El Fiscal General del Estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras informó que los sacerdotes asesinados estuvieron ingiriendo bebidas alcohólicas con sus victimarios.

Explicó que tienen pistas de que la convivencia derivó en una discusión, el robo de 5 mil pesos de la limosna, y terminó con el crimen.

Además, agregó que ya tienen identificado a él o los asesinos pues eran conocidos de los Padres y ahora solo falta localizarlos para presentarlos ante la justicia.

“Se robaron las limosnas y se llevaron dos vehículos, estamos ya con identidades y en víspera de acudir al juez; el asunto está prácticamente esclarecido, nada más estamos en la búsqueda de los objetivos que son probables autores y en constante comunicación con el Arzobispo, hemos platicado con él, está enterado de esta situación”, afirmó Bravo Contreras al reunirse con Aracely Salcedo, representante de familias que buscan a sus desaparecidos en la zona Córdoba-Orizaba.

Sin precisar la forma en que el sacerdote, sacristán y auxiliar de la parroquia fueron retirados del templo evangélico, afirmó que al cura le dieron nueve balazos, al sacristán uno.

“Iniciamos la carpeta en Poza Rica con la desaparición inicial y se inició también una por el hallazgo de los cuerpos, el cuerpo del cura presentó nueve impactos de bala de arma corta y el del sacristán un disparo de arma corta también. Estamos ya con objetivos, nombres y caras de las personas y estamos en vísperas ya de acudir a jueces para obtener lo que debemos obtener conforme a hechos”, insistió.

El fiscal hizo alarde: “Son 24 horas y estoy dando este corte con el asunto prácticamente esclarecido”.

Con información de Avc