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Los exorcismos de Juan Pablo II

  • La Silla Rota
El pontífice, fue el primer Papa en casi 400 años que se enfrentó, cara a cara con el demonio.

Los relatos sobre los dos exorcismos que realizó el pontífice Karol Wojtyla, Juan Pablo II, tomaron fuerza luego de que se publicara el libro "Así se vence al demonio", del conocido periodista y escritor español José María Zavala, en marzo del 2012.

El libro es un impactante testimonio sobre la realidad de la posesión diabólica, los exorcistas y poseídos, y las armas que ocupa la iglesia católica para luchar contra estas fuerzas.

Con la aparición de disciplinas como la psicología y, sobre todo, la psiquiatría, los casos de posesiones dieron un giro radical para ser catalogados como trastornos mentales: la capacidad de los posesos de hablar en otros idiomas o romper correas con fuerza sobrehumana se le achacó a padecimientos mentales como demencias, esquizofrenia o trastornos bipolares.

Sin embargo, el capítulo 3 "Yo he visto a Satanás", aborda una entrevista con Gabriele Amorth, el más prestigioso exorcista del mundo y de la diócesis de Roma. En este relato se habla de los dos exorcismos que realizó Juan Pablo II siendo Papa, el pontífice tuvo que luchar contra demonios de gran poder que no salieron de sus víctimas tras el primer ritual celebrado, se necesitó de muchos esfuerzos posteriores.

Estos casos sacudieron a la medicina, la cual no fue capaz de ofrecer respuestas ni soluciones contundentes a conductas anormales de individuos que de pronto vieron cómo su mente se desequilibraba y sus cuerpos realizaban acciones antes imposibles.

El caso de Francesca

Juan Pablo II llevaba tan sólo cuatro años al frente del cargo, cuando en abril de 1982, recibió una petición del obispo de la diócesis del pueblo de Spoleto para practicar un exorcismo a una joven llamada Francesca F., quien de pronto presentó conductas agresivas con su propia familia.

El joven papa aceptó recibirla en su capilla privada del Vaticano. En cuanto la vio, quedó impresionado ante semejante espectáculo: la chica escupía y se retorcía ferozmente en el suelo. Gabriele Amorth, estaba presente en ese instante para asistir al Papa.

"Su exorcismo fue de cierta eficacia aunque, siendo sincero, debo añadir que para liberar a Francesca se requirieron cinco años enteros de bendiciones", comentó Amorth.

Este acto fue el primero en 400 años en que un papa enfrentaba de manera directa a un demonio por medio de los rituales del exorcismo. Doce meses después de lo ocurrido, Francesca F. y su marido se presentaban en audiencia privada ante Juan Pablo II para agradecerle su ayuda y contarle con ilusión en su rostro que estaba embarazada de su primer hijo. El hecho también fue constatado en 1993 por el cardenal francés Jacques Martin en su libro "Mis seis papas".

La segunda posesión

Años después, Karol Wojtyla, nombre verdadero del máximo jerarca de la Iglesia Católica, ya más enfermo y deteriorado, se volvería a encarar a supuestas fuerzas sobrenaturales durante su audiencia general en la Plaza de San Pedro, Roma.

Esta vez la posesa era también una chica de 19 años, proveniente de Monza, al norte de Italia, quien mostraba una actitud violenta en contra de los guardias que intentaban calmarla.

Mientras Juan Pablo II se hallaba ofreciendo su misa ante miles de peregrinos, la chica se dedicaba a gritar insultos y blasfemias. Gianni Danzi, secretario general de la Gobernación del Vaticano, se acercó hasta la chica para intentar calmar sus ímpetus portando un crucifijo. Al sospechar que la chica podía estar poseída, Danzi informó del hecho al secretario de Juan Pablo II, monseñor Stanislaw Dziwisz, quien a su vez informó de lo que estaba ocurriendo a Su Santidad.

El Papa ordenó que llevaran a la chica a un sitio apartado para revisarla una vez culminada la audiencia pública.

Una vez más presente durante el hecho, Gabriele Amorth relata de la siguiente manera el exorcismo que practicó Juan Pablo II: "Hicieron entrar así a la joven por el Arco de las Campanas, rodeando la Basílica de San Pedro, para conducirla finalmente hasta un lugar cerrado donde Juan Pablo II la exorcizó en presencia de sus padres, del obispo Danzi y de varios hombres que a duras penas podían sujetarla".

De acuerdo con Amorth, el Papa trató con dulzura y cuidado a la supuesta posesa durante cerca de media hora, atendiendo su pena con oraciones y rituales para intentar sacar al ente que estaba en su interior. Después fue el propio Amorth, su compañero Giancarlo Gramolazzo y Gianni Danzi los que siguieron con el ritual durante un par de horas más. En algún punto, la joven gritó con voz gutural y desafiante a los exorcistas: "¡Ni siquiera tu jefe ha logrado hacer nada conmigo!".

Amorth sospechaba que las palabras eran una clara alusión y provocación al Sumo Pontífice. "Satanás ataca sobre todo al Papa. Su odio por el sucesor de Pedro es feroz. Lo he experimentado en mis exorcismos". "Después del Papa, Satanás ataca a los cardenales, obispos y a todos los sacerdotes y religiosos. Es normal que sea así. Ninguno se debería escandalizar. Los sacerdotes, religiosos y religiosas, están llamados a una dura lucha espiritual", afirma en su libro "El último exorcista – Mi batalla contra Satanás".

El exorcismo tuvo éxito y la chica fue liberada del demonio que la poseía. Fue el último ritual de su clase reconocido oficialmente por la Iglesia y adjudicado a Juan Pablo II, quien 9 años después de su muerte (2005 a los 84 años) fue canonizado en 2014, en una ceremonia oficializada por el papa Francisco.

La pregunta es obligada: ¿pudieron haber sido estos supuestos exorcismos un pretexto para elevar la figura de uno de los papas más populares de todos los tiempos a la calidad de divino y dejar el camino listo para su canonización? O en realidad hubo una constante contra el mal.

Sabemos que la Iglesia católica es una de las empresas más poderosas del mundo y sus armas para ocultar secretos y conseguir adeptos se basa en todo tipo de estrategias para conseguirlo.

Lo cierto es que los más oscuros secretos sobre la vida de Juan Pablo II,  van más allá de estos dos rituales de exorcismo.

Con información de La Silla Rota

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