Gloria Piña

El robo de combustibles además de dejar pérdidas millonarias para Petróleos Mexicanos (Pemex), también ocasiona serias repercusiones en el medio ambiente y la salud de los pobladores de la zona donde operan los conocidos como “chupaductos” o “huachicoleros”. Oaxaca, Veracruz, Puebla y Nuevo León son los estados donde se han registrado incidentes más importantes en el tema de afectaciones ambientales por derrames a raíz de extracción ilegal de combustible.

Los combustibles que se derraman en los bosques o lagos pueden ser letales para los mantos acuíferos, la flora, fauna y el suelo de uso agrícola. En los últimos años, la paraestatal ha sido denunciada por el impacto que generan sus actividades en el ambiente, que ahora empeoran con la perforación de ductos de forma ilegal a mano de los huachicoleros. La empresa tiene un margen de responsabilidad social, ya que ese encarga de la explotación de recursos petroleros de la nación y está obligada al fortalecimiento de seguridad industrial y la mitigación del daño ambiental.

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