• Periodismo

Periodistas recuerdan a Regina Martínez a 6 años de su asesinato

  • Fernanda Castillo
Colocan un contramonumento en memoria de periodistas asesinados, y reconocen el trabajo de la periodista Violeta Santiago

La mañana de este sábado 28 de abril se dio una protesta en Plaza Lerdo para recordar los seis años del asesinato de la corresponsal de Proceso, Regina Martínez; durante esta jornada, se inauguró la segunda edición del Contramonumento en memoria de los 22 comunicadores veracruzanos que han muerto en las últimas dos administraciones.

Durante estas actividades, el Colectivo Voz Alterna entregó un reconocimiento a la comunicadora Violeta Santiago, por la labor periodística que desempeña en el sur de Veracruz. La joven con apenas 4 años en los medios de comunicación reconoce que su profesión puede ser un factor de cambio.

Violenta Santiago consideró que la labor periodística obliga al profesionalismo y la investigación, sin embargo, se debe tener el respaldo de una casa editorial, en su caso Diario Presencia, para poder consolidar y publicar trabajos críticos que puedan incidir en la forma de vivir de los ciudadanos.

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“Ahí he encontrado la apertura, la no censura, la oportunidad de hacer periodismo crítico sin restricciones”, explicó y reconoce que no todos las reporteros tiene esas oportunidad.

Los comunicadores no sólo se enfrentan a la muerte, como ya ocurrió con 22 trabajadores de los medios de comunicación, además se padece violencia económica y psicológica al prestar servicios en empresas que no respetan las prestaciones de ley  y que no te dan certeza laboral.

“Hay periodista que se esfuerzan en hacer obras críticas y van a la empresa y les dicen no, porque hay un convenio con fulanito” dijo y consideró que se tiene que hacer presión para que las empresas respeten y se dignifique la profesión del Periodismo.

Al hablar sobre las nuevas tecnologías, consideró que las redes sociales son una competencia desleal para los periodistas, pues ahí se difunde información de manera inmediata, sin que se corrobore la fuente o la veracidad de los hechos, lo que resulta un riesgo para la función social de un comunicador.

Relata que desde pequeña jugaba a ser noticiarios, aprendió a leer con un periódico y siempre estuvo consiente que su vocación era la de comunicación, la escritura y el periodismo, “siempre he creído que es un vehículo para cambiar la vida de las personas”.

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De las historias que ha redactado y que le generó una gran satisfacción  fue el caso de una mujer de más de 80 años que vivía “encarcelada” en su propia casa. Su familia no se quería hacer cargo de ella y optaron por encerrarla en su vivienda.

Comía por la caridad de los vecinos, que le pasaban comida por la reja, su casa se limitaba a cuatro paredes en donde sólo había una cama y un refrigerador, su condición de vida era miserable.

Desde el medio de comunicación en el que trabaja se presionó a las autoridades municipales, una semana después lograron contactar a un familiar que se la llevo a vivir a Campeche, “nos mandaron la foto de la señora en donde ya estaba en un patio, en libertad, comiendo un pescado frito, con ropa limpia y sonriente”.

La difusión de esa nota, dijo, le cambio la vida y con ese pequeño hecho se dio cuente de que vale la pena seguir haciendo periodismo.

Foto de portada: Violeta Santiago

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