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El sueño de subir a primera también le cuesta al erario

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Con la esperanza de tener un equipo de fútbol profesional en la liga mayor, gobiernos los subsidian con millones de recursos públicos.

Axel Chávez | La Silla Rota

El ascenso, la división de plata o la segunda categoría es la antesala de la primera división de fútbol en México, integrada por franquicias subsidiadas con dinero público, a través de donaciones y aportes económicos de gobiernos estatales y universidades.

La aspiración de tener un equipo en el máximo circuito lleva a los mandatarios a destinar presupuesto estatal a empresarios, para que los clubes no migren –advertencia expuesta en los acuerdos entre ambas partes– a entidades donde otro gobernante sí esté dispuesto a financiar nóminas, escuelas de formación o ampliaciones de estadios.

Dan más a fútbol que a educación

Correcaminos en un equipo con sede en Ciudad Victoria, epicentro de la violencia en Tamaulipas, con disputas del Cártel del Golfo y los Zetas, según el mapeo criminal que actualizó, en mayo de 2017, el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia de la Procuraduría General de la República (PGR).

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En el informe de Transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas 2016 que la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) hizo ese año, el equipo fue el más favorecido de todas las instituciones que reciben partidas del presupuesto educativo, con 59 millones 711 mil 123 pesos.

El monto es 817 por ciento más que los 7 millones 301 mil 439 pesos que dispuso la Dirección de Investigación de la casa de estudios y 887 por ciento superior a los 6 millones 725 mil 535 pesos que recibió la Dirección de Internacionalización y Colaboración Académica.

El informe, al que tuvo acceso La Silla Rota, refiere que mientras Correcaminos, que desde 1995, cuando perdió la categoría, milita en el ascenso, recibió los más de 59 millones, las Escuelas Preparatorias de Mante y número 3 sólo obtuvieron 536 mil 137 y 246 mil 239 pesos, respectivamente.

Además, el secretario de Finanzas de la Universidad, Guillermo Mendoza Cavazos, reconoció que desde enero de 2010 a mayo de 2016 le habían suministrado 209 millones 129 mil 398 pesos al Club de Futbol Correcaminos, en la respuesta al oficio UTAIPPDP/009 que le dirigió la Unidad de Transparencia de la institución, como respuesta a la solicitud 00007017.

Los Naranjas, sin embargo, no son el único equipo que recibió dinero de la UAT: Basket Club Victoria también fue beneficiado con 9 millones 156 mil 256 pesos.

Pero no sólo la Universidad subsidia al Corre: el gobierno de Egidio Torre Cantú financió la remodelación del estadio Marte R. Gómez, que ascendió a 69 millones 478 mil pesos, en la cual hubo presuntas irregularidades.

El 27 de abril de 2017, el diario Expreso publicó que la administración estatal pagó, entre otros trabajos, por estructuras para la colocación de gradas, en las tribunas norte y sur del inmueble que no realizó la Constructora del Noreste, que obtuvo dos de los tres contratos en el inmueble –por 45 millones 416 mil pesos–, con base en los planos del proyecto de obra licitada en 2012.

Con dinero público, Torre Cantú pagó otros 24 millones 62 mil pesos a Soria Construcciones SA de CV para la remodelación de la zona oriente y poniente del estadio.

Correcaminos, aunque lleva el mote "de la UAT", no pertenece a la Universidad, sino que es regido por el consejo directivo de una Sociedad Civil.

Millón para franquicia en el ocaso

La Comisión del Deporte de Guanajuato transfirió el 14 de noviembre de 2014 medio millón de pesos a Grupo Faharo SA de CV, como "apoyo económico al club Irapuato". En el gobierno de Miguel Márquez –que en diciembre pasado compró en 280 millones de pesos un terreno ubicado en Francisco Villa, con extensión de 12.44 hectáreas, para construir un nuevo estadio para el León– los Freseros recibieron otro donativo por 500 mil pesos, el 20 de febrero de 2015.

Los montos fueron reconocidos en las respuestas a dos solicitudes de información (folios 00505117 y 00508517) que el Poder Ejecutivo de Guanajuato proporcionó a La Silla Rota.

El club, cuya casa es el estadio Sergio León Chávez, no juega en primera división desde el invierno de 2001, cuando fue convertido en Veracruz y traspasados los jugadores y cuerpo técnico. El entonces presidente de la franquicia, Raúl Quintana, justificó el 26 de diciembre el cambio de sede por falta de apoyo de la afición y del gobierno local. Sin embargo, cuando los originales Tiburones Rojos de Veracruz ascendieron, la franquicia se convirtió en Jaguares de Chiapas, equipo igualmente subsidiado por el gobierno estatal.

El año en que recibieron las transferencias económicas, los Freseros jugaron en el Ascenso MX. En 2017 participaron en la Segunda División Profesional –un circuito debajo de la categoría de plata–, pero como filial del Celaya.

La histórica Trinca fresera, fundada en 1911, cumplirá, en el actual, 17 años sin competir en primera.

De tal palo, tal astilla

Mineros es el equipo de Grupo Pachuca –que exenta impuestos y usa inmuebles públicos para León y los Tuzos en la primera categoría– en el Ascenso MX. Fue fundado el 28 de mayo de 2014 después de que la franquicia de Estudiantes Tecos migrara a Zacatecas, tras un acuerdo firmado por el gobierno del priista Miguel Alonso Reyes, mediante el cual comprometió 50 millones de pesos anuales, de dinero público, para subsidiar a La marea roja.

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El 10 de agosto de 2017, en entrevista a medios, el actual mandatario Alejandro Tello Cristerna presumió la reducción de 50 a 35 millones de pesos del subsidio, el cual mantiene. No obstante, esa cantidad es independiente a los 40 millones que aportará el Poder Ejecutivo para ampliar en 6 mil lugares para que llegue a 20 mil el estadio Carlos Vega Villalba, antes Olímpico Francisco Villa.

Por los acuerdos con el club, Fernando Soto Acosta, secretario de Finanzas del gobierno, fue cuestionado por el diputado petista Alfredo Femat durante su comparecencia ante el pleno de la LXI Legislatura para desglosar el paquete económico 2015, ya que, reveló, el erario fue utilizado sin aval del Congreso.

“¿Qué garantías tiene este Poder de que se respete lo aprobado, ya que no se respetó lo del presupuesto 2014, toda vez que no se les ha pagado a los ex braceros y, por otra parte, sin autorización de la Legislatura, se destinó cierta cantidad al equipo de fútbol profesional?", criticó.

Tello Cristerna justificó la continuidad de los apoyos económicos porque, afirmó, 91 por ciento de la población quiere al club en la entidad.

Los gobiernos de Sinaloa y del Estado de México negaron otorgan recursos públicos a los equipos de Dorados y Potros UAEM, que militan en el ascenso, en las respuestas a las solicitudes 00292317 y 00229/SF/IP/2017. En la segunda entidad también rechazaron haber apoyado financieramente el costó la remodelación del estadio Nemesio Diez, donde juega el Toluca, de la primera división, el cual, según el vicepresidente Francisco Suinaga, ascendió a mil 600 millones de pesos.

Prestan infraestructura, no reciben dinero

En 2017 el Toluca cumplió cien años de su fundación, y desde julio del año previo inició la remodelación del Nemesio Diez, por lo que sus juegos de local tuvieron verificativo en el Alberto "Chivo" Córdoba de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), sede también de Los Potros.

A través de las solicitudes de información 00611/UAEM/IP/2016 y 00633/UAEM/IP/2016, La Silla Rota requirió el contrato o convenio de comodato, así como copias de las facturas o cheques por préstamo de las instalaciones.

No obstante, la institución educativa respondió que no existía soporte documental que amparara el uso que hizo, por una temporada, el Toluca.

Tampoco recibió pago por derechos de transmisión, entradas al estadio ni por ventas durante los juegos de los Diablos Rojos.

Además, el Sistema de Radio y Televisión Mexiquense firmó dos convenios con Toluca: uno para cederle espacio para que transmitiera sin costo el programa Diablos Rojos TV los miércoles y sábados, en el que el club puede comercializar hasta cuatro minutos del programa sin reportarle ingresos a sistema; así como otro convenio para transmitir los partidos de local a cambio de presencia (spot) en la pantalla del estadio.

El dueño del Toluca, Valentín Diez, recibió "el rectorado honiris causa" de la Universidad Autónoma del Estado de México en agosto de 2016, cuando los escarlatas ya jugaban en las instalaciones universitarias.

Con información de Paris Martínez y Gloria Piña.

La corrupción detrás del balón, una serie de cuatro entregas de La Silla Rota, documentó cómo equipos de primera división y de la segunda categoría, denominadaAscenso Mx, obtienen dinero público para beneficio privado. Esta propuesta fue semifinalista de la convocatoria de investigación periodística de Quinto Elemento Laboratorio.

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