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El día que familiares de desaparecidos mandaron la Fiscalía a la calle

  • Miguel Ángel León Carmona
Tras plantón de Colectivo por la Paz Xalapa, fiscales improvisaron oficinas en la vía pública.

Xalapa, Ver. – Denuncias por agresiones a mujeres, robos de auto y hasta el procesamiento de detenidos, fueron atendidos en la vía pública; con sillas y computadores portátiles instaladas al vapor. Familiares de desaparecidos tomaron las instalaciones de la Fiscalía de Veracruz durante un día. El motivo, aseguraron, falta de atención del titular, Jorge Winckler Ortiz.

Eran las cinco de la mañana de este martes, integrantes del colectivo Por la Paz Xalapa, decidieron bloquear todos los accesos de la Fiscalía General del Estado (FGE). Nadie despacharía sin que antes fueran atendidos por el titular de la dependencia, quien lleva a cuestas el calificativo de “indolente” de parte de 13 agrupaciones en Veracruz.

Por primera ocasión en la administración de Miguel Ángel Yunes Linares, las instalaciones del organismo se vieron bloqueadas desde su entrada principal hasta sus estacionamientos. Rostros de personas desaparecidas, plasmadas en lonas de color morado, fue lo que llamaba la atención de quien circulaba por la avenida Enrique C. Rebsamen.

Al sitio acudieron empleados de la Secretaría de Gobierno de Veracruz (SEGOB), y a diferencia de protestas de campesinos y maestros que se han inconformado con la administración panista – perredista esta vez no hicieron uso de la fuerza pública. Solo emitieron reportes a su superior, Rogelio Franco Castán. 

“Por favor, señoras. Son el único colectivo que está en esta posición”, insistía Marco Even Torres, Visitador de la Fiscalía y mentor de Winckler Ortiz. Pero las respuestas de los familiares llegaban a bocajarro sobre el funcionario. “No, señor. En el tema de desaparecidos ustedes se han hecho pendejos y de usted es una de las renuncias que exigimos”.

Acto seguido, madres y padres de desaparecidos, guindaron de la fachada principal del edificio sus consignas estampadas en lonas: la renuncia de Luis Eduardo Coronel Gamboa, Fiscal Especial en Atención de denuncias por personas desaparecidas; Gustavo Basto Pulido, Fiscal de investigaciones ministeriales; y Marcos Even Torres.

El mensaje dirigido a Jorge Winckler Ortiz, se leía exclusivo en un lienzo blanco, “Haz a un lado tus indolencias y atiéndenos; En estos asuntos no debe haber preferencias; Mala elección con tu personal, con palmaditas no se soluciona nada”.

El reloj marcó las diez de la mañana y los altos funcionarios no mediaban la protesta. “Queremos a Winckler”, contestaban los familiares unísonos a las propuestas de “esperar al Fiscal a que llegue de la Ciudad de México o Platíquenos de sus casos y los anotamos en libretas”.

Ante la negativa del colectivo Por la Paz Xalapa, empleados de la Fiscalía optaron por abarrotar puestos ambulantes. Comieron tacos de guisado, bebieron agua de horchata, fumaron cigarrillos. El plantón no desistía y el Fiscal tampoco se hacía presente en la oficina donde despacha.

En punto de las 11 horas la decisión de la Fiscalía se replicó en grupos de Whats App de los trabajadores. “Se suspenden labores. Regresamos mañana”. Los subordinados se retiraron del lugar, aunque de las aceras no se movieron personas con reportes de robo de vehículo, violencia intrafamiliar y casos de más desapariciones provenientes de otras regiones de la entidad.

Marcos Even Torres, no recibió reportes de su superior en su IPhone 6 Plus y decidió actuar. De uno de los estacionamientos, personal del organismo improvisó dos sillas, donde sentaron a los quejosos mientras fiscales registraban en sus computadores.

Julio Rodríguez Fernández, Fiscal de distrito de Xalapa, anotaba en una libreta la queja de una mujer a quien además de robarle su automóvil la noche de ayer, lunes 22 de mayo, le propinaron un golpe en el rostro. La mujer relataba y el funcionario pedía calma en la relatoría de los hechos mientras lo asentaba con su bolígrafo tinta negra.

José Alfredo Gómez Reyes, Fiscal Regional, atendía, abochornado, reclamos de violencia intrafamiliar de parte de una adulta mayor. A ratos ajustaba su corbata color negro, secaba el sudor de su frente con hojas de libreta o tomaba descansos sobre algún escalón.

Al sitio también arribó Víctor Manuel Aguilar, padre de Sayra Anaid Aguilar Arce, una de los tres abogados que desaparecieron el 01 de febrero de 2016, en la entrada de la Policía Federal en el puerto de Veracruz después de atender la detención de personas detenidas por agravios federales.

El padre, sin pertenecer al colectivo Por La Paz Xalapa, se sumó a sus exigencias. “Estas autoridades son insensibles como las anteriores en el tema de desaparecidos. Nos traen de un lado a otro, de Fiscalía en Fiscalía. Respaldo a estas personas que protestan, porque todos somos víctimas y tenemos desaparecidos”, expresó.

De acuerdo con el padre, desde el 01 de marzo de 2017, la Fiscalía de Veracruz, optó por declararse incompetente en el caso de los abogados privados de su libertad y mudarían las investigaciones a la Procuraduría General de la República (PGR). Diligencia que aguarda la firma de los encargados, pero que no ha llegado.

“Ya llevamos bastante tiempo y no me dan ninguna esperanza de que haya algo concreto, una respuesta”, recriminó padre de Sayra Anaid Aguilar Arce, quien, tras recibir una nueva fecha de atención, regresó a su lugar de residencia, en Orizaba, a 215 kilómetros de la Fiscalía veracruzana.

Ejercicios similares realizaron los funcionarios del organismo autónomo por varias horas. El plantón no se levantó y el Fiscal General tampoco se apersonó en las instalaciones.

La única expresión de los activistas, se dio con Efraín Martíz, padre de Gibrán Martíz Díaz -excantante de la Voz México asesinado en 2014- quien amplió una denuncia contra Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública, a quién responsabiliza del secuestro y la muerte del joven de 22 años.

El padre se identificó con fotografías y solicitó: “vengo a proceder contra esta persona (Arturo Bermúdez) quien es responsable de la muerte de mi hijo y el de mucho de ustedes”, acto seguido los familiares lo cubrieron de palmas y permitieron su acceso y el de fiscales a cargo del caso que configuró el delito de la desaparición forzada en Veracruz.

Tras 12 horas de protesta, el departamento de Comunicación Social publicó en sus redes sociales fotografías de gente siendo atendida en la vía pública, refiriendo que se trataba de los familiares del colectivo Por La Paz Xalapa, pero el hecho de inmediato fue desmentido por la representante, Sara Rodríguez. “Además de indolentes, mentirosos”, sentenció. 

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