• Sociedad

Cinco cosas que nos prohibieron nuestras abuelas en Semana Santa

  • Arantxa Atl
No ver la tele ni prender el radio, y hasta no bañarse porque ¡te convertías en pez!

La Semana Santa representa para el mundo religioso, desde la iglesia católica romana hasta las iglesias cristianas protestantes, un tiempo de profunda reflexión y en muchos casos, de solemnidad.

Estamos seguros de que, para ti que lees este texto, no son recuerdos fuera de lo común que tu abuela, abuelo o tu padre o madre te hayan prohibido algunas actividades durante la también conocida como la semana mayor, algunas de ellas hoy nos dan risa, especialmente aquellas a las que nunca les encontramos una explicación.

1. No comer carnes rojas

Esta es quizá la más conocida y común de las prohibiciones durante la Semana Santa. Nuestros mayores nos prohibían comer carnes rojas a partir del miércoles de ceniza y hasta el domingo de resurrección, especialmente en cada viernes de la cuaresma, y principalmente durante el Viernes Santo.

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¿Tienes una explicación? Sí, quizá no lo argumentaron muy bien a la hora enseñártelo, pero existe un documento titulado Código de derecho Canónico, en donde se encuentra el canon 1251, que habla de la abstinencia de las carnes.

“Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo”

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Y va más allá, en otras partes habla de todos los viernes del año como tiempo de penitencia. Leer más aquí

OJO: Esto no quiere decir que debas hacerlo, sólo te damos un poco más de contexto para que conozcas la raíz de esta tradición.

2. No ver la televisión ni escuchar la radio

Típico, el final de la telenovela, Los Supercampeones, o cualquier programa de tu agrado, pasaba a segundo plano porque había que guardar silencio y privarse de algunos placeres.

Las abuelas apagaban los televisores y las radios en señal de luto, el silencio tenía que conservarse como una forma de acompañar el dolor de María ante la pérdida de su hijo, y en señal de respeto por la pasión de Cristo.

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Por obvias razones, la radio también estaba prohibidísima.

En la actualidad, algunos abuelitos son más flexibles y ahora nos dejan ver la televisión sólo si es para ver películas o series bíblicas o de Semana Santa.

¿A cuántos les bajaron el switch por desobedientes?

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3. Abstinencia

Sí, bueno, quizá este no fue un tema tan explícito de parte de nuestras abuelas, pero siempre encontraban la forma de recordarnos que durante los Días Santos, de acuerdo a sus tradiciones, no puedes tener relaciones sexuales.

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Además, existe el mito de que, si decides mantener una relación coital te puedes quedar pegado o pegada a tu pareja. ¿Te imaginas?

4. No regañar a las niñas y niños en Viernes Santo

Según las creencias, durante el Viernes Santo no se debe regañar, pelear o golpear a los niños y niñas, ya que esto –según las personas- está considerado como pecado durante ese día solemne.

Las versiones de algunas abuelas, indican que si regañabas a algún chaval era una forma de llamar al “diablo”, incluso se decía que si les pegas “se te va a secar la mano”.

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Algunos padres y madres solían decir a los chamacos que se aprovechaban de eso para portarse mal, que al otro día les darían su “sábado de gloria”.

5. No bañarse o mojarse el Viernes Santo en el río porque te conviertes en pez

No creemos que dejar de bañarte haya sido un suplicio, pero qué tal cuando no te dejaban ir al río porque podías convertirte en pez.

Honestamente no sabemos el origen de este mito, pero nuestras abuelas eran desafiantes a la hora de advertirte que no podías mojarte, bañarte o nadar o terminarías convertida (si eres mujer) en una sirena o en pez (si eres hombre).

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¿Te sabes algún otro mito o prohibición? Cuéntanos y disfrutemos el lado curioso de la Semana Santa.

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