandestinas, Lucía Díaz Genao, por parte del Colectivo Solecito de Veracruz; y Aracely Salcedo, Colectivo de Familias De Desaparecidos Orizaba-Córdoba, presentaron las denuncias de los familiares y Colectivos en el estado.

Salcedo, madre de Fernanda Rubí, desaparecida desde septiembre de 2012 fue la primera en intervenir, y denunció que hoy está demostrada la complicidad del gobierno de Veracruz en las desapariciones que hasta hoy continúan en la entidad.

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En ese sentido, enfatizó que las familias en búsqueda, “hemos sido una y otra vez víctimas de las autoridades que se mueven entre la negación, el olvido y la complicidad, acompañada por la indolencia, ineptitud y corrupción”.

La activista enlistó una serie de faltas que resultan un obstáculo en su trabajo como buscadores y buscadoras de personas, y en la que remarcó que a pesar de la aprobación de Leyes en la materia, los gobierno y organismos no dotan de materiales ni recursos suficientes para la conformación y el funcionamiento, por ejemplo, de las Comisiones locales de búsqueda.

En otro punto, criticó la falta de coordinación entre las instituciones que deberían buscar e investigar las desapariciones; y que derivan en la falta de instalación del registro nacional de personas desaparecidas, la nula elaboración de protocolos mandatados por Ley; y el no cumplimiento de garantizar su participación de manera “plena y adecuada” en las acciones de implementación de la Ley General de Víctimas.

“Hemos visto con preocupación que la estrategia es la dilación la obstaculización, y la simulación constante, esperemos que esto no se repita con su gobierno, y por eso reiteramos, ¡sin las familias, no!”, remarcó.

Si bien dijo, los Colectivos están dispuestos a seguir en el diálogo iniciado por la próxima administración federal, exigen la no repetición del crimen de lesa humanidad.

“El México de los absurdos”, inició Lucía Díaz Genao, madre de madre de Guillermo Lagunes Díaz, desaparecido en 2013; del “absurdo criminal” no garantizó que las policías ni los Ministerios Públicos abatieran crímenes, sino se dedicaran a imponerlos y administrarlos.

La directora del Colectivo Solecito recriminó el abandono de funcionarios federales, desde la Secretaría de Gobernación, a quienes señaló como cómplices y observadores de las atrocidades contra la sociedad mexicana.

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“Nos tocó a las víctimas, justo en medio del peor momento de nuestras vidas, justo en ese peor momento cuando no sabemos dónde están nuestros familiares desaparecidos, cuando tenemos mil preguntas sin respuestas y nadie a quién pedir ayudar, con el corazón destrozado, y el músculo débil, nos tocó luchar”.

Díaz Genao recordó que los Colectivos y familiares han realizado los trabajos para llenar los vacíos “que ha dejado el Estado”, y exhortó a las víctimas indirectas que se reunieron en el foro, a exigir transparencia en la rendición de cuentas a las autoridades que “nos dieron la espalda”, a pesar de haber sido elegidos para garantizar justicia.

Por eso, dijo, hoy más que nunca las víctimas necesitan justicia, pues la falta de verdad les llevó a convertirse en peritos forenses, investigadores, administradores, “pero justicia y verdad es algo que no podemos administrar”.

Al cierre del evento, puntualizó el trabajo que sus compañeras han realizado en Colinas de Santa Fe, de donde han logrado hallar 295 cráneos de la clandestinidad, pero no han podido darles justicia porque “esos 295 mexicanos no tuvieron un presidente que respondiera por ellos”, y hasta el momento no hay una investigación para conocer la forma en que esas personas llegaron a ese lugar.

“La confianza en el amanecer la oscuridad, modifica la oscuridad”, advirtió a López Obrador, y enseguida, añadió es necesario cambiar los paradigmas de violencia e inseguridad, por paz, a través de autoridades que no practiquen negligencias, omisiones, que sea incluyente y busque a los desaparecidas, sin amnistías por corrupción, y disponen del país mientras las víctimas permanecen acotadas en sus movimientos.

“Necesitamos cambiar todas estas estructuras corruptas, inservibles, disfuncionales, necesitamos un México habitable, porque en el que estamos hoy en día, la vida como se debe, en un país con estado de derecho, no la estamos llevando (…) México necesita que luchemos por México”, finalizó.

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