• Política

Los acarreados de Ricardo Anaya y Yunes Márquez, en Xalapa

  • Miguel Ángel León Carmona
“Una señora que se llama Ana nos invitó disque a una asamblea. A mi nomás me dijeron que nos iban a dar según comida y que, hasta un apoyo".

Xalapa, Ver. – Eugenia pide al más pequeño de sus tres hijos que aguante las ganas de ir baño. El cierre de precampaña de Ricardo Anaya en Xalapa está próximo a comenzar. Irse del evento político significaría para la jefa de familia perderse de los itacates que prometió el enlace panista antes de salir de su comunidad.

La mujer de 56 años refiere que al igual que otras 20 de personas de La Haciendita fueron convocados el mediodía de este sábado a “una asamblea”. Por cada integrante que Eugenia acomodara en un autobús de pasajeros la gratificación sería un refrigerio y la posibilidad de acceder a algún programa de asistencia social.

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“Una señora que se llama Ana nos invitó disque a una asamblea. A mi nomás me dijeron que nos iban a dar según comida y que, hasta un apoyo, pero a veces nomás lo buscan a uno para las votaciones, pero ya después no cumplen”, refiere la mujer de cabello entrecano.

Son las 17:00 horas en el corazón de la capital jarocha y la melodía de “Movimiento Naranja” cautiva a Eugenia, a sus tres hijos, y a los cientos de personas que se han aglutinado frente al Palacio de Gobierno. La música es la señal para los enlaces de cada partido y comienzan a repartir banderas azules, amarillas y anaranjadas.

Finalmente, sobre un entarimado se hacen presentes Anaya Cortés y Yunes Márquez. Los dos se toman de las manos y saludan a su militancia. Acto seguido, la líder del grupo dicta una orden con la mirada, y Eugenia y sus hijos se unen a los gritos; ella también ondea con fuerza su bandera del “Sol naciente”.

Yunes Márquez es el primero en hacer uso de la voz. Se presenta como la mejor opción para gobernar la entidad y dar continuidad al proyecto bienal de su padre, Miguel Ángel Yunes Linares. Agradece la presencia de sus aliados, y a los militantes de Morena los tilda de “charlatanes”, por “solo ver las cosas negativas y no proponer cosas claras”.

La multitud no termina de entusiasmarse, y el primogénito del ejecutivo estatal presenta a su esposa Paty y a sus tres hijos, Hanna, María y Miguelito. “Uno siempre busca lo mejor para sus hijos y yo quiero ser gobernador porque quiero que sus hijos y los míos caminen en un Veracruz en paz”, y la gente contesta al abanderado del Frente con aplausos y rechiflas.

En la parte baja del escenario, rezagados de la plaza Lerdo, los hijos de Eugenia: José Luis, José Antonio y Miguel Ángel, de 04, 11 y 12 años de edad respectivamente, le dicen que “ya tengo hambre”. La madre solicita un poco más de tiempo. “Ya merito nos vamos”.

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Antes de insistir en irse del mitin, los tres pequeños quedan sorprendidos con el sobrevuelo de un dron que congela imágenes panorámicas del evento y toman asiento en el piso mientras Ricardo Anaya Cortés toma el micrófono de manos del exalcalde de Boca del Río.

Anaya cuatro consiguió la ovación del público: la primera, cuando señaló el Palacio de Gobierno, edificio del cuál, dijo, gracias al trabajo del panismo, expulsaron al “gobernador más corrupto de la historia de Veracruz y de México, Javier Duarte”.

Luego ofreció cárcel para los priistas que han incurrido en actos de corrupción, y aseguró que el mensaje llevaba copia hasta Los Pinos. Además, se sumó al calificativo de Yunes Márquez sobre los gobiernos de Morena y tachó de charlatanes a la “crítica que no formula propuestas de cómo gobernar”.

La cuarta vez que ganó palmas, Anaya dijo, que, de ser Presidente de la República, desde el primer día de su gobierno le dirá al Presidente los Estados Unidos, Donald John Trump, que “los mexicanos no pagaremos ni un centavo por el famoso muro”. Y aseguró que el mensaje lo haría en inglés, segundo idioma del queretano, que le ha acarreado memes en las redes sociales.

Y así, el evento concluyó. A Eugenia y a sus tres hijos trasladaron en una hilera hasta el autobús marcado con el número “010”. El enlace de su comunidad, no faltó a la promesa y entregó a los cuatro integrantes de la familia una bolsa de plástico que en su interior llevaba: una botella con agua de etiqueta azul, una manzana amarilla, y una paleta de caramelo marca Tutsi Pop.

Foto de portada: Yair Ceballos

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